Carri¨¨re dramatiza el debate sobre los indios de Sep¨²lveda y De las Casas

Jean-Claude Carri¨¨re ha reunido en su obra La controversia de Valladolid las grandes pasiones de su vida: la historia, el cine, el teatro y la literatura. Su versi¨®n teatral del debate que mantuvieron Bartolom¨¦ de las Casas y Gin¨¦s de Sep¨²lveda, cuando a ra¨ªz de la conquista de Am¨¦rica discutieron si los indios ten¨ªan alma o no, llega al teatro de la Abad¨ªa, de Madrid, con direcci¨®n de Carles Alfaro y con Ferr¨¢n Ra?¨¦, impulsor del proyecto, al frente del reparto.

Carri¨¨re, conocido por sus trabajos con Peter Brook, Milos Forman o Luis Bu?uel, del que fue guionista cuatro lustros, se adentr¨® en este proyecto por encargo de la televisi¨®n francesa. Primero tuvo en las manos una novela; despu¨¦s, un gui¨®n, y m¨¢s tarde, la obra de teatro que desde ma?ana y hasta el 5 de marzo se podr¨¢ ver en la Abad¨ªa con el nombre de La controversia de Valladolid. Se trata del mismo montaje que se vio en el barcelon¨¦s Grec el pasado julio.

Un espect¨¢culo en el que se recrea el debate que surgi¨® en 1550 y que Carri¨¨re ha centrado en la discusi¨®n entre Sep¨²lveda, propugnador de la evangelizaci¨®n radical y defensor de la guerra contra los indios, y De las Casas, favorecedor de la causa india y contrario a la esclavitud. El primero contaba con el apoyo de colonos y conquistadores, mientras que el segundo denunciaba los cr¨ªmenes coloniales.

El origen de este montaje se sit¨²a en 1990, cuando la televisi¨®n francesa le pidi¨® a Carri¨¨re escribir una obra de ficci¨®n con motivo del V centenario del descubrimiento de Am¨¦rica: "No pod¨ªa so?ar con historias de caballer¨ªas, ni tan siquiera con un viaje a M¨¦xico, y record¨¦ esta confrontaci¨®n; la televisi¨®n francesa acept¨® la propuesta, tuvimos mucho ¨¦xito y conseguimos numerosos premios", comenta desde M¨¦xico el escritor, que no qued¨® tan contento cuando pocos a?os despu¨¦s varios grupos de teatro empezaron a poner en pie ese gui¨®n como si se tratara de teatro.

"Me parec¨ªan acercamientos un poco torpes y tom¨¦ la decisi¨®n de no autorizar los derechos, pero a cambio escrib¨ª una obra con el mismo tema y 25 minutos m¨¢s larga". Su texto, vestido de dramaturgia, se estren¨® en 1999 en Par¨ªs y despu¨¦s viaj¨® a M¨¦xico, Colombia, Nueva York, Italia y numerosos pa¨ªses, entre ellos Espa?a, con el grupo Rayuela. Ahora ha sido el director Carles Alfaro quien la ha montado con nueve actores, entre los que se encuentran, adem¨¢s de Ra?¨¦, Manuel Carlos Lillo y Enric Benavent. "Un trabajo que me ha gustado mucho, no hay nada arbitrario en ¨¦l. Alfaro ha hecho algo muy especial con el movimiento y los actores son magn¨ªficos", se?ala Carri¨¨re, quien confiesa que para ¨¦l es un placer escuchar La controversia en su idioma original.

El texto de Carri¨¨re, del que algunas p¨¢ginas se han incorporado a libros escolares de Francia y M¨¦xico, fue escrito antes de la guerra de Irak. "Pero siempre hay relaciones entre el pasado y el presente, sobre todo cuando hablamos, como aqu¨ª, del problema del otro, que al final siempre es un ser humano como yo, pero que no habla el mismo idioma, no adora a los mismos dioses, no tiene la misma comida".

Para Carri¨¨re, De las Casas es un avanzado a su tiempo, mientras Sep¨²lveda es la tradici¨®n, un ser r¨ªgido, ¨¢rido. "Para m¨ª lo mejor ser¨ªa que el p¨²blico, al ver esta obra, se encontrara frente a un viejo espejo en el que pudi¨¦ramos ver algo de nosotros, porque significar¨ªa que hablamos de nuestras ra¨ªces, as¨ª es como realmente est¨¢bamos y quiz¨¢ como ahora somos...; la obra es un espejo, no est¨¢ para dar lecciones", dice Carri¨¨re, que est¨¢ convencido de que en La controversia... se ve la postura de algunos americanos: "Lo digo en referencia a su idea del derecho de intervenci¨®n, de ir a otro pa¨ªs armados porque tienen la teor¨ªa de que son b¨¢rbaros". El autor no duda de que entre George Bush y Sep¨²lveda hay mucho en com¨²n: "Est¨¢n en posesi¨®n de la verdad, entre ellos hay una relaci¨®n muy estrecha, pero yo prefiero seguir pensando aquello de que hay que seguir a la gente que busca la verdad y siempre hay que huir de aquellos que la han encontrado".

Alfaro ha pretendido con esta puesta en escena hacer un "ejercicio de voyeurismo hist¨®rico" y recrearse en un debate que tuvo tremenda trascendencia.