La guerra sucia del dopaje

La guerra contra el dopaje se ensucia cada vez m¨¢s. Hasta ahora apenas se hab¨ªa criticado a la polic¨ªa que hac¨ªa los controles, aunque los ciclistas ya han hablado pestes de los vampiros que les iban a sacar sangre antes de correr, al alba, casi de noche todav¨ªa, en las habitaciones de sus hoteles. El COI anunci¨® ayer que los primeros 161 controles hechos en los Juegos no han dado ning¨²n positivo, pero los m¨¦todos utilizados han creado indignaci¨®n en los afectados. El m¨¢ximo organismo ol¨ªmpico admiti¨® hace d¨ªas que usaba confidentes, como la polic¨ªa de verdad. Y su lucha por la tolerancia cero empieza a hacer astillas.

"En la lucha contra el dopaje usaremos todos los recursos", ha dicho la portavoz del COI, Giselle Davies como contestaci¨®n. "Se hacen en cualquier momento y en cualquier lugar", a?adi¨® ante alg¨²n ex¨®tico sistema. Por ejemplo, el denunciado por el austriaco Hermann Maier, al que ya no le gusta el apodo Herminator, porque sus m¨²sculos no son los de antes de su accidente de moto de 2001 que casi le cost¨® una pierna. "?Podr¨ªa hablar con ¨¦l? Soy de un club de fans y querr¨ªamos un aut¨®grafo", inquiri¨® una chica tras el primer entrenamiento del descenso, el jueves por la tarde. Cuando se le acerc¨® y se identific¨® como inspectora para hacerle el control, Maier, con la gripe que ya le afect¨® en la prueba, casi volvi¨® a convertirse en Herminator: "No pueden tratarnos as¨ª, somos atletas serios, ¨ªdolos de los j¨®venes. Estoy medio enfermo y me hacen perder el tiempo. Vengan a hacer el control, pero no a tratarnos como criminales", le dijo. El presidente de la federaci¨®n austriaca a?adi¨®: "Estoy contra el dopaje, pero no haciendo estas cosas. No se puede tratar a los atletas como delincuentes, enga?ando para cazarles". Record¨® que hace un a?o sucedi¨® lo mismo en un entrenamiento del equipo con una supuesta hincha, que luego estaba para hacer un control. Tambi¨¦n Estados Unidos ha lamentado la forma de dirigirse a su esquiador Steven Nyman cuando estaba en un estudio de televisi¨®n. Incluso hubo un enfrentamiento, pues un funcionario de la federaci¨®n internacional (FIS) le dijo que ellos deb¨ªan saberlo antes. Davies s¨®lo a?adi¨® ayer que el COI no hab¨ªa recibido ninguna queja de los atletas, algo que pueden hacer reglamentariamente.

Queralt Castellet, de 16 a?os, acaba 26? en el 'half-pipe' de snowboard

Respecto a la participaci¨®n espa?ola, ayer de nuevo result¨® un tanto triste. Lo mejor que se puede decir es que no se cayeron, pero tampoco arriesgaron. La benjamina, Queralt Castellet, de 16 a?os, prometi¨® algo en su primera bajada del half-pipe de snowboard, pero no demasiado. Tuvo que tocar con la mano el suelo para no caerse tras el primer salto y como no aterriz¨® bien en el tercero perdi¨® impulso y se fue al puesto 19? de 34 participantes. En la segunda manga fue peor, y acab¨® finalmente 26?, pues fall¨® otra vez el tercer salto, se le cruz¨® la tabla al caer, perdi¨® impulso y le cost¨® volver a subir a los bordes. A sus 25 a?os, Clara Villoslada acab¨® 30? (29? tras el primer recorrido) y a duras penas pudo ir con su peso de lado a lado en las dos bajadas. Como la de Queralt, su familia y sus amigos estaban en las gradas. Ya puede decir que ha sido ol¨ªmpica. Nada m¨¢s.