Florentino, un tema para las aulas
Si los profesores de Ciencias Sociales de los colegios de la Comunidad de Madrid no estuvieran tan saturados de materia, deber¨ªan dedicar una semanita a estudiar la biograf¨ªa del ingeniero madrile?o Florentino P¨¦rez. Un personaje realmente extraordinario por su inteligencia, pragmatismo, afici¨®n pol¨ªtica, dotes para los negocios y pasi¨®n por el Real Madrid. Las hoy llamadas Ciencias Sociales incluyen como materia, junto con la Geograf¨ªa, aquello que Santiago Bernab¨¦u, el padre espiritual de Florentino P¨¦rez, llamaba historia, esa ciencia de contornos difusos inventada por los griegos Her¨®doto y Tuc¨ªdides y, en la Roma del siglo I antes de Cristo, lanzada al estrellato por Cicer¨®n con el eslogan precocacolero de la historia, maestra de la vida, precursor del c¨¦lebre Coca-Cola, la chispa de la vida.
En su dimisi¨®n como presidente del Madrid, Florentino P¨¦rez declar¨® algo que a padres, profesores, alumnos y a la afici¨®n en general deber¨ªa hacerles pensar. El ex presidente ha dicho que ¨¦l nunca les echar¨¢ la culpa del fracaso deportivo a los jugadores, pero que cre¨ªa que algunos est¨¢n confundidos. Florentino P¨¦rez dice que ha maleducado a los jugadores, como hacen los padres con los ni?os cuando les dan lo mejor y los confunden. La idea expresada por Florentino P¨¦rez es la esencia de la educaci¨®n para todas las edades: l¨ªmites a los ni?os y l¨ªmites a los adultos. Y, llegados a este punto, profesores y alumnos podr¨ªan debatir cu¨¢les son los l¨ªmites sensatos que hay que imponer en la educaci¨®n. Y he aqu¨ª unas preguntitas para las aulas limitadas, por ejemplo, al uso del m¨®vil: ?d¨®nde est¨¢n los l¨ªmites l¨ªcitos en el uso de este artilugio al que hace diez a?os, en un momento de mal humor, Umberto Eco adjudic¨® el ep¨ªteto de fascista? ?Es l¨ªcito hablar educadamente en M¨®stoles, la patria adoptiva del madrile?o ?ker Casillas, por el m¨®vil con un compa?ero? ?Es l¨ªcito insultar en la calle de Narv¨¢ez, patria de la droguer¨ªa de los padres de Butrague?o, cuando se habla por el m¨®vil? ?Se puede agredir en Chinch¨®n -aunque este pueblo, por su nombre, parece que est¨¢ pidiendo que uno descargue caricias de las botas de Roberto Carlos contra los cr¨¢neos de sus conciudadanos- y grabar con el m¨®vil las im¨¢genes de la agresi¨®n y luego difundirlas por Internet para que la vejaci¨®n puedan disfrutarla todas las pe?as de la aldea global, incluidas las sanfermineras de El Bullicio y La Jarana?
Lo que ha dicho Florentino P¨¦rez plantea el tema eterno -?es mejor la educaci¨®n muy rigurosa?, ?es mejor la educaci¨®n laxa de l¨ªmites?- de tan dif¨ªcil resoluci¨®n. El nuevo presidente del Real Madrid, Fernando Mart¨ªn, no obstante, ya lo tiene claro: si es preciso habr¨¢ mano dura. Pero el latino Terencio escribi¨®, en el siglo II antes de Cristo, una magn¨ªfica comedia -Adelfos (Hermanos)- donde plantea el tema de los l¨ªmites de disciplina en la educaci¨®n sin decantarse por ninguna de las dos opciones: educaci¨®n ce?uda y educaci¨®n permisiva. Terencio no cometi¨® el error de inventarse un tema nuevo sino que directamente lo saque¨® de una comedia del griego Menandro. En este terreno de la utilizaci¨®n del talento ajeno Florentino P¨¦rez y Terencio son dos almas gemelas: el ex presidente del Madrid tampoco se invent¨® un jugador nuevo como se?uelo para ganarle las elecciones a Lorenzo Sanz. En aquella lid electoral Florentino enarbol¨® como estandarte el fichaje del entonces barcelonista Figo -una aut¨¦ntica estrella desequilibrante- y, en cuanto gan¨® las elecciones, se lo saque¨® al Barcelona apelando a que, si Terencio le hubiera ganado las elecciones a Sanz, habr¨ªa hecho lo mismo.
En Adelfos, Terencio plantea un problema educativo que es el nuestro. En torno al 160 antes de Cristo, los personajes de Mici¨®n y Demea encarnan el conflicto que confunde a los romanos que se debaten entre dos modelos de educaci¨®n: el romano, rural y chapado a la antigua, y el urbano, que calca pautas gal¨¢cticas griegas. En cuanto a que el f¨²tbol sea un tema para las aulas, Terencio tambi¨¦n lo ten¨ªa claro. ?l es el autor del verso "soy hombre, nada humano lo considero ajeno a m¨ª". Dicho en lat¨ªn, el texto podr¨ªa servirles a esos cafres que insultan a los ¨¢rbitros: "Homo sum, humani nihil a me alienum puto". Los cafres, para sus insultos -y ya desde hoy, en el derby Real Madrid-Atl¨¦tico-, podr¨ªan reducir el texto a ese puto final.
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