El nuevo Price abre en Navidad
El Ayuntamiento ha terminado la construcci¨®n del Circo Estable, que ser¨¢ bautizado con el nombre del m¨ªtico espacio cerrado hace 36 a?os
Los payasos Pompoff y Thedy, las trapecistas Miss Mara y Pinito del Oro, el maestro Charlie Rivel... Todos pisaron el Circo Price, en la plaza del Rey, junto a Cibeles. El ¨²ltimo circo que tuvo Madrid, nacido a finales del siglo XIX y reconstruido varias veces para resucitar de incendios, guerras y bombardeos. Hasta su cierre definitivo en 1970. La desaparici¨®n del m¨ªtico Price dej¨® a la capital hu¨¦rfana de magia. Ahora, 36 a?os despu¨¦s de aquella fecha que equilibristas, comedores de fuego y domadores de leones recuerdan como infausta, el Ayuntamiento de Madrid se dispone a reabrir el Price. Es un edificio nuevo y est¨¢ en una calle distinta, pero llevar¨¢ su nombre y pretende alcanzar su fama.
El edificio lleva un a?o finalizado. Ahora hay que instalar trapecios, palcos y plataformas
Trabajadores del antiguo Price pidieron al gobierno municipal que recuperase el nombre
Tras casi dos d¨¦cadas de promesas municipales incumplidas -la ¨²ltima, la del alcalde Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que en 2003 anunci¨® su apertura para finales de 2004-, el Circo Estable est¨¢ terminado. Mejor dicho, el contenedor, una antigua f¨¢brica de galletas enclavada en el interior de una manzana de casas con fachada a la ronda de Atocha, termin¨® de rehabilitarse para convertirse en circo hace 15 meses. Pero faltan "los equipamientos": las tres plataformas -para la pista, la orquesta y el escenario-, el "sistema de cuelgues" para los trapecistas, los palcos movibles, los camerinos, los telones... En total, el gasto rondar¨¢ los 23 millones.
"La previsi¨®n es abrirlo en las pr¨®ximas navidades. El a?o pasado lo dedicamos a elaborar los proyectos y encargar los equipamientos, que ahora se est¨¢n fabricando e instalando. Esos plazos son normales en una instalaci¨®n de este tipo. Es verdad que lleva dos a?os de retraso y que eso no pasa con la obra de la M-30, pero es que construir un circo no es como hacer un t¨²nel o una carretera, los ritmos deben ser m¨¢s pausados", asegura Carlos Bazt¨¢n, coordinador general de la Concejal¨ªa de Las Artes.
Sin embargo, Bazt¨¢n admite que el retraso del nuevo Price tiene tambi¨¦n razones menos po¨¦ticas: el Ayuntamiento no se puede permitir estrenar la pista mientras no resuelva el problema de 400 residentes de la vecina calle de Jos¨¦ Antonio de Armona, cuyas casas empezaron a agrietarse poco despu¨¦s de comenzar las obras de rehabilitaci¨®n en 2003. Muchos vecinos tuvieron que apuntalar a toda prisa las paredes, y hoy, cuando llevan cientos de miles de euros gastados en reparaciones, abogados y arquitectos, siguen sosteniendo que los da?os los provocaron las obras del circo, y reclaman indemnizaciones.
El Ayuntamiento, por su parte, replic¨® desde un principio que los portales 4 al 12 de Jos¨¦ Antonio Armona presentaban problemas estructurales, y que el movimiento de tierras, en todo caso, no hab¨ªa hecho m¨¢s que aumentar un deterioro previo. S¨®lo despu¨¦s de que, el 3 de noviembre de 2004, el Defensor del Pueblo emitiera un dictamen en el que atribu¨ªa las grietas a las obras del circo, el alcalde accedi¨® a iniciar un expediente de responsabilidad patrimonial, que deber¨¢ decidir qui¨¦n es el culpable de los da?os y c¨®mo se pagan los desperfectos.
Entre tanto, el circo se ha ido construyendo. Hoy es un gran caparaz¨®n vac¨ªo e imponente en el n¨²mero 35 de la ronda de Atocha, aunque el paseante no puede verlo porque los bloques de viviendas tapan el tambor central. Al entrar, y tras cruzar las taquillas -en torno a las cuales se abrir¨¢ una tienda especializada, una librer¨ªa, una zona de exposiciones y una cafeter¨ªa-, el intruso se topa inmediatamente con la pista circular del circo, un boquete de 13 metros de di¨¢metro. No puede medir ni m¨¢s ni menos, porque su tama?o "viene determinado por la cuerda del caballo" que correr¨¢ alrededor guiado por el domador, explica Cristina Conde, directora general de Proyectos Culturales.
La pista est¨¢ ahora cubierta con una malla, mientras se construye la plataforma m¨®vil que servir¨¢ de suelo. En torno a ella se levantan las gradas, con algunas butacas rojas, a¨²n sin sacar de sus pl¨¢sticos, colocadas aqu¨ª y all¨¢. Las paredes tienen un tono entre amarillo y naranja. Pero eso cambiar¨¢. "Los especialistas nos han explicado que una de las cosas m¨¢s importantes que hay que hacer en las pr¨®ximas semanas es lo que llaman el oscurecimiento de la sala: para programar espect¨¢culos a¨¦reos, que ahora son los que est¨¢n m¨¢s de moda en los circos, hay que pintar el techo de negro y azul, o instalar un sistema de luces que oscurezca en un momento toda la sala y cubra las ventanas, para simular el cielo", prosigue Conde.
El nuevo Price tendr¨¢ un aforo de 2.105 personas. Adem¨¢s de las gradas habr¨¢ palcos movibles, que se ajustar¨¢n a las necesidades de cada espect¨¢culo. Porque unas veces habr¨¢ animales y otras no, en ocasiones el espect¨¢culo ser¨¢ "po¨¦tico" y en otras "duro, tipo Mad Max", cuenta la responsable municipal. "El mundo del circo es de lo m¨¢s variado, y va evolucionando".
Bajo la pista hay un s¨®tano, donde se preparar¨¢n los animales o los aparejos que haya que ir usando durante la funci¨®n. Y detr¨¢s, cruzando el "tel¨®n antifuego", est¨¢ la trasescena. Ah¨ª, bajo un techo de espejo, aguardar¨¢n los artistas antes de salir; aunque ese escenario podr¨¢ usarse tambi¨¦n como teatro o para celebrar conciertos de m¨²sica. "La intenci¨®n es que Madrid tenga espect¨¢culos de circo durante todo el a?o, no espor¨¢dicos, que no dependa de las visitas de circos ambulantes. Pero el edificio da para mucho", adelanta Carlos Bazt¨¢n, que asegura que en Espa?a hay suficientes profesionales del circo como para cubrir funciones todo el a?o.
El nuevo circo se llamar¨¢ Price "a petici¨®n del alcalde", seg¨²n Bazt¨¢n, pero tambi¨¦n porque muchos trabajadores del circo original, ya mayores, expresaron su deseo de que el Ayuntamiento recuperase el nombre -"una vez comprobado que no est¨¢ registrado en ning¨²n pa¨ªs"- para poder asistir de nuevo a una funci¨®n en lo que para ellos fue su trabajo y su vida. "Durante todos estos meses de obras muchos han pasado por aqu¨ª. Quisimos que lo vieran y nos hicieran sugerencias. Recuerdo que vino un se?or que result¨® ser el electricista del Price. Se le saltaban las l¨¢grimas", cuenta el coordinador de Las Artes.
El dise?o es obra del arquitecto Mariano Bay¨®n, y eso es una ventaja en muchos sentidos, dice Bazt¨¢n. "No es s¨®lo que sea un gran arquitecto. Es que es un loco de estos temas. Colecciona recortables de teatros. El z¨®calo del tambor central del circo es de cristal transparente, si te agachas puedes ver el otro lado. Eso, seg¨²n nos cont¨®, es porque a ¨¦l, de peque?o, le encantaba levantar los telones y espiar", explica divertido el responsable municipal.
Por fin, saliendo del tambor del circo se contempla el muro circular que le sirve de piel, uno de los espacios m¨¢s espectaculares del circo estable. Un panel curvo hecho con vidrio de Murano, de varios colores, que, sin embargo, s¨®lo puede apreciarse una vez traspasadas las taquillas, no desde la calle. Bajo ¨¦l se construye un aparcamiento con 200 plazas, y en superficie se ha dejado un espacio libre, pegado a las casas pero a¨²n dentro del recinto, donde se instalar¨¢n las compa?¨ªas internacionales que vengan en caravanas. "Es que hay gente que, si no duerme en su caravana, no duerme", se?ala Bazt¨¢n.
El nuevo Price lo gestionar¨¢ directamente el Ayuntamiento (no a trav¨¦s de una empresa), lo cual "resulta m¨¢s caro y alarga los trabajos para dotarlo de equipamientos, pero asegura la calidad", dice Conde. Si el ¨²ltimo plazo es por fin el bueno, dentro de 10 meses Madrid contar¨¢ de nuevo con un circo. Ser¨¢ 126 a?os despu¨¦s del nacimiento del Price, 36 despu¨¦s de su muerte, y nada menos que 18 a?os despu¨¦s de que el Ayuntamiento se plantear¨¢ reconstruirlo. Payasos, trapecistas y domadores se plantar¨¢n en la ronda de Atocha. Y habr¨¢n llegado para quedarse.
Los vecinos siguen en lucha
Han pasado m¨¢s de dos a?os, pero los vecinos de los n¨²meros 4 al 12 de la calle de Jos¨¦ Antonio de Armona, cuyas viviendas dan a un lateral del Circo Estable, no han cejado en sus protestas desde que comenz¨® la ¨²ltima fase de las obras. De las ventanas de todos los bloques cuelga una treintena de pancartas: "Gallard¨®n, pon el circo en tu sal¨®n", "Circo Estable con casas inestables", "Con alcalde como ¨¦ste no hacen falta terremotos"...
En los ¨²ltimos meses, peritos de la Concejal¨ªa de Urbanismo del Ayuntamiento han inspeccionado una a una las viviendas -en alg¨²n caso tuvieron que requerir autorizaci¨®n judicial, ante la negativa de los vecinos a dejarlos pasar-, y en las pr¨®ximas semanas pretenden tener listo el expediente de responsabilidad patrimonial que llevan un a?o elaborando. Ese informe, realizado a instancias del Defensor del Pueblo, deber¨¢ concluir si el Ayuntamiento es responsable de las grietas aparecidas en los edificios, y en su caso establecer indemnizaciones.
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