El Ejecutivo de S¨®crates intenta reanimar una econom¨ªa maltrecha

Sus partidarios dicen que es un reformista de centro con las ideas muy claras; la extrema izquierda le llama ultraliberal; la derecha y una parte de la elite medi¨¢tica lo ven como un optimista irredento fascinado por EE UU y Espa?a. Mientras, el pa¨ªs asiste entre esperanzado y esc¨¦ptico al tratamiento de choque que el primer ministro socialista portugu¨¦s, Jos¨¦ S¨®crates, de 48 a?os, ha aplicado en su primer a?o de Gobierno con mayor¨ªa absoluta a la maltrecha, muy proteccionista y burocr¨¢tica econom¨ªa nacional, estancada desde 2000 y azotada por el d¨¦ficit (6% en 2005, 4,6% previsto este a?o), el paro (en enero, en su m¨¢ximo hist¨®rico del 8%) y una previsi¨®n de crecimiento de apenas el 0,8% para este a?o.

Frente a la terquedad de esos n¨²meros, en las ¨²ltimas semanas el Gobierno de S¨®crates ha opuesto una actividad fren¨¦tica: ha anunciado una veintena de grandes inversiones extranjeras y p¨²blicas, reordenado el mercado energ¨¦tico, dado a la luz un ambicioso Plan Tecnol¨®gico, firmado un amplio acuerdo de colaboraci¨®n con Microsoft, publicado 10 medidas contra la burocracia, flexibilizado los tr¨¢mites para crear empresas... La economista Teodora Cardoso cree que los problemas de la econom¨ªa lusa son estructurales y no se resuelven con medidas coyunturales, aunque el Gobierno est¨¢ trabajando en la l¨ªnea acertada: "Lo m¨¢s importante es estabilizar el d¨¦ficit mediante la reforma de los servicios p¨²blicos y atajar otros problemas estructurales de fondo para aumentar el atractivo del pa¨ªs como lugar de inversi¨®n".

Cardoso apunta a la reforma laboral como objetivo deseable, y pocos dudan de que S¨®crates acabar¨¢ lidiando tambi¨¦n ese toro, aunque ello le cueste alejarse del ala m¨¢s izquierdista del partido.