Un gasoducto como columna vertebral
Ch¨¢vez, Lula y Kirchner promueven un sistema de distribuci¨®n de energ¨ªa del Caribe a Argentina
Cuando el pr¨®ximo s¨¢bado numerosos jefes de Estado y de Gobierno a¨²n permanezcan en Santiago de Chile tras la toma de posesi¨®n de la nueva presidenta del pa¨ªs, Michelle Bachelet, los presidentes de Argentina, N¨¦stor Kircher, Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, y Venezuela, Hugo Ch¨¢vez, cruzar¨¢n los Andes hasta la provincia argentina de Mendoza donde ultimar¨¢n los detalles de un proyecto que cambiar¨¢ el panorama energ¨¦tico de Suram¨¦rica y tal vez tambi¨¦n el pol¨ªtico: la construcci¨®n de un gasoducto entre el Caribe y el R¨ªo de la Plata.
Las obras de este oleoducto de 8.000 kil¨®metros requieren una inversi¨®n de 20.000 millones de d¨®lares y van a durar entre cinco y siete a?os
A pesar del importante costo que representa el proyecto, unos 20.000 millones de d¨®lares, y de que el presupuesto se ha ido incrementado sin parar -comenz¨® habl¨¢ndose de 7.000 millones de d¨®lares- los tres gobiernos implicados quieren acelerar los plazos al m¨¢ximo posible de manera que las obras de los 8.000 kil¨®metros de estructuras, cuya duraci¨®n total se estima total se estima en los estudios preliminares entre cinco y siete a?os, puedan comenzar cuanto antes.
El inter¨¦s es especial en el caso de Argentina quien, a pesar de ser el socio del proyecto con las mayores dificultades econ¨®micas, lo cual le podr¨ªa llevar a preferir plazos m¨¢s largos en la ejecuci¨®n, tambi¨¦n lo es con las mayores dificultades energ¨¦ticas y donde los problemas de abastecimiento en ocasiones puntuales han llegado a influir tanto en la vida de los ciudadanos como en la actividad industrial. Y no s¨®lo de fronteras para adentro, sino tambi¨¦n en lo referente a los sistemas de distribuci¨®n de energ¨ªa establecidos con sus vecinos. Lo ocurrido hace dos semanas es una buena prueba de ello. Una fuerte ola de calor en pleno verano austral produjo un pico de demanda de electricidad en Argentina que oblig¨® a reducir dr¨¢sticamente en un 20% las ventas de energ¨ªa a Brasil y Ecuador. El Gobierno de Montevideo -cuyo pa¨ªs era afectado por las mismas condiciones climatol¨®gicas- se vio obligado a buscar urgentemente otro suministrador.
No es la primera que Argentina se ve obligada a tomar una medida similar. En 2004 se produjo otra emergencia energ¨¦tica ante la cual Buenos Aires opt¨® por reducir dr¨¢sticamente las ventas de gas y energ¨ªa el¨¦ctrica a Chile, Brasil y Uruguay. En el pa¨ªs transandino, con una econom¨ªa muy desarrollada y una gran dependencia energ¨¦tica se encendieron todas las alarmas y el Gobierno de Ricardo Lagos opt¨® por acelerar un ambicioso y pol¨¦mico programa construcci¨®n de presas hidroel¨¦ctricas en el centro-sur de Chile. En paralelo el Gobierno de Kirchner, multiplic¨® sus compras de gas boliviano e import¨® con urgencia fuel-o¨ªl de Venezuela.
Pero el Gobierno argentino es consciente de que los cortes de energ¨ªa a sus vecinos -aparte del malestar que crean en las relaciones vecinales- apenas son un parche en un problema m¨¢s amplio. Con una econom¨ªa lanzada con un crecimiento por cuarto a?o consecutivo por encima del 9%, una de las mayores del mundo, y una actividad industrial que no s¨®lo ha alcanzado los par¨¢metros anteriores a la crisis de 2001 sino que sigue aumentando Kirchner se encuentra con un sistema energ¨¦tico que no puede satisfacer la demanda que aumenta a un ritmo del 6% anual. A la vejez de las infraestructuras que genera problemas como apagones masivos o fuertes cambios en la tensi¨®n de las l¨ªneas dom¨¦sticos, se une la falta de nuevos grandes centros productores de energ¨ªa, y es aqu¨ª donde la construcci¨®n de una v¨ªa segura de entrada de gas en el pa¨ªs toma su importancia. El gas representa el 50% de las necesidades energ¨¦ticas argentinas.
A pesar de las declaraciones pol¨ªticas, el proyecto deja de lado a un gran productor de gas de la regi¨®n como es Bolivia, pa¨ªs en el que a pesar del ascendente que el mandatario venezolano Hugo Ch¨¢vez ejerce sobre el presidente Evo Morales ya se han producido las primeras disensiones sobre la expansi¨®n de mercados que est¨¢ haciendo Caracas. El ministro de Energ¨ªa y Petr¨®leo de Venezuela, Sergio Ram¨ªrez, se ha visto obligado a desmentir en p¨²blico las informaciones aparecidas en los medios bolivianos seg¨²n las cuales Venezuela est¨¢ ofreciendo gas a Brasil a un precio m¨¢s barato que el boliviano.
Malestar boliviano
La noticia surg¨ªa apenas 24 horas despu¨¦s de que el Gobierno boliviano decidiera subir los precios que cobra a Brasil y Argentina por considerarlos "injustos". Sectores opositores bolivianos destacan en p¨²blico la "deslealtad" de Ch¨¢vez hacia su hom¨®logo de La Paz.
Los problemas energ¨¦ticos ocupan un lugar destacado en la agenda de los gobernantes latinoamericanos. Apenas nueve d¨ªas despu¨¦s de recibir la banda presidencial, Michelle Bachelet viajar¨¢ a Buenos Aires para tratar sobre los problemas de abastecimientos de gas. El principal contrato de exportaci¨®n de gas argentino a Chile, firmado por la chilena Metrogas, expira en 2007. Bachelet llegar¨¢ a Argentina acompa?ada de la nueva ministra de Minas y Energ¨ªa, Karen Poniachik.
Repsol reitera su deseo de estar e invertir en Bolivia
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el presidente de Bolivia, Evo Morales, se reunieron el jueves para quitar hierro al enfrentamiento de las ¨²ltimas semanas, tras las acusaciones del gobierno a la petrolera espa?ola de haberse apropiado de la titularidad de reservas del Estado boliviano y de sacar de contrabando hidrocarburos del pa¨ªs.
Brufau manifest¨® a Morales el compromiso de Repsol con Bolivia, su deseo de contribuir como socio a algunos de los proyectos de su Gobierno y en especial su apoyo al proyecto de creaci¨®n de una pol¨ªtica de integraci¨®n regional.
Repsol, que ha invertido en este pa¨ªs 1.080 millones de d¨®lares durante el periodo 1997-2005, se ha comprometido a realizar nuevas inversiones a trav¨¦s de nuevos v¨ªnculos de cooperaci¨®n.
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