La Conferencia Episcopal debate desde hace meses un documento sobre la unidad de Espa?a

Los obispos creen que algunas iniciativas del Gobierno socialista tienen una "gravedad moral que dif¨ªcilmente admite parang¨®n en el derecho comparado". Lo dice la Comisi¨®n Permanente de la Conferencia Episcopal, reunida esta semana en Madrid. Su portavoz, el jesuita Juan Antonio Mart¨ªnez Camino, habl¨® ayer de "discrepancias grav¨ªsimas" con el Ejecutivo y tach¨® de "extremista" la ley de las llamadas t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida. Desde hace meses, los prelados debaten un documento sobre la unidad de Espa?a, promovido principalmente por el arzobispo primado de Toledo y nuevo cardenal, Antonio Ca?izares. Ayer expresaron su apoyo a las v¨ªctimas de ETA, relacionando justicia y perd¨®n.

"La justicia no se contrapone con la concordia y el perd¨®n", dijo el secretario general y portavoz de los obispos sobre una hipot¨¦tica negociaci¨®n para acabar con el terrorismo etarra, y si la misma debe concluir en que no haya "ni vencedores ni vencidos". Mart¨ªnez Camino afirm¨® con contundencia que "la causa de las v¨ªctimas es la causa de la Conferencia Episcopal". "Siempre", insisti¨®. El asunto no ven¨ªa reflejado en el comunicado final de la Comisi¨®n Permanente y surgi¨® durante la conferencia de prensa, pero el portavoz tra¨ªa la respuesta preparada, y se ayud¨® con la lectura de p¨¢rrafos del documento con el que en noviembre de 2002 la Conferencia Episcopal intent¨® cerrar definitivamente algunas acusaciones de connivencia con el nacionalismo, a causa, sobre todo, de la oposici¨®n de los prelados del Pa¨ªs Vasco a la Ley de Partidos y a la consiguiente ilegalizaci¨®n de Batasuna.

"Un aspecto especialmente importante en el que se evidencia esta perversa politizaci¨®n [de la vida social a causa del terrorismo] es el olvido que, con frecuencia, sufren las v¨ªctimas del terrorismo y su drama humano. Atender a las personas golpeadas por la violencia es un ejercicio de justicia y caridad social y un camino necesario para la paz", dijeron los obispos en aquella Instrucci¨®n Pastoral, titulada Valoraci¨®n moral del terrorismo en Espa?a, de sus causas y de sus consecuencias.

Mart¨ªnez Camino puso ayer por testigo esa instrucci¨®n en todos sus aspectos, por ejemplo en la insistencia en que "entre las primeras obligaciones de los cristianos" se encuentra la del acompa?amiento y atenci¨®n pastoral de las v¨ªctimas. Cit¨® el documento: "Es una exigencia de justicia y de caridad estar a su lado y atender las necesidades y justas reclamaciones de las personas y de las familias que han sufrido el zarpazo del terrorismo. Sentimos como propia la preocupaci¨®n de los que viven en un estado constante de amenaza o de presi¨®n violenta, conscientes de que ignorar la realidad de las ofensas padecidas es pretender un proceso ilusorio, incapaz de construir una convivencia en paz".

"Estar con las v¨ªctimas significa que es necesario no ignorar el da?o que se les ha causado y que se les causa para cualquier camino que haya que buscar en el futuro. No se puede ignorar la realidad de la ofensa producida porque ser¨ªa pretender un proceso ilusorio", a?adi¨® el portavoz episcopal antes de proclamar que la justicia no se contrapone con la concordia.

"Aqu¨ª est¨¢ pasando algo"

Antes, el portavoz de los obispos hab¨ªa reconocido que desde hace meses se discute en diferentes niveles de la Conferencia Episcopal sobre la conveniencia de publicar un documento sobre la unidad de Espa?a. Desminti¨®, en cambio, que esta semana se haya hablado en la Comisi¨®n Permanente sobre el proyecto de Estatuto para Catalu?a.

El debate sobre la unidad de Espa?a est¨¢ siendo propiciado por el nuevo cardenal y primado de Toledo, Antonio Ca?izares, que considera el asunto "una cuesti¨®n moral". Pese a que no es la primera vez que los prelados se pronuncian sobre este tema -en el documento sobre el terrorismo hay varios p¨¢rrafos de condena del "nacionalismo totalitario"-, Antonio Ca?izares considera que algunas acciones del Gobierno socialista les exige volver a alzar la voz.

Ayer, en declaraciones a la cadena Cope, el ya cardenal Ca?izares adelant¨® sus argumentos. Espa?a, dijo, "es un gran pueblo", pero en un momento dado "puede tener un periodo de aletargamiento o de no saber bien d¨®nde est¨¢". A?adi¨®: "Hay unas antenas de la gente que est¨¢ diciendo que aqu¨ª est¨¢ pasando algo, y algo realmente muy importante. Empieza un despertar en el que hay que ayudar a la gente a sensibilizarse, y eso se logra diciendo qu¨¦ es lo que est¨¢ sucediendo en nuestra sociedad".

En el punto 29 de la Instrucci¨®n Pastoral de 2002, como matizaci¨®n a sus obispos en el Pa¨ªs Vasco, la Conferencia Episcopal dijo: "Resulta moralmente inaceptable que las naciones pretendan unilateralmente una configuraci¨®n pol¨ªtica de la propia realidad y, en concreto, la reclamaci¨®n de la independencia en virtud de su sola voluntad. La Doctrina Social de la Iglesia reconoce un derecho real y originario de autodeterminaci¨®n pol¨ªtica en el caso de una colonizaci¨®n o de una invasi¨®n injusta, pero no en el de una secesi¨®n".