Embargo al pa¨ªs inexistente

Tras dudarlo mucho, Ucrania ha cedido por fin a las presiones de Moldavia para doblegar al enclave secesionista del Transdni¨¦ster. Prescindiendo de su papel de mediador en el conflicto entre Chisinau y Tiraspol, Kiev ha introducido unas normas aduaneras que suponen el bloqueo econ¨®mico de la regi¨®n rebelde, poblada mayoritariamente por eslavos y situada en una estrecha franja entre la ribera izquierda del Dni¨¦ster y el territorio de Ucrania. Las normas aduaneras han sido apoyadas por la Uni¨®n Europea y EE UU, pero enfrentan a Kiev con Mosc¨² (tambi¨¦n mediador) y han generado un colapso en el tr¨¢nsito de trenes, pasajeros y mercanc¨ªas por una importante zona industrial vecina al mar Negro.

El bloqueo ha causado un verdadero caos en el transporte ferroviario de la regi¨®n

A partir del 3 de marzo, Ucrania prohibi¨® el paso por su territorio de las mercanc¨ªas carentes del sello de la aduana moldava, lo que supone bloquear las exportaciones del enclave independentista, que no reconoce la autoridad de Chisinau. El Transdni¨¦ster, una zona industrial que vive de su comercio a trav¨¦s de Ucrania, ha respondido cerrando el paso a los trenes y convoyes internacionales, lo que, a su vez, se ha traducido en un caos de pasajeros abandonados en estaciones fronterizas, cargas paralizadas y trenes desviados y retrasados.

El Transdni¨¦ster, que era parte de la URSS y que pertenec¨ªa administrativamente a Moldavia, se declar¨® independiente en 1991, alarmado por el anhelo de los nacionalistas moldavos de reunificarse con Rumania. Tras una guerra civil, atajada por el Ej¨¦rcito ruso en 1992, la coexistencia entre la ribera izquierda y derecha del Dni¨¦ster qued¨® congelada. Las dos partes han negociado durante a?os sin lograr una f¨®rmula de convivencia, mientras Mosc¨² y Kiev actuaban como mediadores, y la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), como observador. A estos actores se unieron despu¨¦s la UE y EE UU.

En 1997, Moldavia y el Transdni¨¦ster firmaron un memor¨¢ndum que daba a la regi¨®n secesionista el derecho a actividades econ¨®micas internacionales. El ministro de Exteriores ruso, Sergu¨¦i Lavrov, ha pedido ahora que se activen los mecanismos existentes, como la comisi¨®n de control conjunta, para asegurar el cumplimiento de aquel documento. Una delegaci¨®n rusa, compuesta por funcionarios del Consejo de Seguridad y el Ministerio de Exteriores, se desplaz¨® al Transdni¨¦ster para estudiar la situaci¨®n. De los cerca de 550.000 habitantes de la regi¨®n, 200.000 son ucranianos, 200.000 son rusos y el resto moldavos. Rusia y Ucrania han repartido pasaportes entre los miembros de sus respectivas comunidades ¨¦tnicas, de tal modo que en la regi¨®n viven cerca de 70.000 ciudadanos rusos y otros tantos de Ucrania.

Tras el bloqueo, los dirigentes secesionistas buscaban una soluci¨®n en Kiev, mientras en el Transdni¨¦ster los precios de los alimentos aumentaban por temor a la escasez y la producci¨®n local se acumulaba en los almacenes. El l¨ªder del Transdni¨¦ster, Igor Smirnov, no pudo convencer al presidente ucranio, V¨ªctor Y¨²shenko, de que diera marcha atr¨¢s. Los dirigentes de Ucrania accedieron a crear una comisi¨®n mixta para debatir la situaci¨®n en la frontera, pero insisten en que las nuevas normas aduaneras no deben ser consideradas como un bloqueo.

El comercio con el Transdni¨¦ster (o contrabando desde el punto de vista de Chisinau) ha sido un rentable negocio en la frontera con Ucrania y para Odessa. Kiev se hab¨ªa resistido a las presiones de Moldavia para cortarles el ox¨ªgeno a los independentistas, pero ha cambiado de pol¨ªtica. "Ucrania se ha plegado a las presiones de EE UU y Bruselas, porque quiere hacer m¨¦ritos ante Occidente para integrarse cuanto antes en la OTAN y en la UE", afirmaba desde Tiraspol Svetlana Gavr¨ªlova, la viceministra de Informaci¨®n independentista.

Tanto Rusia como Ucrania tienen intereses en el Transdni¨¦ster, donde est¨¢ una central el¨¦ctrica controlada por una filial del Sistema El¨¦ctrico Unificado de Rusia y la acer¨ªa de Ribnitsa, que tiene accionistas rusos y ucranianos. Esta acer¨ªa exportaba a los pa¨ªses de la UE, incluida Espa?a, hasta 2004, cuando tuvo que interrumpir esta actividad ante la negativa del Gobierno moldavo a expedir los certificados de origen exigidos por la UE, seg¨²n manifest¨® por tel¨¦fono su vicedirector, Lev¨®n Vardani¨¢n.