Un firme compromiso por la igualdad
En nuestro mundo globalizado y de transformaciones aceleradas, persisten no pocas injusticias estructurales. Las mujeres son v¨ªctimas de muchas de ellas. La discriminaci¨®n perdura bajo diversas formas en muchos ¨¢mbitos. La mejora de la condici¨®n de la mujer es, pues, todav¨ªa hoy una tarea pendiente y urgente a la que estamos convocados gobiernos y sociedades, una exigencia de mejora de la calidad democr¨¢tica de nuestros sistemas pol¨ªticos y tambi¨¦n de nuestra calidad de vida.
En el terreno del trabajo, garantizar que m¨¢s mujeres puedan incorporarse a la vida laboral en pie de igualdad con los hombres es no s¨®lo una aspiraci¨®n de estricta justicia; es tambi¨¦n una necesidad si Europa desea mantener una posici¨®n competitiva y exitosa en la econom¨ªa mundial.
Los pa¨ªses m¨¢s pr¨®speros y solidarios del mundo son aquellos en los que se dan mayores cotas de igualdad entre mujeres y hombres. La igualdad contribuye al crecimiento econ¨®mico y al empleo. Las medidas que permiten a mujeres y hombres conciliar la vida laboral con la vida familiar son, por ello, cruciales para el futuro de la Uni¨®n Europea.
Sin embargo, es preciso reconocer que hoy las diferencias entre hombres y mujeres son todav¨ªa manifiestas en la Uni¨®n, aunque las situaciones var¨ªan en gran medida de un pa¨ªs a otro.
Un informe reciente de la Comisi¨®n Europea sobre igualdad de g¨¦nero evidencia que las mujeres de la Uni¨®n obtienen retribuciones significativamente m¨¢s bajas que los hombres por trabajos equivalentes. El 32% de las mujeres trabaja a tiempo parcial, cuando la cifra para los hombres es de s¨®lo el 7%. En la mayor parte de los casos, el trabajo a tiempo parcial no es una opci¨®n deseada.
Todav¨ªa son muy pocas las mujeres que ocupan posiciones directivas en los consejos de administraci¨®n de las empresas. La proporci¨®n en 2004 era del 10%. El porcentaje de parlamentarias es, en algunos pa¨ªses, exageradamente reducido. De todos los primeros ministros y presidentes de los pa¨ªses de la Uni¨®n, s¨®lo cuatro son mujeres.
Adem¨¢s, en muchos pa¨ªses de la Uni¨®n el acceso a las guarder¨ªas y a la educaci¨®n en la primera infancia es muy restringido, especialmente para las ni?as y ni?os m¨¢s peque?os.
Las condiciones para la obtenci¨®n y disfrute de permisos de maternidad y paternidad tambi¨¦n var¨ªan mucho, como las compensaciones econ¨®micas correspondientes.
Las dificultades para que las mujeres europeas concilien el trabajo y la familia han provocado un declive brusco en las tasas de natalidad, hecho que tiene tambi¨¦n un efecto negativo sobre la econom¨ªa europea.
Por otro lado, la lacra de la violencia dom¨¦stica de la que son v¨ªctimas en su gran mayor¨ªa las mujeres es una realidad que todav¨ªa no hemos logrado erradicar de nuestras sociedades.
En resumen, queda mucho por hacer en materia de igualdad en Europa.
?ste es el trasfondo que nos llev¨® junto a nuestros colegas, los jefes de Estado o de Gobierno de Dinamarca, Finlandia, Francia y la Rep¨²blica Checa, a tomar la iniciativa para el establecimiento de un pacto por la igualdad entre mujeres y hombres en la Uni¨®n Europea.
A trav¨¦s de este pacto, deseamos centrar la acci¨®n de la Uni¨®n Europea en la igualdad y posibilitar que m¨¢s mujeres se incorporen al mundo laboral.
El pacto tiene vocaci¨®n de ser una parte de la Estrategia de Lisboa y contribuir a un cumplimiento m¨¢s acelerado de los objetivos que se definieron, incluidos los relativos a educaci¨®n infantil, igualdad entre mujeres y hombres en el puesto de trabajo, la lucha contra la discriminaci¨®n salarial, la promoci¨®n de la iniciativa empresarial entre las mujeres y las reformas que hagan m¨¢s igualitario el sistema de asistencia social.
Es importante que los compromisos adquiridos en estos campos no se queden en nobles palabras. Proponemos que la igualdad entre mujeres y hombres sea una parte importante de las evaluaciones peri¨®dicas sobre c¨®mo avanza cada Estado miembro en el cumplimiento de la Estrategia de Lisboa. Ello reforzar¨¢ la presi¨®n para progresar desde los compromisos a la acci¨®n en materia de igualdad.
No se puede permitir que la mitad de la poblaci¨®n de la Uni¨®n afronte de manera sistem¨¢tica condiciones m¨¢s dif¨ªciles que la otra mitad.
Como jefes de los Gobiernos espa?ol y sueco, los Ejecutivos de la Uni¨®n que m¨¢s mujeres incluyen entre sus componentes, y como hombres y convencidos feministas, nos comprometemos a cambiar las cosas.
Para alcanzar una mayor igualdad entre mujeres y hombres, se precisa un compromiso pol¨ªtico del m¨¢s alto nivel.
En la pr¨®xima cumbre de Bruselas de los d¨ªas 23 y 24 de marzo, esperamos que todos los pa¨ªses de la Uni¨®n adopten nuestra propuesta de un pacto para la igualdad y conduzcan Europa a una nueva fase de trabajo m¨¢s intenso en este terreno.
S¨®lo de este modo podremos erradicar las desigualdades entre mujeres y hombres que todav¨ªa subsisten. S¨®lo as¨ª podr¨¢ Europa construir una econom¨ªa competitiva y una sociedad flexible, moderna y justa.
Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero es presidente del Gobierno espa?ol y Goran Persson es primer ministro de Suecia.
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