Romy Schneider, la luz de una bella 'torera'

Con unas botas blancas de Courr¨¨ges y un sombrero cordob¨¦s, Romy Schneider juega a torera. Son los a?os sesenta y la actriz austriaca rueda en Espa?a la pel¨ªcula Diez y media de la noche, en verano, de Jules Dassin. Un joven fot¨®grafo espa?ol, C¨¦sar Lucas, sigui¨® durante varios d¨ªas los pasos del equipo de la pel¨ªcula. Junto a Schneider (que cumpli¨® 28 a?os durante el rodaje), beben y r¨ªen la escritora Marguerite Duras, autora del gui¨®n; Melina Mercuri, coprotagonista del filme y esposa de Dassin, y el actor Peter Finch. La c¨¢mara no molesta a nadie y Romy Schneider, estrella del filme, deja que le sigan los pasos. Pese al aire ligero y feliz de los rostros, una sombra tr¨¢gica sobrevuela la serie de 40 fotograf¨ªas in¨¦ditas que desde ayer y hasta el 17 de abril se exponen en la galer¨ªa Hartmann de Barcelona. Dassin fue enterrado por la caza de brujas y la risue?a y luminosa Sissi se acab¨® suicidando en su apartamento de Par¨ªs meses despu¨¦s de la terrible muerte de su hijo David. Detr¨¢s quedaba una fatal estela de alcohol, drogas e infortunios amorosos capitaneados por el que fue su eterno novio y amigo: Alain Delon.

"Se trata de una serie de fotoperiodismo muy de aquella ¨¦poca", explica C¨¦sar Lucas. "Hoy es casi impensable una historia gr¨¢fica de este tipo, se hacen posados pero no una narraci¨®n period¨ªstica con im¨¢genes. No se hacen historias gr¨¢ficas como por ejemplo las que hizo Annie Leibovitz siguiendo a las estrellas del rock... Hoy vale con un retrato o una foto robada en un estreno o un aeropuerto".

Las obras que ahora se exponen fueron realizadas en el mes de septiembre de 1966 en Segovia. Adolfo Fern¨¢ndez-Punsola, comisario de la exposici¨®n, las encontr¨® por casualidad. "En el a?o 59 C¨¦sar Lucas hizo un reportaje del Che en Madrid. Supe de aquellas fotos, que pertenec¨ªan a Europa Press, y montamos una exposici¨®n. Qued¨® muy bien y como soy un apasionado del fotoperiodismo, C¨¦sar y yo nos hicimos amigos. Le ped¨ª una selecci¨®n de fotograf¨ªas suyas y me mand¨® un disco con mucho material". Entre ese material estaba una fotograf¨ªa que a Fern¨¢ndez-Punsola le llam¨® la atenci¨®n. "?Qu¨¦ hac¨ªan juntas Romy Schneider, Marguerite Duras y Melina Mercuri? Me extra?¨® y llam¨¦ a C¨¦sar. Era una imagen del rodaje de una pel¨ªcula que se realiz¨® en Espa?a pero que jam¨¢s se lleg¨® a estrenar aqu¨ª".

Seg¨²n el comisario, se trata de un material "ins¨®lito, maravilloso". "Hay miles de detalles", dice. El anillo que lleva Romy Schneider, regalo de Visconti; sus botas moongirl; desatada en una capea o tomando cabizbaja un caf¨¦ en una terraza. Pese a la luz que desprend¨ªa entonces la bella actriz su oscura intensidad emocional asomaba ya. Adem¨¢s, est¨¢ el choque con la Espa?a de los a?os sesenta: en una plaza de toros se les recibe con el cartel "Que viva er cine". "El equipo t¨¦cnico era todo espa?ol", recuerda C¨¦sar Lucas. "Y la verdad es que el contraste era enorme". Con gafas de sol y gesto torcido, la actriz se queja a un guardia civil de alguien que la molesta. "Ten¨ªa una mezcla curiosa", recuerda el fot¨®grafo. "Aire de la alta sociedad alemana pero a la vez muy latina. Entonces era muy divertida, contagiaba alegr¨ªa. Una pena que la vida la maltratara".