Bono informar¨¢ el martes al Congreso sobre el env¨ªo de tropas al exterior

El ministro Jos¨¦ Bono comparecer¨¢ el martes en la Comisi¨®n de Defensa del Congreso para informar sobre las operaciones militares en el exterior. El Gobierno a¨²n no hab¨ªa decidido ayer si aprovechar¨¢ la ocasi¨®n para pedir el permiso parlamentario para un aumento sustancial de las tropas en Afganist¨¢n. Jos¨¦ Luis Solano, embajador para la reconstrucci¨®n de la provincia afgana de Badghis, espera un refuerzo "en cuesti¨®n de semanas".

El ministro de Defensa intent¨® ayer quitar hierro a la noticia, adelantada por EL PA?S, de que su departamento planea enviar otros 200 soldados a Afganist¨¢n, ante el deterioro de las condiciones de seguridad. "En este momento, no se ha producido ninguna propuesta al respecto por parte del Estado Mayor de la Defensa", dijo Bono, por lo que se neg¨® a "especular sobre posiciones que no est¨¢n encima de mi mesa con la formalidad que estos asuntos deben ser tratados".

Sin embargo, aunque sea informalmente, la propuesta lleva muchas semanas sobre la mesa. La ha planteado el coronel jefe del Equipo de Reconstrucci¨®n Provincial (PRT) de Qal-i-Naw, Jos¨¦ Antonio Alonso, y tambi¨¦n lo hizo su antecesor. Es, adem¨¢s, una demanda compartida por el embajador Jos¨¦ Luis Solano quien ayer, en conversaci¨®n telef¨®nica desde Qal-i-Naw, explicaba sus razones a EL PA?S: "No es una cuesti¨®n de seguridad, sino de movilidad. Estamos seguros dentro de casa, pero nosotros no hemos venido aqu¨ª para quedarnos encerrados, sino para movernos. Si se quiere que avancen los trabajos de reconstrucci¨®n, hace falta m¨¢s presencia militar".

Las matem¨¢ticas no enga?an: el contingente de Qal-i-Naw cuenta con cuatro pelotones de la Legi¨®n para funciones de escolta y seguridad: uno vigila la base, otro descansa y un tercero debe estar disponible para cualquier emergencia. S¨®lo queda uno para las salidas al exterior. Si lo hace el coronel, nadie m¨¢s puede salir.

Adem¨¢s del embajador Solano, en Qal-i-Naw hay una decena de civiles espa?oles, entre miembros de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECI) y de la empresa p¨²blica Tragsa. Con la llegada del buen tiempo, deber¨ªan reanudarse las obras de reconstrucci¨®n prometidas: una carretera, un hospital y una canalizaci¨®n de agua potable. La AECI ha anunciado que invertir¨¢ 10 millones anuales durante el pr¨®ximo lustro, pero el ritmo de los trabajos puede resentirse por la falta de seguridad.

La responsabilidad del PRT espa?ol abarca toda la provincia de Badghis, pero las tropas no salen de la capital, Qal-i-Naw. Tras la retirada del Ej¨¦rcito afgano, en oto?o pasado, los militares espa?oles y la polic¨ªa local son los ¨²nicos representantes de la autoridad en una zona de m¨¢s de 20.000 kil¨®metros cuadrados que abarca hasta la frontera de Ir¨¢n.

Estas circunstancias llevaron a Defensa a planear un refuerzo del contingente, que ahora est¨¢ legalmente limitado a 540 soldados. En realidad son m¨¢s, pues la unidad que acudi¨® para instalar los dormitorios de la base de Qal-i-Naw ha prolongado su estancia para fortificar el per¨ªmetro de seguridad. El mayor temor es que los incidentes que est¨¢n proliferando en Herat (tiroteos, disturbios o minas) se extiendan a esta zona hasta ahora tranquila.

El problema para Bono es c¨®mo convencer al Congreso de que apruebe este aumento. Izquierda Unida y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) adelantaron ya ayer su firme rechazo.