'Sexuar' las pol¨ªticas
Hace pocos d¨ªas me llam¨® la atenci¨®n un dato de un informe divulgado por los peri¨®dicos, sobre las profesionales j¨®venes en oficios tradicionalmente masculinos, que dec¨ªa que estas mujeres "se sienten perfectamente capaces de compatibilizar trabajo y maternidad, pero creen que hay rechazo social de la mujer trabajadora y madre".
Este dato es uno m¨¢s de los indicadores de un malestar que afecta, todav¨ªa, a la vida de muchas mujeres de nuestro pa¨ªs a pesar de los imparables avances producidos en los ¨²ltimos tiempos. Es un reflejo, tambi¨¦n, de los desequilibrios que persisten en el crisol de nuestra sociedad, y nos advierte de la urgencia y la necesidad con la que debemos impulsar un gran cambio en las estructuras sociales que hagan por f¨ªn efectiva la autonom¨ªa de las mujeres, el reconocimiento de su autoridad y, sobre todo, de su libertad. ?Una utop¨ªa? Las ideas ut¨®picas son el primer paso para hacer emerger el futuro.
Desde el Gobierno de la Generalitat, nos comprometimos con nuevas formas de decir y hacer pol¨ªtica, y a dar un fuerte y verdadero impulso a las pol¨ªticas de mujeres. Ello ha quedado plasmado en el plan de acci¨®n y desarrollo de las pol¨ªticas de mujeres en Catalu?a.
La sociedad, para desarrollarse, depende de la utilizaci¨®n de todos sus recursos humanos, y tanto hombres como mujeres han de participar y enfrentarse, conjuntamente y en relaci¨®n, a las distintas necesidades y expectativas que nos planteamos como pa¨ªs. Las pol¨ªticas de mujeres no son una variable m¨¢s que a?adir a una serie de otras variables del discurso pol¨ªticamente correcto hoy en d¨ªa tan en boga. Me refiero a variables como edad, etnia o clase social. Se trata de repensar nuestro espacio colectivo y desarrollar pol¨ªticas a partir de la existencia de mujeres y de hombres, y de las relaciones que entre ellos se establecen.
El nuevo marco legal de la igualdad de oportunidades no es hoy garant¨ªa suficiente. Desde el Instituto Catal¨¢n de la Mujer perseguimos recuperar el valor de la experiencia femenina, lo que supone profundos cambios en la organizaci¨®n de la sociedad. En primer lugar, hay que reconocer la experiencia diferenciada de ser mujer y hombre, y avanzar en el compromiso de realizar iniciativas, desde todos los ¨¢mbitos de la sociedad, que tengan en cuenta esta realidad. Sexuar la pol¨ªtica no es ni se ha de entender como una banalidad, sino como un enriquecimiento que har¨¢ de nuestro pa¨ªs un lugar de mayor bienestar. Se trata de una cosa tan sencilla como tener en cuenta la composici¨®n real del mundo.
Estamos trabajando para dar valor a las aportaciones que secularmente han realizado las mujeres en la construcci¨®n, el mantenimiento y la transformaci¨®n de la sociedad. Este bagaje es fundamental, se trata de la perspectiva diferenciada que da el hecho de haber sido las principales responsables de los cuidados de la vida y de asegurar la reproducci¨®n social. Es la visi¨®n que sit¨²a a las personas en el n¨²cleo mismo de la toma de decisiones. La aplicaci¨®n transversal de esta nueva visi¨®n del mundo supone algo aparentemente tan obvio como que las mujeres y los hombres no somos sujetos abstractos, y nos revela que el problema no es la diferencia, sino el hecho de que ¨¦sta sea utilizada de forma comparativa y jerarquizada a partir de un norma arquet¨ªpica y androc¨¦ntrica.
Uno de los compromisos adquiridos hace dos a?os por el Gobierno de la Generalitat y que quiero recordar con motivo de este 8 de marzo, D¨ªa Internacional de las Mujeres, es el de hacer de la vida cotidiana el eje vertebrador de las pol¨ªticas p¨²blicas. Ahora es un buen momento para hacer balance de todo lo conseguido y de decidir qu¨¦ futuro queremos, siempre desde el reconocimiento de la responsabilidad compartida de los dos sexos en la eliminaci¨®n de los desequilibrios ahora existentes y contando con la experiencia femenina y masculina en la construcci¨®n de un mundo m¨¢s justo y habitable. Se trata, en definitiva, de situar la vida humana en el centro de las decisiones pol¨ªticas.
Marta Selva i Masoliver es presidenta del Instituto Catal¨¢n de la Mujer.
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