Una portuguesa muy ib¨¦rica

Mientras otras petroleras han optado por dejar Espa?a, Galp no ha cesado en su empe?o de hacerse con una cuota significativa del mercado espa?ol de gasolinas y convertirse en un operador ib¨¦rico de primera l¨ªnea. Tras el intento frustrado de comprar la red de Shell en 2004, la compa?¨ªa lusa vuelve a plantearse ahora la integraci¨®n de las gasolineras de Agip en Espa?a.

La frustrada operaci¨®n con Shell en 2004, cuyas gasolineras ser¨ªan adquiridas por el grupo canario Disa, no ha desalentado a los portugueses

La integraci¨®n de las 300 gasolineras de Agip en Espa?a duplicar¨ªa la red de Galp y la situar¨ªa en la tercera posici¨®n del 'ranking'

La integraci¨®n de las 300 gasolineras de Agip en Espa?a, una operaci¨®n que duplicar¨ªa su red, desde las 230 estaciones de servicio actuales a m¨¢s de 500, situar¨ªa a Galp, grupo presidido por Jos¨¦ Antonio Marques Gonsalves, muy cerca de la tercera posici¨®n del ranking espa?ol, con una cuota de mercado del 8%. Para sus directivos, la apuesta por Espa?a obedece a razones consistentes. "Es nuestro mercado natural e inevitable", comenta Juan Pedro Brito, miembro del comit¨¦ ejecutivo de la petrolera y responsable de la red de retail .

"Dada la tendencia a la p¨¦rdida de cuota de mercado en Portugal, Espa?a es la ¨²nica salida para compensar esas p¨¦rdidas e incluso crecer". As¨ª es. Galp, que tiene previsto salir a Bolsa, ha reducido su red de gasolineras en Portugal de 1.104 a 860 entre 2000 y 2004, reducci¨®n que ha llevado a la compa?¨ªa a un desfase entre su capacidad de refino y distribuci¨®n en la Pen¨ªnsula: mientras que en la primera tiene un 19%, en la segunda no pasa del 13%.

Ahora bien, la apuesta espa?ola dista de haber sido un pase¨ªllo. La filial espa?ola registr¨® p¨¦rdidas en 1992, 1995, 1996, 1997, 2000 y 2001 y los beneficios no son para echar cohetes pues ni siquiera alcanzaron el medio mill¨®n de euros en 2004. Esta situaci¨®n desfavorable ha llevado a la direcci¨®n de la empresa a aparcar, en algunos momentos, su expansi¨®n espa?ola a favor de otras opciones de inversi¨®n m¨¢s interesantes. "Durante los primeros a?os de la d¨¦cada", reconoce Brito, "se prefiri¨® privilegiar las inversiones en gas natural".

Al contrario de sus rivales, que desembarcaron en Espa?a con prudencia, Galp se decant¨® a principios de los noventa por la compra acelerada de gasolineras de modo que a los cuatro o cinco a?os de su desembarco contaba ya con cerca de 150 puntos de venta. Pero el que muchos de ellos no resultaran rentables oblig¨® a los portugueses a parar las inversiones y redefinir toda la red en Espa?a. Como resultado, la empresa baj¨® incluso su red desde las 180 estaciones de servicio de 2000 a s¨®lo 162 en 2002.

Nuevas estaciones

Una vez saneada la mayor parte de la red, Galp reinici¨® su impulso de crecimiento. En 2002 adquiri¨® de golpe unas 60 nuevas estaciones de servicio, producto de un swap con Cepsa y del reparto con Agip de las gasolineras cedidas por Total en Espa?a, lo que le permiti¨® superar por primera vez los 200 puntos. La frustrada operaci¨®n con Shell en 2004, cuyas gasolineras ser¨ªan adquiridas por el grupo canario Disa, no desalent¨® tampoco a los portugueses, que en estos momentos negocian, adem¨¢s de la integraci¨®n de la red de Agip, la adquisici¨®n de las 38 estaciones de servicio de Caprabo. Adem¨¢s, seg¨²n se?ala Brito Galp, tiene "otras posibles adquisiciones en vista".

El definitivo posicionamiento de Galp entre las cuatro grandes espa?olas vendr¨¢, sin embargo, de la integraci¨®n de la red de Agip, la filial de distribuci¨®n del ENI, en Galp, una operaci¨®n que se intent¨® ya en el a?o 2000 al calor de la entrada del grupo italiano en el capital de la portuguesa, donde cuenta con el 33,34%. El proyecto, que pasaba por la fusi¨®n de las redes de Galp y Agip en Espa?a no se pudo hacer entonces debido a las incertidumbres accionariales en el seno de la petrolera lusa. Una circunstancia que ahora no se da. "La actual situaci¨®n de estabilidad en Galp", afirma Brito, "no s¨®lo hace posible la integraci¨®n de las gasolineras sino que la hace conveniente: no tiene sentido que Galp y Agip compitan entre s¨ª en el mercado espa?ol".

El fuerte impulso de crecimiento de Galp en Espa?a no significa que la situaci¨®n de su red haya alcanzado su punto de eficiencia ¨®ptimo. Pese a que la compa?¨ªa lusa ha venido cerrando estaciones de servicio no rentables, "cerca del 30% o 40% de nuestras estaciones de servicio", dice Brito, "a¨²n no han alcanzado los niveles de facturaci¨®n deseados". En la compa?¨ªa lusa son, pues, conscientes de que a¨²n tienen que hacer un gran trabajo de potenciaci¨®n de las actividades no oil de las estaciones, tiendas, restaurantes, etc¨¦tera.

Pese a los esfuerzos, buena parte de las estaciones espa?olas carecen de estos servicios. "Estamos abiertos", comenta el ejecutivo, "a posibles asociaciones con empresas que quieran cooperar con nosotros en la explotaci¨®n no oil de nuestras gasolineras en Espa?a".

De todos modos, la compa?¨ªa lusa no se ha quedado parada en Espa?a. En paralelo con sus esfuerzos en ese ¨¢mbito, Galp ha multiplicado sus acciones en el mercado espa?ol de carburantes. Al margen de la compra del 5% de CLH, de su presencia en GPL (pionera junto con Cepsa) y en las flotas marineras de Galicia (donde sus ventas subieron el 22% en 2004), Galp ha entrado en otras actividades. En 2004 empez¨® a suministrar combustible en varios aeropuertos espa?oles, entre ellos Madrid, Barcelona o Palma. Tambi¨¦n en octubre de ese mismo a?o se hizo con BP En¨¦rtica, la filial del grupo brit¨¢nico de distribuci¨®n de combustibles a domicilio, una operaci¨®n que le permiti¨® impulsar la presencia de su filial Galp ServiExpres y elevar su venta de productos petrol¨ªferos desde 1.252 a 1.812 millones de toneladas.