"Estoy intentando interpretar mi propia vida"
El encuentro con Pere Gimferrer (Barcelona, 1945) tiene lugar en su casa de la rambla de Catalu?a. El piso tiene la distribuci¨®n cl¨¢sica de las viviendas del Ensanche barcelon¨¦s: un peque?o pasillo que desemboca en una sala central con ventanas que se asoman a la rambla. En esta estancia es donde recibe el escritor. Est¨¢ abarrotada de libros. Los hay sobre una gran mesa adosada a la pared, en varias filas y formando torres; tambi¨¦n por el suelo, en las sillas, en una estanter¨ªa. Una gran mu?eca con su sombrilla abierta -se trata de una marioneta china del siglo XVIII- ocupa el sof¨¢ central de la sala y delante del mismo, sobre una mesita, reposan una caja de m¨²sica del siglo XVII y unos grandes abanicos abiertos. Un piano, un escritorio y dos peque?os sof¨¢s completan el mobiliario. Hay muchos cuadros. Varios de T¨¤pies y Mir¨®, dos ¨®leos del chileno Roberto Matta, uno del cubano Wifredo Lam. Tambi¨¦n est¨¢n algunos de sus conocidos animalitos de peluche. La habitaci¨®n tiene un aire de almoneda llena de objetos suspendidos en el tiempo. Un marco que ya no conjuga tan bien con el nuevo talante del escritor, m¨¢s jovial, m¨¢s risue?o, y en el que poco queda de su anterior rigidez de esfinge. Sus dos nuevos libros cuentan las razones de esta transformaci¨®n: su reencuentro amoroso con la que fuera su novia en 1969. Una historia de amor retomada 34 a?os despu¨¦s, tras enviudar, y que en este mismo mes de marzo terminar¨¢ en boda.
"Ni en catal¨¢n ni en castellano escribo por razones pol¨ªticas"
PREGUNTA . ?Cu¨¢les han sido las circunstancias de la escritura de Amor en vilo e Interludio azul?
RESPUESTA. Los libros no han sido escritos al mismo tiempo, uno sucede en el tiempo al otro. El de prosa fue escrito muy r¨¢pidamente, en 14 d¨ªas m¨¢s o menos, y en ¨¦l se cuentan dos historias que quedan en suspenso. Es un relato muy compulsivo, escrito como dec¨ªa, yo creo que en broma, Fernando de Rojas de La Celestina, que fue escrito en 15 d¨ªas. Luego viene el libro en verso, que empiezo a escribir dos meses m¨¢s tarde. Creo recordar que lo empec¨¦ el 12 de abril de 2004 y le pongo fin el 15 de enero de 2006. En el libro en prosa intento explicarme a m¨ª mismo lo que est¨¢ ocurriendo, y en el libro en verso, lo que est¨¢ ocurriendo ya no requiere explicaci¨®n; los poemas tratan de describir el efecto que esa realidad tiene sobre m¨ª y sobre mi escritura.
P. ?Y por qu¨¦ siente la necesidad de hacer p¨²blico algo tan privado y tan ¨ªntimo?
R. Recuerde los versos de Eliot sobre las palabras privadas que se dicen en p¨²blico. El primer libro no sab¨ªa si podr¨ªa publicarse o no. En principio s¨®lo pretend¨ªa aclararme ante m¨ª mismo y ante ella. En el caso del segundo son poemas l¨ªricos de amor. Salvo un libro de memorias que tengo inacabado y que no podr¨¦ publicar en vida, cuando escribo un texto literario, la idea es que ese texto sea conocido por los lectores. Que ese lector sean dos, o doscientos mil, es otra historia.
P. ?Esas memorias a las que se refiere son sus diarios?
R. No, mi dietario no es un verdadero diario ¨ªntimo, sino una sucesi¨®n de ensayos breves. Me refiero a unas memorias in¨¦ditas e inacabadas hoy por hoy. Si no las autocensuro no podr¨ªa de momento publicarlas, porque hay datos de mi vida personal y profesional, con nombres y apellidos y juicios de valor. Pero ¨¦ste no es el caso de estos dos libros.
P. Tambi¨¦n son muy autobiogr¨¢ficos.
R. Pertenecen a otro g¨¦nero. El libro de poemas es poes¨ªa l¨ªrica amorosa y el libro en prosa no contiene nada que yo piense que no puede leer el p¨²blico. En ambos casos no puedo dejar de escribir como escritor, y un escritor, publique o no un texto, escribe siempre pensando que el texto es un objeto literario, no una mera apuntaci¨®n privada.
P. En Interludio azul dice de su relaci¨®n actual: "Durante 34 a?os hemos mantenido una esgrima elegante y tr¨¢gica de encuentros esbozados en zigzag". ?Fue a buscarla despu¨¦s de la muerte de su esposa o fue un encuentro casual?
R. Todo lo cuento en el libro. En lo que se refiere al encuentro en s¨ª, el que se produce en el hotel Col¨®n y que narro en el primer cap¨ªtulo del libro, ella no lo provoca, pero el contenido de este encuentro lo pongo yo. El encontrarnos nace de una carta suya en la que me lo propone simplemente.
P. Usted cuenta que de inmediato recuperan "el h¨¢bito del erotismo intelectual". ?Qu¨¦ quiere decir?
R. Hay que remitirse a 1969. Ella y yo ten¨ªamos una relaci¨®n, y cuando volvemos a encontrarnos 34 a?os despu¨¦s, hablamos igual que en 1969. Lo esencial de nosotros no hab¨ªa variado. Lo que hay es un erotismo intelectual, sustentado en la forma de comunicarse, no s¨®lo verbalmente.
P. El libro en verso es de un erotismo subido. Como muestra algunos versos del poema Light in August que comienza: "Al cabalgar en m¨ª, navegaba la proa / melliza de tus pechos por la luz de alabastro; ..." y que termina: "toda tuya esta boa de mi falo: en la nada / si no vive en tu boca o en tu vulva ensanchada: / si no vive en tus labios, que el amor la destruya". ?Por qu¨¦ ha preferido el castellano para expresar algo tan privado? ?Lo ¨ªntimo no se expresa mejor en la lengua materna?
R. Los libros son un di¨¢logo con ella, y el castellano es la lengua en la que ella y yo hablamos, dejando aparte el hecho de que por separado cada uno habla catal¨¢n. Si los libros est¨¢n dedicados a ella no puedo concebir el escribirlos en otra lengua.
P. ?No ha valorado que volver al castellano como escritor podr¨ªa traerle alg¨²n problema?
R. D¨ªgase lo que se diga, esto no tiene nada que ver con mi relaci¨®n con la lengua catalana, pero una relaci¨®n tan intensa y excepcional como es ¨¦sta no se puede expresar en una lengua distinta de la lengua en la que se desarrolla. Me parecer¨ªa absurdo. Dicho esto, yo sigo siendo un escritor catal¨¢n de libros en catal¨¢n, y entre ellos est¨¢n en curso mis memorias , y ¨²ltimamente tambi¨¦n he escrito alg¨²n poema en catal¨¢n. No es que yo deje de escribir en catal¨¢n, sino que los libros dirigidos a ella son en la lengua en la que me relaciono con ella. Como no ha cambiado nada de lo que pienso sobre la lengua catalana y su uso literario, todo lo dem¨¢s me importa muy poco, no se trata del se?or que se convierte en un converso o neoconverso. Soy la misma persona y rechazo violentamente cualquier uso pol¨ªtico del hecho de que escriba estos libros en castellano.
P. ?Y qu¨¦ es lo primero en la factura de estos libros la vida o la obra?
R. En este caso la obra es coet¨¢nea con la vida. El libro es la formulaci¨®n en palabras de la experiencia. Si lo que pregunta es si escribo en funci¨®n de lo que vivo o si vivo en funci¨®n de lo que escribo, para m¨ª est¨¢ claro que la obra depende de la vida, no la vida de la obra. Otra cosa es que por nuestro temperamento, el de ella y el m¨ªo, tengamos cierta tendencia a verlo todo bajo la especie del arte, pero esto no es someter la vida a la obra.
P. Recuerdo unos versos suyos del libro Extra?a fruta y otros poemas, en los que se lamentaba: "Esta vida que nunca llegar¨¦ a interpretar". ?Se siente finalmente int¨¦rprete de su vida?
R. Estoy en un intento de interpretar mi propia vida. Jaime Gil de Biedma dec¨ªa que los poemas son un modo que empleamos para que nos entiendan y nos entendamos. Estos libros son una tentativa de explicarme a m¨ª mismo mi propia vida.
P. Todo el libro en prosa est¨¢ cruzado por la idea de epifan¨ªa, de renacimiento, "cambiar la resignaci¨®n por el rejuvenecimiento", le propone a su novia. ?Su vida anterior no cuenta?
R. ?C¨®mo que no cuenta? En mi vida anterior han pasado muchas cosas y he escrito muchos libros tambi¨¦n. Lo de elegir el rejuvenecimiento se lo digo a ella no a m¨ª , ?comprende? Respecto a mi vida anterior, yo he escrito antes de conocer a mi actual novia, despu¨¦s de conocerla, en el tiempo que no estuvimos juntos, los que he escrito ahora... y todos van contando las vivencias que tengo de mi experiencia. Esto no surge ex novo, se basa en una historia que ya ten¨ªa existencia y hab¨ªa quedado interrumpida en 1969.
P. En esta historia hay algo del sentimiento barroco del triunfo del amor sobre la muerte.
R. Yo dir¨ªa m¨¢s bien que es el triunfo del tiempo. La historia de mi anterior matrimonio empez¨® y termin¨®. Lo singular de la historia actual es el hecho de que tenga un arco temporal tan extenso como para reanudar lo que hab¨ªa quedado en suspenso en 1969. Me parece m¨¢s singular esto que lo otro. Porque de lo otro hay muchos ejemplos en la vida corriente. Se triunfa sobre el tiempo en el sentido de tener la energ¨ªa emocional como para volver a vivir a partir del momento del a?o 1969 en que aquello se interrumpe. Lo que fue la relaci¨®n anterior est¨¢ en mis libros anteriores, y creo que nadie, ni mi mujer misma si viviera, nada podr¨¢ reprochar. Lo que ocurri¨® en ese extenso per¨ªodo est¨¢ contado en los libros que escrib¨ª. Alguno incluso tuvo bastante resonancia. Eso est¨¢ escrito y ah¨ª queda. Y tambi¨¦n hay alguna referencia a mi mujer en este libro en prosa, y ah¨ª digo que ella misma me anunci¨® la fecha aproximada de mi reencuentro con Cuca . Sobre esta base la relaci¨®n con mi primera mujer, de la cual nadie salvo mi conciencia puede pedirme cuenta, es algo que nadie puede echarme en cara, fue una relaci¨®n que tuvo su curso, ocurri¨® y termin¨®. Y lo que ocurra ahora ya pertenece a otro cap¨ªtulo de mi vida, anterior o posterior, seg¨²n se mire. O anterior y posterior a la vez. El tiempo m¨¢s complicado es sin duda el tiempo coet¨¢neo. De eso tambi¨¦n hablo en el libro.
P. ?Cu¨¢l es para usted el valor supremo en la relaci¨®n amorosa?
R. El entendimiento. Para m¨ª es esencial. Hay muchas otras cosas: la entrega en el sentido emocional, no ¨²nicamente en el f¨ªsico... pero antes que todo eso est¨¢ el entendimiento. Nuestra relaci¨®n fue muy peculiar en su momento, y por lo que ella me cuenta de lo que ha sido su vida posterior, me confirma que ella ahora es la que ya era. Y estamos hablando como habl¨¢bamos. Y en la medida en que corrobora esta imagen me confirma las bases del entendimiento y por tanto me confirma que seguimos siendo los mismos.
P. ?En qu¨¦ lugar de su obra, colocar¨ªa el libro de poemas Amor en vilo?
R. Yo no pongo jerarqu¨ªas en mis libros. Hay una cosa que para m¨ª est¨¢ clara. He tenido hasta la fecha tres voces po¨¦ticas b¨¢sicas. Una es la que manifiestan mis libros en castellano de mi primera juventud. Esta voz m¨¢s o menos a partir de Arde el mar, creo que es una misma voz que se ha desarrollado. Luego hay una segunda voz que es la que se manifiesta en mis libros po¨¦ticos en catal¨¢n. Y ¨¦sta de ahora no es ni la de Arde el mar ni la segunda, la de Mascarada, es otra voz, la tercera, que estaba en m¨ª, latente. A prop¨®sito, una de las cosas que explican que empezara a escribir poes¨ªa en catal¨¢n fue precisamente la ruptura que hubo en 1969 con una persona con la que me relacionaba en castellano. Insisto en que en ambos casos hago una opci¨®n emocional y personal. Ni en catal¨¢n ni en castellano escribo por razones pol¨ªticas.
P. Siguiendo con el libro de poemas, por un lado est¨¢ su gran musicalidad y, por otro, un homenaje incesante a sus poetas favoritos.
R. Respecto a la m¨²sica hay una cosa que tengo muy clara: tanto en prosa como en verso, el sonido precede a las palabras. Las palabras cuando empiezan a existir ya lo hacen de acuerdo con un sonido. En cuanto a las influencias, en toda mi obra est¨¢n Rub¨¦n Dar¨ªo y G¨®ngora.
P. En el ¨²ltimo poema se ve la sombra de Octavio Paz.
R. Por una raz¨®n b¨¢sica, por Piedra de sol. Sin embargo, siendo la misma m¨¦trica, la estructura del poema no es semejante. El libro ha sido escrito muy r¨¢pido. Hay una cantidad enorme de poemas, son un total de 151, cifra que equivale a la suma de todos mis poemas en catal¨¢n, escritos en toda mi vida, pero concentrada su escritura en el periodo de dos a?os. Generalmente el sonido y las palabras preceden al sentido, el sentido es la ¨²ltima preocupaci¨®n que tengo, porque s¨¦ que el sentido vendr¨¢.
P. Su experiencia po¨¦tica en Amor en vilo ha sido diferente.
R. No tanto. En el fondo, siempre he tendido a este tipo de escritura. Aqu¨ª est¨¢ muy extremado porque es una revisi¨®n de toda mi vida. Es como escribir en dos a?os poes¨ªas que pude haber escrito a lo largo de 35.
P. No creo que existan en castellano poemas tan expl¨ªcitos ni con tanta carga er¨®tica como los contenidos en Amor en vilo.
R. Bueno, salta a la vista. Soy consciente de que hay una serie de poemas que tal vez en castellano no se hab¨ªan escrito antes. Dejo aparte la poes¨ªa er¨®tico pornogr¨¢fica festiva, que es otro g¨¦nero, pero en poes¨ªa seria amorosa en castellano hay muy pocos precedentes.
P. ?Le ha costado mucho escribirlos?
R. Nada. El problema esencial era saber c¨®mo hacerlos, pero si sab¨ªa no me costaba m¨¢s escribir esto que otra cosa. Soy muy r¨¢pido escribiendo, voy muy deprisa y luego corrijo lo menos posible. Ya s¨¦ que de este tipo de poemas no hay precedentes pero eso me da igual. No los hay en poes¨ªa seria hisp¨¢nica, pero s¨ª los hay en poes¨ªa en otros idiomas empezando por el franc¨¦s.
P. En espa?ol, uno de los ejemplos ser¨ªa Rub¨¦n Dar¨ªo.
R. M¨¢s all¨¢ que Rub¨¦n llega Juan Ram¨®n Jim¨¦nez. Por raro que parezca hay muchos poemas de Juan Ram¨®n de esta naturaleza. Y luego ya los poetas franceses: Apollinaire, Rimbaud
... Son poetas muy buenos, ?eh? Y tambi¨¦n est¨¢n los latinos como Catulo, y la poes¨ªa provenzal medieval, los trovadores...
P. ?Estos dos libros suponen una importante inflexi¨®n en su vida?
R. S¨ª, es evidente. Pero yo quisiera que los libros, una vez publicados, se juzgaran como obras literarias. Del mismo modo que le he dicho que no me gustar¨ªa que hubiera un uso pol¨ªtico de la lengua en que est¨¢n escritos, tampoco quisiera que los libros, fuera de lo que evidentemente dicen, se valoraran por razones biogr¨¢ficas. Habr¨ªa que valorarlos como piezas literarias, que es lo que son. Ninguna valoraci¨®n pol¨ªtica me parece pertinente. Creo que tienen que ser juzgados como textos literarios, sin desconocer un contenido existencial importante y significativo y que no se me oculta que puede encerrar tambi¨¦n un replanteamiento de todo un conjunto de mi vida.
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