Econom¨ªa abierta, pero no tanto

La econom¨ªa alemana, una de las m¨¢s abiertas del mundo, conoce algunos casos de intervenci¨®n del Estado en defensa de presuntos intereses nacionales. El profesor Axel Werwatz, del Instituto Alem¨¢n de Investigaci¨®n Econ¨®mica (DIW) de Berl¨ªn, lo resume en una sola frase: "Los alemanes tampoco son los sumos sacerdotes del mercado libre".

La OPA de E.ON por la espa?ola Endesa ha sacado a relucir que el gigante de la energ¨ªa alem¨¢n tambi¨¦n est¨¢ protegido por el Estado de caer en las garras de un comprador poco grato. Sobre el decreto ministerial que autoriz¨® el a?o 2002 la compra de Ruhrgas por E.ON flot¨® el tufo del tr¨¢fico de influencias. Werner M¨¹ller, entonces ministro federal de Econom¨ªa del Gobierno de coalici¨®n del SPD-Los Verdes, lo impuso en contra de la opini¨®n de los organismos encargados de la lucha contra el monopolio en Alemania.

La OPA sobre Endesa ha revelado que E.ON est¨¢ protegida por el Gobierno de caer en las garras de un comprador poco grato

M¨¹ller cobraba, adem¨¢s de sus haberes como ministro, 8.000 euros mensuales de jubilaci¨®n por haber servido a una empresa precursora de E.ON. Tras dejar el ministerio, M¨¹ller volvi¨® a dirigir otra empresa del grupo. El decreto que permiti¨® la compra de Ruhrgas impone a E.ON la condici¨®n de que "antes de la venta de una mayor¨ªa del capital o de los votos en Ruhrgas a una tercera empresa, se requiere el consentimiento del Ministerio Federal de Econom¨ªa y Tecnolog¨ªa". Ese consentimiento puede denegarse cuando el aspirante a comprador ofrezca "un motivo fundado para la preocupaci¨®n de que se da?ar¨¢n los intereses de la pol¨ªtica energ¨¦tica de la Rep¨²blica Federal de Alemania". El Ministerio Federal de Econom¨ªa tiene un mes para ejercer ese veto.

Las empresas alemanas relacionadas con el armamento tampoco pueden caer en manos extranjeras si el Gobierno alem¨¢n no quiere. La ley de Comercio Exterior concede al Gobierno federal un derecho de veto cuando una empresa extranjera quiera comprar m¨¢s del 25% de una empresa de armamento. Dispone el Gobierno de un plazo de un mes para vetar la compra, "en tanto sea necesario para asegurar intereses esenciales de seguridad de la Rep¨²blica Federal de Alemania".

El caso m¨¢s escandaloso que ocupa desde hace a?os a los tribunales europeos de la competencia, es el de Volkswagen. La propiedad de esta empresa, una de las joyas de la abuela, se rige por una ley que data del a?o 1960. Establece esta ley que ning¨²n accionista de VW podr¨¢ disponer de m¨¢s de un 20% de votos en la junta general de accionistas, con independencia de que su participaci¨®n en la propiedad supere ese porcentaje. Con esta y otras normas se trata de evitar que VW sea v¨ªctima de una OPA hostil. Las autoridades europeas en Bruselas consideran que esta llamada ley VW contradice el derecho comunitario y por este motivo han acusado a Alemania ante el Tribunal Europeo.

Al margen de estas posibilidades de intervenci¨®n del Estado, la econom¨ªa alemana puede considerarse muy abierta. Las empresas parecen regirse por el lema "tragar y ser tragados". El emirato de Kuwait posee algo m¨¢s de un 7% de DaimlerChrysler, otra de las grandes empresas, y en ella acaba de entrar Dubai con un 2%. Electricit¨¦ de France, en entredicho estos d¨ªas por las recientes fusiones, posee un 45% de Energie Baden-Wurtemberg, el cuarto proveedor de electricidad de Alemania.

En contra de su voluntad, el Gobierno alem¨¢n tuvo que contemplar c¨®mo la telef¨®nica brit¨¢nica Vodafone compraba Manesmann en febrero de 2000. El a?o 2004, la empresa farmac¨¦utica francesa Sanofi compr¨® la franco-alemana Aventis, que era m¨¢s del doble de grande, y en la que trabajaban 8.000 asalariados del antiguo gigante alem¨¢n de la qu¨ªmica Hoechst. El Gobierno alem¨¢n sigui¨® con impotencia la operaci¨®n. El entonces jefe del grupo parlamentario socialdem¨®crata y hoy vicecanciller y mini