La memoria del PP
Una exposici¨®n hist¨®rica en la convenci¨®n popular recuerda episodios negativos del PSOE pero evita los de la era de Aznar
El congresista del PP la encuentra a mano izquierda seg¨²n entra a la convenci¨®n: ah¨ª le aguarda una llamativa exposici¨®n de fotograf¨ªas con sucintos pies de foto explicativos, con el t¨ªtulo de 30 a?os de democracia, la historia del Partido Popular.
Arranca en 1976, con la fundaci¨®n del partido. Al lado, una foto muestra a Manuel Fraga y a Santiago Carrillo, con 29 a?os menos, cuando el primero present¨® al segundo en el Club Siglo XXI. Las im¨¢genes de los tiempos de la Transici¨®n, a raz¨®n de tres por a?o, se suceden... hasta que se llega a 1990, en el que los tres hechos rese?ados son los siguientes: "Estalla el caso Juan Guerra" (con foto del aludido); "Aznar, l¨ªder del PP", y "El canciller Helmut Khol unifica Alemania".
De 1991 se recuerda, entre otros hechos hist¨®ricos, el episodio de "Filesa, financiaci¨®n irregular del PSOE". De 1992, "el hundimiento del [buque] mar Egeo: la mayor cat¨¢strofe medioambiental de Espa?a". De 1993, que "el director general de la Guardia Civil [Luis Rold¨¢n fue], condenado por corrupci¨®n", que "Aznar gana el primer gran debate en televisi¨®n" y que se produjo un "acuerdo de paz entre Israel y Palestina". La exposici¨®n, eso s¨ª, al llegar a 2002, y ya con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en el Gobierno, no menciona el hundimiento del petrolero Prestige frente a las costas gallegas; ni, al referirse a 2003, la muerte de 62 militares espa?oles al estrellarse en Turqu¨ªa el avi¨®n Yak-42. S¨ª que se mencionan, con su foto correspondiente, las protestas "contra la guerra" de Irak.
Convenci¨®n m¨¢s festiva
La muestra de fotograf¨ªa es una de las actividades que los responsables de la convenci¨®n popular han organizado para que la reuni¨®n de 3.000 personas entre compromisarios, simpatizantes, concejales y cargos diversos del PP no consista exclusivamente una colecci¨®n sucesiva de discursos.
As¨ª, al lado de la sala principal o "plenario" que es donde los principales l¨ªderes se dirigen a la audiencia, hay m¨¢s de un centenar de puestos donde el congresista puede, desde comprar un vestidito artesanal de beb¨¦ (por 50 euros) a la ONG Emur, a leer el texto ¨ªntegro del nuevo Estatuto de Valencia, dar un donativo a las v¨ªctimas del terrorismo o, para tortura del visitante, o¨ªr ininterrumpidamente el himno europeo en el pabell¨®n de los eurodiputados populares. Cada autonom¨ªa tiene su puesto con su particular dise?o, de modo que la convenci¨®n a veces parece un congreso de partido pol¨ªtico y a veces una entretenida feria tur¨ªstica.
El puesto de Madrid utiliza el mostrador central para vender recuerdos variopintos (mecheros, bol¨ªgrafos, o pasadores de corbata). "Aunque parezca que no, se saca una pasta con esto y sirve para financiar el partido", comentaba ayer un responsable de este pabell¨®n. Adem¨¢s, estos pabellones auton¨®micos sirven de lugar de encuentro para alcaldes, presidentes auton¨®micos o j¨®venes de Nuevas Generaciones llegados de fuera de Madrid.
"Es una manera, sobretodo, de exhibirnos ante nosotros mismos y de exhibirnos ante los dem¨¢s, de mostrar la fortaleza de un partido que est¨¢ en marcha en todas las regiones", apunta Gabriel Elorriaga, secretario de Comunicaci¨®n del PP y uno de los organizadores de la convenci¨®n. "Lo que hemos intentado, sobre todo, es que reine ya un ambiente de fiesta y de optimismo", a?ade, para concluir, con una sonrisa: "No olvidemos que en 2007 ya hay elecciones".
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