"Acabo de matar a mi novia", confes¨® al entregarse a la polic¨ªa el hombre que estrangul¨® a la peruana
"Acabo de matar a mi novia". Con esas palabras se entreg¨® Luis Gonzalo Barrag¨¢n, peruano de 36 a?os, en la comisar¨ªa de Retiro. Llevaba una mochila y hab¨ªa recorrido andando los cuatro kil¨®metros que hay desde su piso, en la calle del General Mart¨ªn Cerezo (Carabanchel), hasta la comisar¨ªa. La Jefatura Superior de Polic¨ªa confirm¨® que no hab¨ªa ninguna denuncia interpuesta en su contra por malos tratos.
En Carabanchel, Barrag¨¢n viv¨ªa con su pareja, Ana Velarde, de 39 a?os y tambi¨¦n peruana. "Ella llevaba aqu¨ª cinco a?os. Y viv¨ªa con sus dos hijos peque?os, fruto de una relaci¨®n anterior", cont¨® Teodoro, el portero del edificio. Cuando este hombre lleg¨® al portal, a las ocho de la ma?ana, encontr¨® al padre de la v¨ªctima envuelto en l¨¢grimas. "S¨®lo atin¨® a decirme: '?Han matado a mi hija!", relat¨®.
Ana y Luis llevaban dos a?os juntos. Ella era periodista y ¨¦l corrector en un peri¨®dico latinoamericano. Los vecinos confirman que ¨¦l se llevaba "fenomenal" con los dos hijos de Ana y que "jam¨¢s" hab¨ªan tenido problemas con ellos. En la comunidad hay mayor¨ªa de latinoamericanos: ecuatorianos, colombianos y peruanos.
Sin embargo, algunos vecinos contaron que "Ana y Luis deb¨ªan tener alg¨²n problema gordo de pareja. Por las noches armaban follones, como si ¨¦l le pegara". Adem¨¢s, era frecuente que en el 2? D, donde viv¨ªa la pareja, se armaran reuniones, a las que sol¨ªan concurrir sus amigos. Un hermano de Ana, la mujer fallecida, tambi¨¦n la visitaba a menudo.
Seg¨²n los testimonios recogidos en el n¨²mero 2 de la calle del General Mart¨ªn Cerezo, los ni?os no estaban en el piso cuando ocurri¨® el crimen. Los vecinos aseguraron que hab¨ªan visto a los peque?os por ¨²ltima vez el viernes. Hab¨ªa por lo menos cuatro personas en la vivienda.
Eran las tres de la madrugada cuando se empezaron a o¨ªr los primeros portazos y discusiones. De repente, gritos. "?Est¨¢ muerta!", lanz¨® una mujer desde el interior. Entonces, Ana casi no pod¨ªa respirar. En eso, lleg¨® la ambulancia del Summa. Dos m¨¦dicos entraron al piso. Llevaban un aparato de electroshock e intentaban reanimar a la v¨ªctima. Fue en vano. Seg¨²n el testimonio de su presunto homicida ante las autoridades, Barrag¨¢n habr¨ªa usado un cord¨®n para asfixiar y estrangular a su v¨ªctima.
Este nuevo caso de violencia de g¨¦nero impuls¨® al consejero de Empleo y Mujer, Juan Jos¨¦ G¨¹emes, a advertir de que "queda much¨ªsimo por hacer y son much¨ªsimas las v¨ªctimas que ni siquiera dan el paso de denunciar a sus maltratadores". G¨¹emes alert¨® sobre el estado de situaci¨®n del problema durante una reuni¨®n mantenida con varias concejales de Mujer de distintos municipios de la Comunidad.
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