La hora de Kosovo
Serbios y albanokosovares se han sentado juntos por vez primera a una mesa en Viena, auspiciados por Naciones Unidas, para acordar una agenda de negociaciones que resuelva definitivamente el estatuto de Kosovo. Siete a?os despu¨¦s de que la ONU se hiciera cargo de la provincia serbia de mayor¨ªa albanesa, tras los bombardeos de la OTAN que expulsaron del territorio a las fuerzas de Slobodan Milosevic, la Uni¨®n Europea y EE UU consideran inaplazable la estabilizaci¨®n de una piedra angular de los Balcanes.
La situaci¨®n de Kosovo es insostenible. La frustraci¨®n albanokosovar (90% de la poblaci¨®n) no ha dejado de crecer y tiene repercusiones pol¨ªticas, econ¨®micas y de seguridad que a la ONU le resultan progresivamente inmanejables. El Parlamento ha elegido r¨¢pidamente a un moderado, Fatmir Sejdiu, para reemplazar como presidente al fallecido Ibrahim Rugova, con una sola idea en el horizonte: independencia este a?o. La versi¨®n oficial de las negociaciones de Viena reza que se inician sin apriorismos sobre su desenlace. La real, anunciada sotto voce a Belgrado por la diplomacia del "grupo de contacto", es que ha llegado el momento de que Serbia se haga a la idea de que el territorio sobre el que ejerci¨® una inmisericorde represi¨®n durante m¨¢s de una d¨¦cada va a volar solo. Ser¨¢ una independencia condicional, vigilada por la UE y con un mantenido despliegue de la OTAN. Las negociaciones van a tratar en realidad sobre las garant¨ªas para los 100.000 serbios que todav¨ªa habitan entre los dos millones de musulmanes de Kosovo.
El proceso abierto en Viena requiere tacto por parte de la comunidad internacional. Belgrado considera oficialmente inconcebible el desenlace anunciado para lo que considera su cuna hist¨®rica. Un exceso de presi¨®n sobre los serbios podr¨ªa espantarlos, agitar Kosovo a¨²n m¨¢s y jugar a favor de los ultranacionalistas que todav¨ªa tienen vara alta en Serbia. Pero, con buen criterio, las potencias occidentales han decidido que ¨¦ste es el momento para zanjar un contencioso apremiante. Precisamente cuando mejora el panorama pol¨ªtico y econ¨®mico en los turbulentos Balcanes y el sue?o europeo se abre paso, a diferentes velocidades, en Macedonia y Croacia, Bosnia y Serbia, Albania, Rumania o Bulgaria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.