El Congreso denuncia 90 fallos en la gesti¨®n de la cat¨¢strofe del Katrina

Desde la Casa Blanca hasta la alcald¨ªa de Nueva Orleans, la Administraci¨®n estadounidense fall¨® estrepitosamente antes, durante y despu¨¦s del 29 de agosto de 2005, cuando el hurac¨¢n Katrina se abati¨® sobre los Estados de la Costa del Golfo y caus¨® 1.200 muertos en el mayor desastre natural de la historia de EE UU. Lo afirma un informe de 600 p¨¢ginas, elaborado por 11 congresistas republicanos y del que The Washington Post ha obtenido un borrador del sumario. En el informe se cuentan hasta 90 errores en la gesti¨®n gubernamental de la crisis.

"Si el 11-S fue un fracaso de imaginaci¨®n, Katrina fue un fracaso de liderazgo", dice el informe, que sit¨²a el desbarajuste del hurac¨¢n en un contexto pol¨ªtico, lamenta lo poco que se corrigi¨® de los errores de comunicaci¨®n que dej¨® al descubierto el 11-S y no ahorra, a pesar de la filiaci¨®n pol¨ªtica de sus autores, ning¨²n reproche a la Casa Blanca. Tampoco al resto de las instancias de poder: "Katrina fue un fracaso nacional, una abdicaci¨®n de las m¨¢s solemnes obligaciones para con el bien com¨²n".

Hasta 90 errores cometidos entre el 22 de agosto y el 12 de septiembre, en todos los niveles de responsabilidad, encontraron los congresistas, que empezaron su investigaci¨®n hace cinco meses. ?El m¨¢s grave a nivel federal? No haber anticipado las consecuencias del hurac¨¢n. Dos d¨ªas antes de que Katrina descargara su fuerza sobre la costa de Luisiana, Misisipi y Alabama, el Servicio Nacional de Meteorolog¨ªa y el Centro Nacional de Huracanes hab¨ªan dicho que exist¨ªa "una probabilidad extremadamente elevada" de que Nueva Orleans sufriera inundaciones que pod¨ªan desembocar en "miles de muertos". La comisi¨®n cree que esta previsi¨®n choca con las palabras de George W. Bush del 1 de septiembre, cuando dijo: "No creo que nadie pudiera haber anticipado la rotura de los diques". El informe dice que "una intervenci¨®n m¨¢s temprana del presidente podr¨ªa haber acelerado la respuesta" -Bush estaba de vacaciones- y se extra?a de que la Casa Blanca no hubiera recibido asesor¨ªa de los que estaban al mando de los organismos que se ocupan de las situaciones catastr¨®ficas. Por eso se?ala como gran responsable del desastre a Michael Chertoff, nombrado secretario de Seguridad Nacional seis meses antes.

Respuesta lenta e ineficaz

Chertoff, denuncian los congresistas, no dio al hurac¨¢n la relevancia que ten¨ªa hasta un d¨ªa despu¨¦s de que pasara, cuando ten¨ªa datos como para haberlo hecho el s¨¢bado, 27 de septiembre; mantuvo al frente del organismo de emergencias, FEMA, a su jefe, Michael Brown -que dimiti¨® posteriormente- a pesar de la inexperiencia que ten¨ªa en este tipo de situaciones, y no fue capaz de coordinar o imponer un plan a las autoridades locales -alcalde y gobernadora- sino que esper¨® a que se lo pidieran.

Chertoff, metido hasta las cejas en la lucha antiterrorista, estuvo "ajeno" a los acontecimientos y recurri¨® a los sistemas de respuesta en emergencias "tard¨ªa e ineficazmente", lo que atras¨® tres d¨ªas la movilizaci¨®n de tropas y auxilio.

Un portavoz de Chertoff se?al¨® al Post que Brown ten¨ªa "toda la autoridad para tomar decisiones y pedir cosas". Brown, que en septiembre ech¨® la culpa de todo al alcalde y a la gobernadora, reconoci¨® hace tres semanas que "ten¨ªa que haber pedido ayuda al Ej¨¦rcito antes"; el viernes lament¨® en el Senado haberse convertido en el chivo expiatorio y dijo que estuvo "literalmente constre?ido por Chertoff; mis manos estaban atadas". La Casa Blanca est¨¢ elaborando su propio informe de las responsabilidades, que el presidente reconoci¨® en parte, dos semanas despu¨¦s del hurac¨¢n, cuando dijo: "Katrina dej¨® al descubierto problemas graves en todos los niveles de la Administraci¨®n. Yo asumo la responsabilidad de que el Gobierno federal no hiciera todo lo que ten¨ªa que haber hecho".

Los congresistas dicen que, despu¨¦s de haber revisado medio mill¨®n de p¨¢ginas y mantenido decenas de entrevistas, no han sido capaces de determinar qu¨¦ hubiera pasado si el Estado de Luisiana y el Ayuntamiento de Nueva Orleans, en donde viv¨ªan 500.000 personas, hubieran activado sus planes y pedido ayuda militar antes, y si el alcalde hubiera ordenado una evacuaci¨®n obligatoria, pero ambos salen muy mal parados. En los distritos en los que se organiz¨® la evacuaci¨®n no hubo casi v¨ªctimas.