'El imperio olvidado' revisa la Persia antigua como modelo de tolerancia
CaixaForum exhibe 500 objetos en una muestra producida por el British Museum
"Lloremos sobre el vasto esplendor del poder¨ªo persa desaparecido". Las palabras del coro de Los persas de Esquilo bien podr¨ªan referirse a la suerte que ha corrido el Imperio Persa en la imaginaci¨®n de Occidente. Reivindicar su historia, sus realizaciones culturales y "su grand¨ªsimo grado de tolerancia"; desvelar los misterios y acabar con los prejuicios que rodean al gran imperio de Ciro y sus sucesores son los objetivos de El imperio olvidado, la impresionante exposici¨®n -500 objetos- que se exhibe desde hoy hasta el 11 de junio en CaixaForum, en Barcelona.
En el espacio de la exposici¨®n, el visitante se ve sumergido en un despliegue de maravillas: relieves de leones, capiteles en forma de toro, vasos zoomorfos resplandecientes de oro y plata, joyas, tablillas sobre las que parece correr como un soplo leve de historia la impronta afilada de la escritura cuneiforme. Esculturas y relieves con los rostros evanescentes de los varios Dar¨ªos, Jerjes y Artajerjes y la presencia inmutable, sempiterna, de los Inmortales, la guardia personal de los Grandes Reyes -"en sus ojos brilla el fuego sombr¨ªo del sangriento Drag¨®n" (de nuevo Esquilo)-.
Entre las piezas sensacionales, un enorme mast¨ªn sentado de piedra negra de la apadana (sala de audiencia con columnas) de Pers¨¦polis, una placa fundacional de plata de Dar¨ªo I, un peque?o le¨®n de lapisl¨¢zuli o un pie de bronce formado por tres de esos felinos unidos y que ejemplifica el naturalismo y la estilizaci¨®n del arte persa. Tambi¨¦n, deslumbrantes objetos de la mesa real que remiten a la sorpresa de los hoplitas griegos tras la batalla de Platea al asaltar las tiendas de la nobleza persa: un rit¨®n (vaso en forma de cuerno con un animal en la base) de oro, las c¨¦lebres asas de plata en forma de cabra mont¨¦s saltando. Una daga de oro, las placas votivas del tesoro de Oxus, la emocionante reconstrucci¨®n de la misteriosa tumba de la acr¨®polis de Susa, cuyo propietario estaba recubierto por las m¨¢s refinadas joyas (entre ellas dos medallones con el mejor ejemplo de esmalte cloisonn¨¦ de la antig¨¹edad)...
La exposici¨®n, producida por el British Museum, con piezas propias, del Louvre y del Museo Nacional de Ir¨¢n, se centra en la antigua Persia aquem¨¦nida -casa real que recibe su nombre del ancestro Hakhamanish-, el imperio levantado hacia el 550 antes de Cristo por Ciro el Grande y finalizado en 330 al morir Dar¨ªo III Codomano tras sus sucesivas derrotas ante el impulsivo macedonio Alejandro Magno. Con Dar¨ªo I, en su momento de m¨¢ximo esplendor, el Imperio Persa aquem¨¦nida abarcaba desde el r¨ªo Indo hasta Libia y desde el mar de Aral hasta Nubia.
"Fue el mayor imperio de la antig¨¹edad, al menos antes de los romanos", recalc¨® ayer John Curtis, jefe del departamento del Antiguo Oriente Pr¨®ximo del British Museum y comisario de la exposici¨®n junto al conservador del mismo departamento Nigel Tallis. La exhibici¨®n, dijo, la m¨¢s visitada en el museo londinense tras la de Tutankam¨®n de 1972 (en Barcelona dispone de m¨¢s espacio, pero de algunas piezas menos), re¨²ne objetos de las tres grandes colecciones sobre ese imperio, una de cuyas grandes aportaciones fue hacer de puente entre las grandes civilizaciones antiguas de Oriente Pr¨®ximo y Europa a trav¨¦s de Grecia.
"Poco conocido y mal entendido", el imperio aquem¨¦nida merece pues ese apelativo de "imperio olvidado" que se le da en la exposici¨®n. Pero ¨¦sta va mucho m¨¢s all¨¢ de explicarlo, tambi¨¦n lo reivindica ante el t¨®pico del imperio autocr¨¢tico, cruel y policial. "Todas las religiones eran admitidas y hab¨ªa un grand¨ªsimo grado de tolerancia", subray¨® Curtis. De hecho, la exposici¨®n apenas aborda el zoroastrismo y recuerda que no est¨¢ claro siquiera que los aquem¨¦nidas siguieran las ense?anzas de Zaratustra.
El icono de la exhibici¨®n es el Cilindro de Ciro, una peque?a pieza tubular inscrita en la que el rey persa afirma haber restaurado templos y cultos tras la conquista de Babilonia, y devuelto a su patria a pueblos deportados (entre ellos los jud¨ªos cautivos de Nabucodonosor II). Todo lo cual ha hecho que algunos hayan visto en el cilindro una especie de Carta de los Derechos Humanos avant la lettre.
"El Imperio Persa no es una nota a pie de p¨¢gina de la historia universal", remach¨® Tallis. "La conquista de Alejandro lo que hizo fue acabar con algo formidable, ¨²nico y brillante, una forma diferente de administrar un imperio". Se?al¨® c¨®mo el arte persa refleja una concepci¨®n abierta de la cultura. "Artesanos de todo el imperio se instalaban en los nuevos centros reales persas y trabajaban en el desarrollo de la ideolog¨ªa imperial, conformada con elementos de todos los rincones. El imperio nunca impuso una lengua ni una religi¨®n".
Si el Imperio Persa era tan estupendo, ?por qu¨¦ se derrumb¨® tan f¨¢cilmente? "La conquista nos parece f¨¢cil porque la describieron los ganadores, pero los persas enfrentaron a Alejandro un ej¨¦rcito tras otro durante cuatro largos a?os. Adem¨¢s, la ca¨ªda fue temporal; tras una pausa, la cultura ind¨ªgena se reafirm¨®, y el Imperio Persa, de hecho, conecta con el de los partos y los sas¨¢nidas durante mil a?os m¨¢s, hasta la conquista ¨¢rabe en el siglo VII".
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