En inter¨¦s del ni?o

Quisiera mostrar una versi¨®n diferente y disentir de la aportada por el padre de un ni?o diab¨¦tico que, seg¨²n ¨¦l, fue rechazado por el colegio al que asist¨ªa a clase por enfermedad.

Formo parte del Consejo Escolar de dicho colegio como madre. Cuando se expuso el tema, no fue bajo el prisma de que el colegio hubiera decidido nada, sino que fue la inspecci¨®n, y ante la particularidad de la enfermedad y de la edad del ni?o, la que decidi¨® que fuera derivado a otro cercano que ten¨ªa un ATS. Una medida, desde luego, de sentido com¨²n. Lo que a¨²n no logro entender es c¨®mo unos padres puedan anteponer cualquier otra argumentaci¨®n a la seguridad de su hijo, aunque pueda entender los argumentos de un ni?o. Muchos ni?os son cambiados de colegio y, como ni?os que son, a los pocos d¨ªas ya se han hecho con el lugar.

Cuando le¨ª la noticia en este peri¨®dico, del que soy lectora diaria, me qued¨¦ muy sorprendida porque se alegaban intenciones que no existieron nunca, y lo que m¨¢s me abri¨® los ojos es que los mismos padres dijeran ser portadores del sida. Nadie en el colegio, nadie, repito, sab¨ªamos tal circunstancia; si la directora, como ¨¦l dice, lo sab¨ªa, jam¨¢s dijo nada, lo que de hecho, la honra, y no as¨ª se puede decir del padre. Yo, como madre, y si mi hijo fuera portador, jam¨¢s lo dir¨ªa, porque aunque es una enfermedad que ya no tiene el lastre que ten¨ªa hace unos a?os, es gratuito poner a un ni?o en boca de todos, y m¨¢s siendo un barrio y sobre todo un colegio peque?o en el que todos nos conocemos. ?Qu¨¦ es lo que trataba de hacer creer este padre? ?Cu¨¢l es su verdadera intenci¨®n? ?Realmente es el inter¨¦s de su hijo lo que trata de preservar? Ustedes juzguen.

La soluci¨®n mejor: que al colegio se le asigne un ATS. Ganar¨ªamos todos.