Un gigante del timple

Jos¨¦ Antonio Ramos es un gigante. Capaz de trascender con un instrumento aut¨®ctono. Uno de esos instrumentos aparentemente limitados, pr¨¢cticamente imposibles, del que ha hecho su compa?ero de viaje, y al que saca un rendimiento inesperado.

Desde hace cinco a?os, el grancanario acude a su cita en el Central. Esta vez repas¨® su discograf¨ªa con motivo de la edici¨®n de 15 a?os de timple, doble recopilatorio que documenta sus encuentros con B¨¦la Fleck, Kepa Junkera o Los Sabande?os. ?l y sus m¨²sicos hicieron un tanguillo, unas rumbas... Obras suyas como La alberca o La retamilla; piezas de jazz -Our spanish love song, de Charlie Haden, o el cl¨¢sico Alice in wonderland-, as¨ª como Bebe, del albino Hermeto Pascoal, que Jos¨¦ Antonio Ramos toca de forma brillante. Y hasta una simp¨¢tica versi¨®n -cantada por Dani Casielles- de Englishman in N.Y., la canci¨®n de Sting.

El timple es un guitarrillo canario de cinco cuerdas -afinado en sol, do, mi, la, re- cuyo sonido cristalino y alegre recuerda a veces al ukelele o al cavaquinho.

En las poderosas y delicadas manos de Jos¨¦ Antonio Ramos este diminuto instrumento se erige en solista. Y Ramos ha encontrado un c¨®mplice necesario en Andreas Prittwitz, que lleg¨® de M¨²nich hace casi treinta a?os, y ha trabajado al servicio de Serrat, Sabina o V¨ªctor y Ana, adem¨¢s de ejercer como productor y profesor. El m¨²sico alem¨¢n despliega con habilidad un pac¨ªfico arsenal de instrumentos de viento.