Uribe ordena bombardear a la guerrilla en un parque nacional

La orden dada el mi¨¦rcoles por el presidente colombiano, ?lvaro Uribe, ha comenzado a cumplirse. La Fuerza A¨¦rea bombarde¨® el jueves cuatro focos guerrilleros en la serran¨ªa de La Macarena, un parque nacional situado a unos 150 kil¨®metros de Bogot¨¢, seg¨²n confirmaron ayer fuentes oficiales. El ataque contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es la respuesta a la muerte de seis polic¨ªas que proteg¨ªan a los campesinos dedicados a erradicar matas de coca en La Macarena, donde hay unas 4.500 hect¨¢reas sembradas.Seg¨²n el mando militar, el bombardeo fue preciso gracias a las labores de espionaje llevadas a cabo meses antes, que permitieron elegir con exactitud los blancos. "No se trata de un ataque indiscriminado", dijo el general Carlos Alberto Ospina.

La lucha por el control por esta serran¨ªa se ha convertido en un verdadero pulso entre el Gobierno y la guerrilla m¨¢s antigua de Am¨¦rica Latina, que tiene en la sierra uno de sus santuarios m¨¢s queridos, sobre todo por su valor econ¨®mico (cultivos de coca). Los analistas consideran que la serran¨ªa es el banco del bloque oriental de las FARC.

El 27 de diciembre, la guerrilla mat¨® a 29 soldados en la misma zona. El presidente Uribe respondi¨® al peor rev¨¦s militar de su mandato anunciando la mayor erradicaci¨®n manual en la historia del pa¨ªs. Novecientos treinta campesinos protegidos por 1.500 polic¨ªas y varios anillos de seguridad del Ej¨¦rcito entraron en la sierra el 19 de enero para erradicar en tres meses 4.500 hect¨¢reas de coca.

Respuesta guerrillera

Los problemas aparecieron de inmediato: los helic¨®pteros encargados de transportar alimentos a los campamentos donde trabajan los erradicadores, fueron atacados y en menos de un mes 12 polic¨ªas perdieron la vida, seis de ellos la semana pasada y los otros seis esta semana, v¨ªctimas de francotiradores apostados en los ¨¢rboles. Al primer ataque Uribe respondi¨® con el env¨ªo de 1.500 soldados m¨¢s y con un bombardeo de los campamentos de las FARC.

Menos de la mitad de los erradicadores permanecen en la sierra. Los dem¨¢s han desertado aduciendo problemas de seguridad y por las duras condiciones de trabajo; a partir de las seis de la tarde tienen prohibido hablar y escuchar radio.

En el sepelio de los ¨²ltimos polic¨ªas muertos, el comandate de esta instituci¨®n, el general Daniel Castro, ratific¨® el compromiso de continuar en la sierra hasta que se arranque la "¨²ltima mata de coca". Lo que muchos se preguntan en Colombia es cu¨¢ntos agentes m¨¢s (la mayor¨ªa de familias humildes) tendr¨¢n que morir para cumplir la meta.

Para los ecologistas hay m¨¢s interrogantes: "Es incre¨ªble que un trabajo de d¨¦cadas para la conservaci¨®n de este pulm¨®n natural se acabe en dos minutos, que es lo que dura un bombardeo", dijo Ra¨²l Florez un investigador que ha trabajado en la zona. Tambi¨¦n se oponen a la fumigaci¨®n para erradicar la coca.