El ¨²ltimo basti¨®n de la libertad de prensa en Rusia
El Eco de Mosc¨² es el ¨²ltimo s¨ªmbolo de una libertad de expresi¨®n cada vez m¨¢s estrangulada en Rusia. En los estudios de esta emisora se lanzan vitri¨®licos comentarios a la pol¨ªtica del Kremlin y se explayan los cr¨ªticos de Vlad¨ªmir Putin, hoy censurados en las cadenas de televisi¨®n estatales.
Alex¨¦i Vened¨ªktov, un antiguo maestro de escuela de aspecto bohemio, es el director de El Eco y el art¨ªfice de la l¨ªnea abierta y plural de la emisora, que fue fundada en 1990 al amparo de la perestroika de Mija¨ªl Gorbachov. El periodista, de 50 a?os, mantiene el rumbo incluso despu¨¦s de que El Eco pasara a depender de Gazprom en 2001, cuando el monopolio del gas ruso, mediante su filial Gazprom-media, adquiri¨® el control de m¨¢s de una veintena de empresas del Grupo Most-Media, a resultas de la campa?a de acoso instigada por el Kremlin contra el magnate Vlad¨ªmir Gusinski, hoy en el exilio.
Vened¨ªktov desenmascara como incompetentes empedernidos a los l¨ªderes de Rusia Unida (el partido gubernamental) que osan hablar en directo
A la vista de la metamorfosis propagand¨ªstica de otros medios de Gazprom, como la televisi¨®n NTV, muchos se preguntan c¨®mo se las arregla El Eco de Mosc¨² para disparar con artiller¨ªa pesada contra el ministro de Defensa, Sergu¨¦i Ivanov; ridiculizar al vicejefe de la Administraci¨®n, Vlad¨ªmir Surkov, el ide¨®logo en la sombra del r¨¦gimen, y desenmascarar como incompetentes empedernidos a los l¨ªderes de Rusia Unida (el partido gubernamental) que osan hablar en directo. Los debates con participaci¨®n de los oyentes son el plato fuerte de la emisora. Vened¨ªktov tiene su propia f¨®rmula de supervivencia, que consiste, seg¨²n dice, en sentir respeto por s¨ª mismo, mantenerse al margen del dinero empresarial y no tener miedo.
Para los disidentes con el Kremlin, el Eco de Mosc¨² es el term¨®metro de la libertad, aunque hay quien cree que la emisora se mantiene para demostrar a Occidente que la democracia a¨²n existe en Rusia. El Eco, que transmite por FM en otras grandes ciudades, alcanza a una audiencia potencial de m¨¢s de 47 millones de personas (de ellos, casi 16 millones en Mosc¨² y la regi¨®n colindante) y emite tambi¨¦n por Internet. De los presidentes norteamericanos a los cancilleres alemanes, los pol¨ªticos occidentales importantes pasan por el Eco de Mosc¨² para ser entrevistados por "el periodista de los pelos revueltos", como llama Tony Blair a Vened¨ªktov.
Foro del pluralismo
"La libertad de prensa existe, pero ha disminuido y contin¨²a disminuyendo, y adem¨¢s han desaparecido la diversidad y la libertad de organizar debates entre diferentes puntos de vista", afirma el periodista, y explica que la desaparici¨®n de los debates televisivos ha obligado a la emisora a constituirse en foro de un pluralismo extremo. El Eco de Mosc¨² da el micr¨®fono a liberales empedernidos, que se quedaron en paro al ser estrangulado el pluralismo televisivo, pero tambi¨¦n a representantes de tendencias ultranacionalistas como el escritor Alexandr Proj¨¢nov o el periodista Mija¨ªl Le¨®ntev, en abierta contradicci¨®n con la ideolog¨ªa de la emisora. "Esta situaci¨®n no es natural, pero si la televisi¨®n organizara discusiones, nosotros podr¨ªamos volver a nuestra l¨ªnea liberal", afirma el periodista.
Cuenta Vened¨ªktov que el oligarca Gusinski quiso inmiscuirse sin ¨¦xito en la pol¨ªtica informativa de El Eco y Gazprom tambi¨¦n lo ha hecho, no para imponer un despido o una contrataci¨®n, sino para pedir que se informe m¨¢s sobre las actividades y puntos de vista del consorcio. Durante la crisis del gas con Ucrania, el Kremlin pidi¨® a El Eco que "pensara en el accionista mayoritario" y pusiera un contrapeso ruso a los numerosos puntos de vista ucranios que sonaban en sus micr¨®fonos. Como si les hubieran dado una orden, los pol¨ªticos rusos afluyeron a partir de entonces a los estudios de El Eco.
Opina Vened¨ªktov que las principales amenazas para su emisora no vienen de la injerencia en la l¨ªnea informativa, sino de la pol¨ªtica general. Tras la llegada al poder de Putin, se?ala, se han adoptado cerca de cuarenta enmiendas a diferentes leyes y "todas ellas limitan la libertad de expresi¨®n". La prensa regional se ha visto perjudicada por la supresi¨®n de unas exenciones fiscales vitales para su existencia y, a falta de un mercado publicitario local desarrollado, tiene que buscar la protecci¨®n de las autoridades locales con las consiguientes servidumbres. Adem¨¢s, Vened¨ªktov opina que el Kremlin provoc¨® el cisma en la comunidad period¨ªstica, al apoyar una organizaci¨®n llamada Mediosoyuz que, bien dotada econ¨®micamente, entr¨® en competencia con la cr¨ªtica Asociaci¨®n de Periodistas. A esto se a?aden las compras de medios de comunicaci¨®n cr¨ªticos por propietarios leales al Kremlin con el fin de hacerlos desaparecer, como ?bshaya Gazeta, el semanario dirigido hasta su fallecimiento por Yegor Y¨¢kovlev, o para cambiar su pol¨ªtica informativa, como ha ocurrido con Ren-TV, el ¨²ltimo canal federal con una l¨ªnea independiente, que fue adquirido por empresas del sector metal¨²rgico y petrolero. V¨ªctima de estas transacciones pol¨ªtico-mercantiles ha sido tambi¨¦n Nezav¨ªsimaya Gazeta, un diario perteneciente al oligarca Bor¨ªs Berezovski, hoy exiliado, que fue adquirido por un asesor del ministro de Desarrollo Econ¨®mico. Los medios se enfrentan adem¨¢s a procesos y los tribunales no han dado la raz¨®n a los redactores en ning¨²n caso importante. Por si fuera poco, los asesinatos de periodistas han aumentado, mientras el desenmascaramiento de sus culpables es inferior a la norma general.
La pol¨ªtica informativa del Kremlin consiste hoy, seg¨²n el periodista, "en corregir la deteriorada imagen de Rusia en el extranjero, con el mensaje subyacente de que nuestro pa¨ªs es como todos los dem¨¢s, y en asegurarse en el interior del pa¨ªs que la operaci¨®n de transferencia del poder en 2008 transcurre pac¨ªficamente". Vened¨ªktov dice ser consciente de que El Eco es "un instrumento" en manos de uno de los grupos que hacen pol¨ªtica en el Kremlin, pero asegura que ¨¦l se limita a hacer su trabajo. Nunca le han propuesto sobornos, dice, aunque s¨ª "cargos en el Gobierno". "No me interesa", dice, y es optimista sobre el futuro, porque la emisora "informa a quienes deben tomar decisiones".
Siempre pendientes de un hilo
EL ECO DE MOSC? es una sociedad de accionistas que da beneficios al gigante del gas ruso Gazprom, su principal propietario, y reparte dividendos. Vened¨ªktov no quiere divulgar las cifras, pero dice haber recibido en dividendos el equivalente a su sueldo de ocho meses.
El mayor conflicto de la emisora con Gazprom se dio en torno al nombramiento del director, que, de acuerdo con los estatutos, es elegido por los periodistas y confirmado por la junta de accionistas.
El consorcio del gas, que tiene el 66% de las acciones, quer¨ªa poner al frente a un ejecutivo contratado, pero no consigui¨® el 75% de los votos necesarios para modificar los estatutos. La redacci¨®n, que hab¨ªa conseguido reunir el 34% de las acciones, se plant¨® en bloque y amenaz¨® con abandonar masivamente El Eco de Mosc¨², si Vened¨ªktov no era confirmado.
Como argumento, los periodistas hab¨ªan adquirido la licencia para otra emisora. "Las conversaciones fueron largas y dif¨ªciles. Ahora ya podemos decir que estuvimos pendientes de un hilo. Nos salimos con la nuestra, pero tuvimos que involucrar a muchas personas influyentes", dice el periodista, seg¨²n el cual el destino de la emisora estuvo por ¨²ltima vez en vilo hace dos a?os, y entonces fue Putin quien intercedi¨® por ella.
Como punto positivo en el panorama informativo, Vened¨ªktov cita el fortalecimiento del mercado publicitario. Los anuncios de f¨¢rmacos contra todo tipo de achaques que invaden El Eco son el tedioso precio de estar bien informado.
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