?Ser¨¢ la violencia una cuesti¨®n de tama?o?
Aterroriza pensar qu¨¦ clase de adolescentes disfrutan en pandilla grabando en un m¨®vil diversas vejaciones contra una ni?a con s¨ªndrome de Down para estallar en viriles carcajadas de casino electr¨®nico
Casos filmados
Las terror¨ªficas im¨¢genes de un grupo de soldados brit¨¢nicos apaleando con sa?a a varios ni?os en un solar de Irak son tan ultrajantes para cualquier noci¨®n de la dignidad humana como las risotadas del cabo, tambi¨¦n brit¨¢nico, que las filma. No se sabe lo que queda de la famosa flema inglesa, si se considera que sus hooligans son los m¨¢s violentos del mundo y que algunos de sus soldados, al menos en un pa¨ªs ocupado, se comportan del modo que puede verse. Luego se quejan si a un iluminado, tan ofendido como humillado, le da por liarse la dinamita -arma mucho menos sofisticada que un fusil de asalto reglamentario- a la cabeza y organiza su masacre particular. Como siempre, se trata de un caso aislado que no mancha el buen nombre de la instituci¨®n. Pero el nombre de una organizaci¨®n armada y estatal est¨¢ en entredicho cuando varios de sus representantes armados la emprenden a culatazos con un pu?ado de chiquillos. En Irak y en cualquier parte de este mundo. A saber qu¨¦ pasa en lo que no se est¨¢ filmando.
La sisa
Pero no s¨®lo en el p¨¦rfido Oriente prolifera el bandidaje vocacional. En M¨¢laga, "un grupo reducido" de agentes de la Guardia Civil (19 sobre 50, un 40% de los destinados en la Unidad Fiscal del aeropuerto andaluz) fueron detenidos por cometer un delito de cohecho. Las v¨ªctimas, de mayor¨ªa china, deb¨ªan entregar 50 euros a sus protectores, a fin de no ser demasiado estorbadas en el engorroso tr¨¢mite de revisi¨®n de los equipajes. Los chinos, que forman una gran familia, se advert¨ªan entre s¨ª, de modo que cualquiera que entrara o saliera de M¨¢laga por aeropuerto estaba al cabo de la calle acerca de lo que deb¨ªa llevar en mano para ocultar el contenido de sus b¨¢rtulos: nada de inter¨¦s, bocetos de unos zapatos de firma, falsificar algo m¨¢s serio. Alimentos, por ejemplo. Parece que era una pr¨¢ctica habitual del 40 % de los agentes propensos al atajo del redondeo.
Maltratar el aborto
El jubilado Gonzalo Giron¨¦s, ?catedr¨¢tico de Teolog¨ªa!, es aficionado a la estad¨ªstica, como Borges, pero a lo bestia. En una hojita arzobispal de Valencia va y suelta que las 63 mujeres asesinadas por sus compa?eros durante el a?o pasado no son nada al lado de los 85.000 abortos reconocidos para ese periodo, as¨ª que el cl¨¦rigo provecto echa sus cuentas y le salen l.350 ni?os muertos por cada mujer asesinada. Como no consta que las v¨ªctimas adultas hubieran abortado o se propusieran hacerlo, el m¨ªsero te¨®logo se ve obligado a arremeter contra las mujeres en general, primero por abortistas en potencia (el var¨®n todav¨ªa no goza de ese gustazo), y segundo por tirar de la lengua a sus parejas hasta obligarlas a matarlas. ?Jubilado? La miseria eclesi¨¢stica carece de fecha de caducidad, pero la sociedad debe defenderse de la triste obsesi¨®n de esos sujetos y de sus fechor¨ªas.
Ni eta ni ota
Lo que pasa es que la derecha no puede soportar que los socialistas encaren con perspectivas de ¨¦xito el fin m¨¢s o menos negociado de las atrocidades de ETA, porque esa era la gran tarea del torpe reinado aznarita y porque el rajoy-aznaritismo se ha cegado en la herc¨²lea tarea de sugerir que Rodr¨ªguez Zapatero es el mayor etarra honor¨ªfico de este mundo, as¨ª que hasta una de las respetables y respetadas v¨ªctimas del terrorismo va y dice que no entiende lo de negociar con el terrorismo vasco, porque si dejan las armas, desde d¨®nde van a negociar, y si no las dejan, qu¨¦ van a negociar, y entonces no es por distinguir entre v¨ªctimas de izquierda o de derecha, pero alg¨²n pretexto habr¨¢ que darle al canalla para que deje de serlo, alguna salida, alg¨²n escr¨²pulo, alguna consideraci¨®n para que deje de recurrir al bombazo y tentetieso. Salvo que se desee aplazar semejante advenimiento bajo la foto de Aznar, naturalmente.
Guantanamera
Mientras en la fachada de su secci¨®n de intereses en La Habana pasa alegres mensajes sobre los derechos humanos, Estados Unidos mantiene en Guant¨¢namo una prisi¨®n sin nombre que desde?a cualquier derecho conocido. Una comisi¨®n de expertos de la ONU en Derechos Humanos exige la clausura de ese centro de torturas, seg¨²n un informe que los sicarios de Bush han calificado de "habladur¨ªas", ya que los expertos no llegaron a visitar la prisi¨®n. En la letra peque?a viene que no lo hicieron porque se les denegaba el permiso para visitar a los presos, en una muestra m¨¢s de esa mezcla de cinismo y arrogancia con la que la primera potencia de este mundo arrasa Irak para liberarlo mientras mantiene (y no s¨®lo en territorio cubano) una hiriente llaga de arbitrariedad asesina indigna de cualquier pa¨ªs civilizado.
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