Los franceses dicen no
Las huelgas y manifestaciones que se registran en Francia contra el nuevo Contrato de Primer Empleo (CPE) para los j¨®venes han colocado en una situaci¨®n delicada a su impulsor, Dominique de Villepin, que est¨¢ perdiendo popularidad a chorros. Nicolas Sarkozy, su principal rival dentro del bloque conservador en las elecciones presidenciales de mayo de 2007, se ha desmarcado h¨¢bilmente de la iniciativa. Villepin es muy consciente del riesgo, pero insiste en que el CPE contribuir¨¢ de forma decisiva a bajar la actual tasa general de paro del 10% (22% entre los menores de 26 a?os). Justamente a ellos se dirige el nuevo contrato en pruebas por el que pueden ser despedidos sin indemnizaci¨®n dos a?os despu¨¦s de ser contratados, una medida similar a la que existe en otros pa¨ªses.
Los sindicatos no han logrado movilizar al poderoso sector p¨²blico. En la ense?anza, la protesta se ha centrado en las universidades. M¨¢s de la mitad est¨¢n en huelga. En Par¨ªs, La Sorbona fue ocupada por los estudiantes el jueves y desalojada con violencia por la polic¨ªa en la madrugada de ayer. Villepin hab¨ªa logrado preservar la imagen de hombre moderado y de consenso social frente al corte m¨¢s radical y populista de Sarkozy. Su popularidad ha descendido 10 puntos en un mes y es ahora del 41%, el m¨¢s bajo nivel desde su nombramiento como jefe de Gobierno en junio de 2005. Peor es la de su mentor, el presidente Chirac, pol¨ªticamente ausente.
A un a?o de las presidenciales y legislativas, la oposici¨®n, especialmente los socialistas, tambi¨¦n est¨¢ dividida. ?stos no tienen candidato ni programa claro, pese a la popularidad creciente de S¨¦gol¨¨ne Royal, ex ministra, presidenta de la regi¨®n de Poitu-Charentes y compa?era sentimental del l¨ªder del PS, Hollande, que podr¨ªa convertirse en la primera mujer aspirante al El¨ªseo. El PS ha tomado la bandera de la resistencia al CPE y a todo cambio en la pol¨ªtica de empleo.
El pa¨ªs refleja una imagen cansada, instalado en el inmovilismo y reacio a todo cambio social. Malo ser¨¢ si ning¨²n candidato osa decirles la verdad a sus conciudadanos. Francia necesita profundas reformas. Las joyas de la abuela se est¨¢n acabando. La decisi¨®n de la compa?¨ªa Renault, en parte p¨²blica, de producir los coches de m¨¢s alta gama en sus plantas de Corea del Sur es una clara se?al de alerta.
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