Bilbao, bajo una mirada privilegiada
El¨ªas Mas, arquitecto municipal hasta hace un a?o de la capital vizca¨ªna, ha vivido en primera l¨ªnea su revoluci¨®n urban¨ªstica
El arquitecto El¨ªas Mas (Manlleu, Barcelona; 1945) conversa con una energ¨ªa y un buen humor que no casan con un presunto convaleciente de un infarto cerebral. Sin embargo, como ¨¦l mismo confirma, sufri¨® un ictus y ya hace un a?o que no pasa por la oficina del Ayuntamiento de Bilbao desde la que ejerc¨ªa como arquitecto municipal. Responsable, como tal, de la rehabilitaci¨®n del Arriaga o del Casco Viejo tras las inundaciones de 1983, del paseo de Uribitarte o de la recuperaci¨®n de la Alh¨®ndiga, El¨ªas Mas ha sido adem¨¢s uno de los impulsores de la regeneraci¨®n del Gran Bilbao tras la terrible crisis de los a?os setenta y ochenta.
Mas se muestra sincero al recordar estos ¨²ltimos 25 a?os. "En ning¨²n momento se vislumbraba en aquellos ochenta tan aciagos los resultados actuales. Segu¨ª bastante toda la preocupaci¨®n por la regeneraci¨®n del Bilbao metropolitano porque, adem¨¢s de arquitecto municipal, era el presidente del COAVN [el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro]. Evidentemente, hab¨ªa una inquietud y mucha esperanza, pero en la soluci¨®n final hay ingredientes de oportunidad y de suerte que han motivado que el resultado haya sido bastante m¨¢s espectacular de lo que se pensaba".
La clave fundamental para este arquitecto fue que todas las instituciones (gobiernos espa?ol y vasco, Diputaci¨®n y ayuntamientos) arrimaron el hombro en la financiaci¨®n de los proyectos. El momento en el que ya se ve claro que el cambio puede producirse llega con aquel encuentro en 1993 en el que participaron Norman Foster, Frank Gehry y otros arquitectos y se presentaron las maquetas en el Museo de Bellas Artes. "Es entonces cuando tambi¨¦n se comienza a trabajar en la marca Bilbao y a presentarla fuera. Aquella experiencia fue muy interesante y nos llev¨® a Glasgow, Bruselas, Mil¨¢n o Londres, pero tambi¨¦n a lugares como Ourense, con todos mis respetos, donde nos trataron de maravilla".
Mas recuerda la diferente recepci¨®n al nuevo Bilbao en la propia villa y en aquellas conferencias por Europa. "La reacci¨®n en el extranjero era sumamente positiva, frente al escepticismo que se viv¨ªa en Bilbao. Y lo entiendo, porque desde a?os atr¨¢s padec¨ªamos una crisis industrial profunda y el cl¨¢sico esp¨ªritu optimista de la ciudad estaba por los suelos, aunque ya se hubieran puesto los cimientos del metro de Foster o del Guggenheim". Y tambi¨¦n es cierto que en Bilbao se hablaba m¨¢s de proyectos concretos de arquitectos buen¨ªsimos, pero de distintas extracciones estil¨ªsticas, que del conjunto. "La gente de fuera se asombraba de lo que ¨ªbamos a hacer", confirma.
En la famosa pol¨¦mica sobre el Guggenheim, Mas fue uno de sus principales defensores, aunque luego no ha llegado a convencerle su actual orientaci¨®n, apostilla. "Yo pensaba que pod¨ªa servir como referente de interrelaci¨®n de culturas y que pod¨ªa generar programas de apoyo a la creaci¨®n vasca y eso no ha ocurrido. Afortunadamente, al final esta alternativa la ha llevado a cabo Bilboarte, una iniciativa muy bonita en cuyo proyecto colabor¨¦ y del que estoy muy orgulloso", dice.
"Eso s¨ª, no hay que olvidar que el Guggenheim indudablemente ha sido un bombazo; toda una referencia en el mundo". ?Qu¨¦ hubiera ocurrido si el proyecto de Gehry hubiese surgido del estudio de un arquitecto del COAVN? El¨ªas Mas lo tiene claro: "Le habr¨ªan corrido a pedradas. Como arquitecto de aqu¨ª, s¨ª echo en falta una consideraci¨®n m¨¢s clara para nuestros profesionales. Nadie entend¨ªa los primeros dibujos de Gehry, pero se confi¨® porque ya empezaba a tener cierto renombre".
La capital vizca¨ªna contin¨²a su imparable crecimiento, ahora con el proyecto de Zaha Hadid para la pen¨ªnsula de Zorrozaurre, pero para el responsable de la rehabilitaci¨®n del Casco Viejo hay que atender otros aspectos paralelos. "Lo primero es replantearse la pol¨ªtica de barrios, llevar la calidad del centro a la periferia", apunta. Y no se olvida de los componentes naturales de la capital: la R¨ªa y los montes de los alrededores. Sus afirmaciones rezuman claridad: "El plan de saneamiento comarcal es tan importante como el Guggenheim; es necesario establecer el l¨ªmite entre los edificios y la naturaleza circundante porque, adem¨¢s, all¨ª se ubicar¨¢n los espacios de expansi¨®n al aire libre de los bilba¨ªnos". Son los consejos del ¨²ltimo arquitecto municipal de la ciudad.
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