Los vecinos reciben un folleto municipal con las tasas de 2004, muy inferiores a las de este a?o

Los tr¨ªpticos que el Ayuntamiento lleva un mes enviando a los residentes afectados por la ampliaci¨®n del servicio de estacionamiento restringido (SER) contienen las tarifas de 2004, en lugar de las correspondientes a este a?o. As¨ª, consta que el estacionamiento de un veh¨ªculo por dos horas en zona azul cuesta 1,6 euros, cuando la tarifa real es un 59% superior: 2,55 euros. Tampoco es peque?a la diferencia entre la informaci¨®n municipal y la realidad de lo que tiene que pagar una persona que aparque durante una hora y media: un euro frente a un precio efectivo de 1,55 euros. Las ¨²nicas cifras correctas son las que informan de lo que tendr¨¢n que desembolsar los residentes por un distintivo mensual (2,05 euros) y por uno anual (24,6 euros) en las plazas verdes.

Lo que en el Consistorio califican como una "errata" es para el PSOE un folleto oficial que el Consistorio ha de cumplir. En caso contrario, asegur¨® el concejal Manuel Garc¨ªa-Hierro, "un ciudadano podr¨ªa denunciar al Ayuntamiento". "No sabemos si se trata de un error involuntario o es que realmente no quieren ofrecer los precios reales", asegur¨® la portavoz socialista, Trinidad Jim¨¦nez. Tambi¨¦n critic¨® la "desfachatez" del Consistorio, porque la carta que acompa?aba al folleto justifica la ampliaci¨®n del SER por "el clamor en la calle que lo exige".

Una portavoz de la Concejal¨ªa de Seguridad y Servicios a la Comunidad asegur¨® que "lamentan" el error, pero que no tiene ninguna validez legal, ya que "los precios est¨¢n regulados en la ordenanza fiscal". Tambi¨¦n rest¨® importancia a la errata porque los folletos estaban destinados a los residentes y los precios de sus tarjetas eran correctos. Seg¨²n esta portavoz, las nuevas tarifas entraron en vigor el 1 de enero de este a?o y se ha informado a los ciudadanos de los precios reales mediante otros medios.

Un error similar hizo que una madrile?a comprara en septiembre del a?o pasado un coche de lujo al 20% de su precio real. La mujer recibi¨® un folleto que informaba del precio del veh¨ªculo: 9.000 euros, cuando en realidad costaba 45.000. La mujer recurri¨® al Instituto Regional de Arbitraje de Consumo, que dictamin¨® que el concesionario ten¨ªa que vender el coche al precio por el importe publicitado.