Espa?oles hasta las cachas

Quiz¨¢ no parezcamos tan bajitos, morenos y cabreados por haber fornicado poco, pero los valencianos prolongamos una imagen ya cl¨¢sica que se viene repitiendo con peque?as y precarias variantes en las macroencuestas peri¨®dicas que realiza el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS). La ¨²ltima corresponde al pasado mes de diciembre y se ha divulgado esta semana. No es ¨¦ste el espacio ni estamos capacitados para glosar sus muchos y aleccionadores datos sociol¨®gicos, pero hay algunos y acaso los m¨¢s notables que casi se comentan por s¨ª mismos.

Empecemos por el de nuestra espa?olidad, tantas veces cuestionada por mor de una presunta identidad diferenciada que una encuesta tras otra deja en agua de borrajas, o casi. En realidad, somos espa?oles hasta las cachas, como revela el 92,4 % de los consultados que se declara bastante o muy orgulloso de serlo. Ante este panorama, no deja de chocarnos la persistencia de tantas siglas partidarias y nacionalitarias que, en su conjunto, no suman m¨¢s que el 4,5% de la poblaci¨®n consultada. Muy parco universo para que aniden tantas opciones, a menudo indiscernibles, pero a las que no se les puede negar la robusta moral que les alienta.

En cambio, o puede ser que por ello mismo, ha echado ra¨ªces la vocaci¨®n autonomista, como indica ese 82 % que se identifica o pide que se ampl¨ªe el grado actual de autonom¨ªa. En este aspecto y por estos pagos el r¨¦gimen tal cual est¨¢ bien consolidado. La identificaci¨®n es tan acentuada que ni siquiera se ha considerado poco o nada necesaria (4l%) la reforma del Estatuto. Del t¨¦rmino "naci¨®n" ni hablemos: el 75% no quiere saber nada del asunto o est¨¢ muy en contra. Claro que lo asombroso hubiera sido otro resultado. Hasta tal punto que se nos antoja mero regodeo del mentado instituto encuestador proponer esta cuesti¨®n al opinante valenciano.

En punto a la n¨®mina de problemas que preocupan al vecindario se constata que la inmigraci¨®n ocupa el primer lugar (32,9%). De la documentaci¨®n a nuestro alcance no se desprende el motivo, siendo as¨ª que entre el censo valenciano no ha hecho mella el racismo (3%). ?Ser¨¢ por temor a la competencia laboral, a los problemas del multiculturalismo, a la colonizaci¨®n del pa¨ªs? Quiz¨¢ convenga explicar que sin inmigrantes jam¨¢s llegaremos a cobrar las pensiones. La inseguridad ciudadana (32,6%) es la segunda de las cuestiones que inquietan al personal, lo cual parece doblemente l¨®gico por la cantidad de sucesos que se producen -aunque las cifras indiquen una tendencia decreciente- y la explotaci¨®n que la derecha gobernante hace de ellos, pues es una forma como otra de desgastar al gobierno central.

No preocupan, parad¨®jicamente, la pol¨ªtica del agua y los trasvases (3,3%), la especulaci¨®n urban¨ªstica con la construcci¨®n masiva (3%) y la corrupci¨®n y el fraude (5%), lo que nos lleva a pensar que andan errados los discursos pol¨ªticos y medi¨¢ticos en que se abunda. ?Habr¨¢, pues, que soslayar los referidos problemas por no figurar en el repertorio de los que m¨¢s inciden entre los ciudadanos? ?Deducir¨¢n los pol¨ªticos de uno y otro bando que, ante la falta de sanci¨®n social y, previsiblemente, la escasa o nula repercusi¨®n en las urnas, pueden sacudirse las responsabilidades y desentenderse del urbanismo, la sequ¨ªa o escasez y las maldades que se denuncian por doquier? Gestionar los negocios p¨²blicos o fiscalizarlos a golpe de encuesta conlleva estos riesgos.

En todo caso, el presidente Francisco Camps no ha de alarmarse mucho por el estado de opini¨®n que le concierne. Aunque haya parcelas que se le critican, como las pol¨ªticas de vivienda y agricultura, que suscitan un 46 % de descontento, ¨¦l sale bien parado. No s¨®lo se aprueba la gesti¨®n de su gobierno en estos dos ¨²ltimos a?os (81,7%), sino que su actuaci¨®n personal es calificada de buena o muy buena por el 43,8 %. A mayor abundamiento, casi el 50 % de los preguntados le tienen por inteligente, eficaz y simp¨¢tico, lo que, no obstante, contrasta con un porcentaje similar (48,6%) de quienes dicen que les inspira poca o ninguna confianza. Un dato que podr¨ªa sugerir una divisi¨®n acentuada del electorado cuando lo cierto es que el 60% se sit¨²a en el centro, que se disputan por igual populares y socialistas, con una liger¨ªsima ventaja de ¨¦stos, lo que consignamos para que no se desalienten. ?Y la izquierda? Eso, otro d¨ªa.