Los alumnos de la Hispalense le dan sobresaliente al 10% de sus profesores

Cada vez son menos los profesores de la Universidad de Sevilla que aceptan someterse a que los alumnos califiquen su capacidad docente. El curso pasado s¨®lo el 10% (unos 1.100) se present¨® a la convocatoria voluntaria para optar a la excelencia docente, un premio a la labor pedag¨®gica basado en parte en una encuesta que se les pasa a los alumnos.

La excelencia docente la reciben aquellos que logran un sobresaliente de la media ponderada de todas las asignaturas que el profesor imparte. De los 1.100 docentes que aceptaron ser evaluados, s¨®lo lo lograron 440.

La idea del Rectorado es que deber¨ªan someterse a esta prueba un mayor n¨²mero de profesores, lo que demostrar¨ªa m¨¢s confianza en su estrategia pedag¨®gica. Cada a?o crece el n¨²mero de profesores que consigue el premio, pero cada a?o se presentan menos. En 1999 hab¨ªa 97 docentes con una media de 10, ahora hay tres veces m¨¢s, pero en la convocatoria de 2003 se presentaron casi 200 profesores m¨¢s que en el ¨²ltimo curso.

En parte se debe, dicen algunos profesores, a que las encuestas son "demasiado generales". El argumento es que no sirven las mismas preguntas para una clase de Qu¨ªmica que de Filolog¨ªa, algo con lo que tambi¨¦n est¨¢ de acuerdo el Rectorado, que esta misma semana ha abierto un proceso de discusi¨®n para reformular las preguntas de la encuesta y conseguir as¨ª que se presenten m¨¢s profesores.

En la Hispalense, los que cada a?o someten sus m¨¦ritos pedag¨®gicos a evaluaci¨®n suelen ser los profesores asociados (en torno al 40%) y los titulares (m¨¢s del 30%). Los doctores y catedr¨¢ticos son los que menos participan de este tipo de "examen". Dentro de las ramas, siguen siendo las carreras de ciencias las que m¨¢s participan. El premio de excelencia docente es de los pocos term¨®metros del trabajo que los profesores hacen con sus alumnos, aunque no deja de ser una convocatoria voluntaria.

Fuentes de la Hispalense cuestionan un sistema universitario en el que "se prima la investigaci¨®n y se deja arrinconada la docencia". "Es bueno que de la Universidad salgan patentes, pero si no se van a utilizar en el mercado, no sirven de nada", explican fuentes de la instituci¨®n.