Fallos en la memoria: ?estr¨¦s o demencia?
El reto de identificar el deterioro cognitivo que precede a una enfermedad neurodegenerativa
Muchas personas bromean con la enfermedad de Alzheimer cuando se les olvida un nombre o no recuerdan d¨®nde han puesto las llaves. Otros, sobre todo si tienen familiares con esta patolog¨ªa, no bromean cuando eso les ocurre. Al contrario: se angustian porque temen padecerla. El estr¨¦s, la angustia y la depresi¨®n pueden afectar a la memoria. Pero los fallos de memoria tambi¨¦n pueden ser el primer s¨ªntoma de una enfermedad neurodegenerativa. ?C¨®mo distinguirlos? ?se es el gran reto de los especialistas. El 40% de la poblaci¨®n mayor de 65 a?os refiere problemas de memoria que no afectan a su vida diaria, pero entre un 12% y un 14% desarrollar¨¢ Alzheimer con el tiempo. Los especialistas se plantean detectar las demencias en su estadio m¨¢s precoz, el del llamado deterioro cognitivo leve.
Estr¨¦s, insomnio, depresi¨®n o ansiedad subyacen en muchos problemas de memoria
Las demencias afectan al 30% de las personas que tienen m¨¢s de 80 a?os
"Para poder retener una informaci¨®n se ha de estar atento, alerta, vigilante, y as¨ª poder empezar una acci¨®n y terminarla. Esta situaci¨®n de atenci¨®n-concentraci¨®n se relaciona con el estado psicoafectivo. Cuando se eval¨²a a adultos con problemas de memoria, se observa que la mayor¨ªa de ellos no presenta d¨¦ficit en las pruebas de memoria pura, sino en las de atenci¨®n-concentraci¨®n, que secundariamente van a producir una p¨¦rdida de memoria. El estr¨¦s, el insomnio, la ansiedad o la depresi¨®n son las causas que subyacen en muchos casos con problemas de memoria", explica Merc¨¦ Boada, neur¨®loga del hospital Vall d'Hebr¨®n de Barcelona.
En personas de m¨¢s de 65, los s¨ªntomas de alarma comienzan, seg¨²n los expertos, cuando la p¨¦rdida de memoria se mantiene durante meses y con una intensidad suficiente para que los familiares se den cuenta. En estos casos es preciso realizar una exploraci¨®n formal y protocolizada de la memoria (visoespacial, de lenguaje, verbal, l¨®gica o biogr¨¢fica) y de otras ¨¢reas cognitivas (lenguaje, reconocimiento o c¨¢lculo).
En la mayor parte de quienes se quejan de problemas de memoria, la p¨¦rdida no se confirma en las exploraciones cl¨ªnicas. Es un efecto transitorio de situaciones de estr¨¦s, angustia o depresi¨®n. Pero hay un porcentaje de personas en las que se aprecia un deterioro cognitivo leve, un concepto que se ha consolidado en los ¨²ltimos a?os y que refleja una situaci¨®n de p¨¦rdida cognitiva que puede desaparecer, estabilizarse, o derivar en una demencia.
Las demencias afectan a entre el 5% y el 10% de los mayores de 65 a?os, porcentaje que se dobla cada cuatro a?os de edad hasta alcanzar el 30% entre quienes tienen m¨¢s de 80 a?os. Seg¨²n una gu¨ªa elaborada por el Grupo de Trabajo de Demencias de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc). La demencia m¨¢s frecuente es la de Alzheimer (56%), seguida de la vascular (20,3%) y de la mixta (6%), que incluye ambas.
"Para diagnosticar un deterioro cognitivo leve, seg¨²n los criterios de Ronald Petersen, uno de los expertos que m¨¢s ha trabajado en este campo, es necesario que exista p¨¦rdida de memoria o de una funci¨®n ejecutiva, es decir que no se produzca como consecuencia de una enfermedad de base que lo justifique, y que adem¨¢s exista una desviaci¨®n est¨¢ndar de 1,5 en las pruebas neurol¨®gicas que se realizan habitualmente, esto es, una desviaci¨®n sobre el resultado de poblaci¨®n sana de edad y caracter¨ªsticas similares a las del paciente", subraya Pedro Gil, responsable de la Unidad de Memoria del servicio de Geriatr¨ªa del hospital cl¨ªnico San Carlos de Madrid.
Hacer un diagn¨®stico de deterioro cognitivo leve no es una tarea f¨¢cil, aunque el verdadero reto descansa en diferenciar este primer estadio de una demencia en inicio. Para llegar a un diagn¨®stico correcto los facultativos realizan una valoraci¨®n cl¨ªnica extensa, recabando informaci¨®n de la persona y de su entorno m¨¢s pr¨®ximo, as¨ª como una amplia bater¨ªa de pruebas neuropsicol¨®gicas y al menos una prueba de neuroimagen. Tambi¨¦n se indican pruebas anal¨ªticas o radiol¨®gicas para excluir otras enfermedades.
Entre las t¨¦cnicas neuropsicol¨®gicas que m¨¢s se utilizan en Espa?a para valorar la memoria figuran la escala de inteligencia de Wechsler (WAIS en sus siglas en ingl¨¦s), y la bater¨ªa CERAD, que comprende un grupo de siete pruebas. Para analizar las funciones ejecutivas se muestran dibujos o se cuentan historias que luego tiene que repetir el paciente. La pel¨ªcula Gente de Roma muestra una entra?able escena en la que se practican algunas de estas pruebas para determinar si el paciente sufre Alzheimer. Las t¨¦cnicas de neuroimagen apoyan el diagn¨®stico y, entre otros, valoran el grado de atrofia del hipocampo, que es la zona del cerebro relacionada con la memoria, el grado de perfusi¨®n en zonas temporales, o la atrofia cerebral en general.
"En el deterioro cognitivo leve hay dos grandes grupos de pacientes: los de tipo amn¨¦sico, que pierden exclusivamente la memoria, y los que sufren un deterioro cognitivo de dominios m¨²ltiples, que pueden o no perder memoria, pero que, adem¨¢s, tienen deterioradas otras ¨¢reas de la funci¨®n cognitiva, como el lenguaje o la funci¨®n ejecutiva. En general, contin¨²an haciendo una actividad diaria normal y el rendimiento no difiere mucho de los sujetos normales", explica Marcelo Berthier, coordinador del Grupo de Neurolog¨ªa de la Conducta y Demencias de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa.
A los pacientes con deterioro cognitivo leve, tanto amn¨¦sico como el que afecta a m¨¢s de un ¨¢rea cognitiva, se les debe hacer un seguimiento peri¨®dico muy de cerca, seg¨²n apunta Boada: "Se podr¨ªa detectar la enfermedad muy al inicio y, por tanto, tratarla en la fase inicial, retrasar los s¨ªntomas y poder aumentar la calidad de vida del paciente y su familia".
De momento, no hay ninguna prueba que permita determinar c¨®mo evolucionar¨¢ el paciente con deterioro cognitivo leve. Lo que s¨ª se sabe es que el 14% de ellos desarrolla demencia al a?o y estudios recientes han mostrado que la atrofia cerebral progresa a raz¨®n de un 14% anual. "Cuando se dice que los pacientes desarrollan demencia en un 14%", dice Boada, "no podemos perder de vista que, aunque los m¨¦dicos tenemos que preocuparnos por ese porcentaje, la sociedad ha de ser consciente de que un 86% no la sufrir¨¢".
El concepto de demencia senil o problemas de memoria asociados a la edad es un concepto obsoleto, seg¨²n los expertos, ?stos distinguen dos patrones, el de demencia neurodegenerativa o de Alzheimer y el de demencia vascular. El primero es una enfermedad progresiva, que en estos momentos se atribuye a una acumulaci¨®n an¨®mala de una prote¨ªna que degenera la funci¨®n de las neuronas y que, a la larga, las mata. La demencia vascular o la presencia de lesi¨®n vascular en Alzheimer aparece adem¨¢s por la asociaci¨®n con factores de riesgo vascular (hipertensi¨®n, cardiopat¨ªas, obesidad, sedentarismo o diabetes), que provocan peque?as trombosis.
"Aunque la edad es el factor de riesgo m¨¢s importante para desarrollar Alzheimer, tambi¨¦n es un factor crucial para padecer una patolog¨ªa vascular cerebral y, seg¨²n se va envejeciendo, estos procesos pueden coexistir en un mismo individuo", indica Merc¨¦ Boada, que tambi¨¦n es directora m¨¦dica de la Fundaci¨®n ACE, entidad especializada en el diagn¨®stico y tratamiento de enfermos de Alzheimer y que trabaja con programas de estimulaci¨®n integral desde 1990 (fundacioace.com. familialzehimer.com).
Asistencia integral
Los m¨¦dicos de familia tienen un papel fundamental en la detecci¨®n de las demencias, por lo que, seg¨²n Marcelo Berthier, coordinador del Grupo de Neurolog¨ªa de la Conducta y Demencias de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa, deben tener claro que "existen terapias eficaces para tratarlas y que es importante un diagn¨®stico temprano para poder aplicar un tratamiento precoz".
Se diagnostica menos del 30% de los casos de demencia, y de ellos, s¨®lo un tercio se trata con f¨¢rmacos, lo cual significa que "todav¨ªa estamos lejos de dar una buena asistencia a estos enfermos", seg¨²n Berthier.
Los tratamientos son sintom¨¢ticos y, en general, retrasan la evoluci¨®n de la enfermedad y mejoran los aspectos cognitivos y conductuales. Se deben administrar de forma precoz y mantenida. Las terapias no farmacol¨®gicas est¨¢n destinadas a potenciar las funciones que todav¨ªa no se han perdido.
Diferentes estudios han demostrado que la neuroprevenci¨®n es eficaz, que la actividad f¨ªsica unida a la actividad intelectual ejerce un efecto protector para evitar la demencia. "Nadie se sorprende cuando se intenta un diagn¨®stico precoz del c¨¢ncer de mama, o prevenir la obesidad, pero a¨²n no se plantea el diagn¨®stico precoz en las demencias, enfermedades incurables, progresivas e irreversibles que tienen una gran repercusi¨®n social y econ¨®mica", se?ala Pedro Gil, responsable de la Unidad de Memoria del hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid.
Las sociedades espa?olas de Psiquiatr¨ªa y de Psicogeriatr¨ªa, integradas por unos 1.300 especialistas, han presentado un documento conjunto, Consenso espa?ol sobre demencias, que propugna un modelo asistencial horizontal en el que debe participar de manera coordinada toda la red sociosanitaria.
El modelo incluye desde acciones de prevenci¨®n dirigidas
a los pacientes y familiares, a la creaci¨®n de una unidad funcional de demencia y deterioro cognoscitivo de car¨¢cter multidisciplinar.
"De momento, existen muy pocas experiencias de modelos asistenciales integrales, algunas de ellas, en Catalu?a, o aqu¨ª, en nuestro hospital. ?ste es un gran reto para la sanidad y los servicios sociales en demencia: dar un tratamiento integral que contemple tanto la intervenci¨®n farmacol¨®gica y psicoterap¨¦utica, como la social y la familiar, y ah¨ª es donde entra la unidad funcional", explica Manuel Franco, jefe del servicio de Psiquiatr¨ªa del hospital Complejo Asistencial de Zamora y uno de los autores del consenso.
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