"La muerte de mi madre forj¨® mi car¨¢cter"
Aunque s¨®lo tiene 23 a?os, la tenista belga Justine Henin, la quinta del mundo, las ha visto ya de todos los colores. Cuando ten¨ªa once a?os, en la grada de la pista central parisiense, dijo a su madre que un d¨ªa jugar¨ªa la final de Roland Garros. Fue dos a?os antes de que falleciera. Un golpe terrible. Despu¨¦s tuvo problemas con su padre que la obligaron a emanciparse. M¨¢s adelante, cuando estaba a punto de disputar su primera final de un grand slam, en 2001, en Wimbledon, falleci¨® uno de sus abuelos, con el que manten¨ªa una entra?able relaci¨®n. Y su carrera ha estado tambi¨¦n marcada por lesiones importantes: la principal, un virus -cytomegalo- que la afect¨® durante la mayor parte de 2004. Sin embargo, no s¨®lo ha conseguido levantarse ante cada dificultad, sino que se ha convertido en una de las mejores del circuito: 45 semanas como n¨²mero uno, cuatro t¨ªtulos del Grand Slam -dos de Roland Garros, uno del Open de Australia y otro del Open de Estados Unidos- y 24 m¨¢s. Ahora, afirma, es feliz.
"Aparte de saltar en paraca¨ªdas, lo m¨¢s surrealista que he hecho, soy sencilla. Al final, no recuerdas las cosas que pose¨ªste, sino a quienes estuvieron a tu lado"
"Cuando estoy negativa, le pego a la bola amarilla y libero mi estr¨¦s. La enfermedad y la muerte acaban golpe¨¢ndonos a todos, pero hay que seguir"
Pregunta. Su vida no ha sido un camino de rosas.
Respuesta. No. Nunca fue f¨¢cil. Pero creo que no lo es para nadie. Es cierto que el gran drama de mi vida fue la p¨¦rdida de mi madre. Eso cambi¨® mucho las cosas. Me dej¨® un halo de tristeza. Pero, al tiempo, me oblig¨® a forjarme un car¨¢cter. Siempre he cre¨ªdo que si ahora soy lo que soy es en gran parte gracias a ello. Han pasado muchas cosas. Pero, cuando las super¨¦, me propuse que no deb¨ªa seguir viviendo en el pasado. Hay circunstancias que no pueden cambiarse. Pero, si miro hacia adelante, me siento rodeada de buenas personas y soy feliz.
P. ?De d¨®nde le sale toda esa fuerza interior?
R. Un poco de todas las pruebas que he debido ir superando. Te obligan a luchar para sobrevivir y a ir al l¨ªmite de tus fuerzas. Es triste, pues me gustar¨ªa ser menos fuerte y tener a¨²n a mi madre. Sin embargo, no hay nada f¨¢cil. Siempre tienes que luchar: para conservar a la gente que amas, para estar bien... Haber comprendido todo eso me ayuda mucho.
P. Parece una persona de creencias firmes y s¨®lidas.
R. Digamos que tengo valores. Y me engancho a ellos. Hay unas directrices, unos principios, de los que intento no desviarme. Pretendo que quien est¨¦ a mi lado se sienta bien. Aunque comprendo que mi verdadera vida comenzar¨¢ cuando deje el tenis, dentro de unos cinco a?os. Entonces ser¨¢ el momento de pensar en tener hijos.
P. ?Cu¨¢les son esos principios?
R. Me tengo por leal. Pienso que la generosidad forma parte de mi vida. No tengo inconveniente en mostrarme tal como soy. Prefiero hacer un regalo que recibirlo. Es un poco mi principio de vida: lo importante es dar sin esperar necesariamente nada a cambio. Por otra parte, el respeto es algo capital para m¨ª. Tanto en la relaci¨®n profesional como en la personal con mi pareja, entre Carlos [Rodr¨ªguez, su entrenador] y yo, en el trabajo, con mis amigos, con mi familia... Son conceptos que componen la base de mi vida.
P. ?Una cuesti¨®n de fe?
R. Tengo la base de alguien creyente. Pero ahora mismo no me hago m¨¢s preguntas. Tengo ganas de creer en muchas cosas. Pero algunas veces es necesario quedarte s¨®lo con la realidad m¨¢s palpable.
P. Los que la rodean le han ayudado mucho, ?no?
R. S¨ª, enormemente. Mi marido, mi entrenador, las personas cercanas me ayudan a seguir adelante porque llevo una vida de mucha tensi¨®n y presi¨®n, de mucho sacrificio, y no es f¨¢cil de asumir.
P. ?Hubo momentos en los que el tenis le salv¨®?
R. S¨ª; es una parte fundamental de mi vida. Cuando estoy negativa, voy a la pista, golpeo la bola amarilla y liber¨® mi estr¨¦s. Es verdad que si no fuese por el tenis habr¨ªa habido partes de mi vida m¨¢s dif¨ªciles de lo que han sido.
P. ?Su peor momento?
R. La p¨¦rdida de alguien, la enfermedad, es lo m¨¢s dif¨ªcil. Cre¨¦ una fundaci¨®n en B¨¦lgica, Los Vencedores de Justine, y ayudo a los ni?os con c¨¢ncer. Es muy gratificante. Les visito y me doy cuenta de que es lo peor: la injusticia y la enfermedad de los ni?os. Me siento implicada en ayudarles.
P. ?El mejor recuerdo?
R. No es del tenis. El d¨ªa de mi boda fue un momento privilegiado. Pero la felicidad est¨¢ en lo cotidiano, en las peque?as cosas, en estar rodeada de aqu¨¦llos a las que amo, en ir a un pic-nic... Me gustan las fiestas de Navidad. La ¨²ltima fue particular: sal¨ª de compras con mi marido, lo preparamos todo... Hay que construir cada d¨ªa tu felicidad. Tuve grandes alegr¨ªas con el tenis, evidentemente, pero para m¨ª es m¨¢s importante sentir que hay personas que me aman y que yo tambi¨¦n las amo.
P. ?Se siente ahora una privilegiada?
R. Ciertamente. Todos tenemos que superar pruebas. Las enfermedades y la muerte, a veces demasiado pronto, acaban golpe¨¢ndonos.Pero la vida es as¨ª. Sin embargo, hay que seguir andando. Tengo mi familia, una suerte inaudita por hacer todo lo que hago. Intento aprovechar cada momento al m¨¢ximo.
P. ?Tiene un gran coche, una gran casa? ?Hace cosas extraordinarias?
R. Aparte de saltar en paraca¨ªdas, que es lo m¨¢s surrealista que he hecho, soy sencilla. No necesito nada de eso para sentirme bien. Creo que lo m¨¢s importante son las personas. Al final, no recuerdas las cosas que pose¨ªste, sino a quienes estuvieron a tu lado.
P. ?Cu¨¢l es su objetivo esta temporada?
R. B¨¢sicamente, poder concluirla sin lesionarme de nuevo. Por eso tendr¨¦ que reducir el calendario de torneos a un m¨¢ximo de 17 o 18. Mi sue?o es ganar otra vez el de Roland Garros. Naturalmente, me gustar¨ªa clasificarme para el Masters, que se disputar¨¢ en noviembre en Madrid.
P. ?Qu¨¦ opina del regreso de la suiza Martina Hingis despu¨¦s de estar ausente tres cursos por una lesi¨®n?
R. El pasado a?o estuve entren¨¢ndome con ella en alguna ocasi¨®n y ya me di cuenta de que estaba para volver. Por eso su regreso no me ha sorprendido. Creo que es una jugadora muy carism¨¢tica y tiene una gran calidad. Ahora se juega de forma m¨¢s f¨ªsica que antes. Pero en cuanto coja el ritmo de juego y recupere la confianza volver¨¢ a estar entre las mejores. No tengo ninguna duda de ello.
P. ?Cree que la rusa Mar¨ªa Sharapova puede ganar otro grand slam si las dem¨¢s est¨¢n a su mejor nivel?
R. En el Open de Australia me demostr¨® que tiene el nivel de las mejores. Es una luchadora y posee talento. Adem¨¢s, es muy dif¨ªcil que las dem¨¢s no tengamos lesiones o un momento de baj¨®n. Ella, entonces, puede aprovechar esas oportunidades.
P. ?C¨®mo ve el circuito?
R. Muy vivo. A diferencia de lo que ocurre con [el suizo Roger] Federer en el masculino, en el femenino no hay una dominadora clara. El a?o pasado hubo cuatro campeonas distintas en los cuatro torneos del Grand Slam. Eso demuestra que hay m¨¢s igualdad e incertidumbre. Nunca sabes lo que va a ocurrir. En Australia vi a muchas jugadoras j¨®venes que no sab¨ªa ni que existieran y que tienen un gran nivel. Adem¨¢s, creo que hay jugadoras que aprovechan tambi¨¦n su glamour. Eso es bueno para nuestro circuito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.