Ad vitam aeternam
Como adivina el l¨¦gamo la espada
y a tientas va el latido del tambor;
como palpa la noche desnudada
el cuerpo azul del cielo hecho esplendor;
como sorben tus ojos mi mirada
y abre tu boca el cofre de mi ardor,
como en tu desnudez desprecintada
de tu bot¨®n de luz soy trovador,
del bot¨®n de tus nalgas, de la mina
de claridad latida y cristalina
con que el centro de ti enciende mi mano;
como el rayo desvela en Positano
la mineralog¨ªa de azahar
con que los oros f¨²lgidos del mar
cristalizan el cielo y su rellano,
como el ojo de a?il crepuscular
me devuelve a la pala del remar
en la liturgia antigua del verano,
ahora que el pu?al arde en febrero
y es tu piel manantial y reverbero,
de tanta suavidad sabr¨¦ que muero,
porque tanto morir s¨¦ que es amar
y tanto amar es ser el jardinero
de tu cuerpo nevado al llamear.
26-II-2006
Ad vitam aeternam es in¨¦dito.
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