Andaluc¨ªa limita el suelo residencial y Catalu?a reserva 24.000 hect¨¢reas

El litoral mediterr¨¢neo espa?ol comparte problemas territoriales relacionados con la urbanizaci¨®n "compulsiva" de la costa. Ante esta realidad, comunidades como la valenciana, la andaluza o la catalana han reaccionado con la redacci¨®n de planes sectoriales que incluyen m¨¢s o menos restricciones.

La Junta de Andaluc¨ªa ha presentado un plan de ordenaci¨®n de la Costa del Sol, una de las zonas m¨¢s urbanizadas, a costa incluso de enfrentarse con algunos de sus ayuntamientos. Entre otras limitaciones, el Plan Subregional de Ordenaci¨®n Territorial de la Costa del Sol considera que los suelos ya programados, que a¨²n no se han desarrollado, tienen capacidad para satisfacer la demanda de viviendas de la pr¨®xima d¨¦cada. El documento limita la frontera de crecimiento urban¨ªstico a la traza de la autopista A-7 e impide un segundo cintur¨®n residencial en torno a la costa y prev¨¦ aumentar al doble el espacio protegido, seg¨²n los redactores del plan. Los espacios naturales de alto valor ambiental y paisaj¨ªstico quedan reservados para el uso p¨²blico, y, en todo caso, s¨®lo se permitir¨ªan en ellos un 10% de construcci¨®n para uso hotelero y equipamiento, nunca residencial.

En Catalu?a, el Plan Director del Sistema Costero ha supuesto la preservaci¨®n, en distintos grados -desde la prohibici¨®n de edificar hasta la imposici¨®n de severas restricciones-, de 24.150 hect¨¢reas del litoral. El documento ha excluido del proceso urbanizador la pr¨¢ctica totalidad del suelo no urbanizable y buena parte del suelo urbanizable no delimitado, ubicados en la l¨ªnea de costa.

La ley catalana fija adem¨¢s en 500 metros de anchura el espacio en el que no pueden entrar las constructoras. No obstante, existe todav¨ªa la posibilidad de construir 140.530 nuevas viviendas sobre una superficie de 5.500 hect¨¢reas.