Manuel Estrada reflexiona sobre la dureza de M¨¦xico DF en 'Ciudad Perro'
El artista madrile?o expone en la Casa de Am¨¦rica su visi¨®n de una ciudad "surrealista"
En su ¨²ltimo viaje a M¨¦xico, el dise?ador Manuel Estrada (Madrid, 1953) volvi¨® cargado de peri¨®dicos, fotos, dibujos y objetos. Un a?o antes, la Casa de Am¨¦rica le hab¨ªa propuesto hacer una exposici¨®n sobre alg¨²n pa¨ªs iberoamericano y Estrada, sin dudarlo, hab¨ªa elegido M¨¦xico.
Era el pa¨ªs que m¨¢s veces hab¨ªa visitado, donde ten¨ªa m¨¢s amigos y que m¨¢s le interesaba. El espectador de la exposici¨®n Ciudad Perro camina entre la diferencia, la violencia, la identidad y la muerte que, seg¨²n el artista, inundan la Ciudad de M¨¦xico. Conceptos que Estrada ha utilizado para reflexionar sobre la sociedad mexicana en cuatro instalaciones. Ayer Estrada se adentr¨® de nuevo en el DF en compa?¨ªa del cantautor Luis Eduardo Aute para explicar Ciudad Perro. "En el DF hay muchos perros callejeros y eso precisamente refleja la dureza de la ciudad", dijo.
Flacos y llenos de cicatrices, esos perros no imaginan la vida que llevan otros de su misma especie, "mascotas de seda" a salvo de la aspereza de la calle.
Con los humanos pasa lo mismo. Y as¨ª lo manifiesta la primera instalaci¨®n de Ciudad Perro: Diferencia. A la derecha, una pantalla muestra im¨¢genes del canal mexicano de las estrellas. A la izquierda, una sucesi¨®n de im¨¢genes tomadas por el artista o escaneadas de peri¨®dicos. En el centro, una butaca que s¨®lo mira hacia la cara m¨¢s amable de la sociedad mexicana. "Una realidad ignora a la otra", resume Estrada.
En las calles mexicanas abundan los perros, tambi¨¦n las pistolas. "En M¨¦xico es corriente la cultura de la autodefensa". Y, en consecuencia, la posesi¨®n de armas, como las que horadan las paredes de esta segunda instalaci¨®n. "Todo es un c¨ªrculo vicioso que s¨®lo conduce a crear m¨¢s violencia".
Las im¨¢genes folcl¨®ricas de M¨¦xico est¨¢n llenas de m¨¢scaras. En Ciudad Perro tambi¨¦n las hay, pero estas m¨¢scaras no son convencionales: inventan las identidades en lugar de ocultarlas. El tercer escenario de la exposici¨®n encierra las m¨¢scaras del subcomandante Marcos, del plateado luchador El Santo y de un folcl¨®rico. "Los luchadores se convierten en alguien diferente cuando se ponen la m¨¢scara", explica Estrada. Y, por tanto, en los combates se arriesgan a ser despojados de la m¨¢scara y de su identidad creada. "El subcomandante Marcos, sin su pasamonta?as, ser¨ªa un ciudadano cualquiera".
Al final de la exposici¨®n, llega la muerte. Dos v¨ªrgenes: una psicod¨¦lica Virgen de Guadalupe, y la t¨¦trica Santa Muerte enfrentadas -"es una instalaci¨®n made in China", bromeaba Estrada-. La muerte, dice el autor, empapa la cultura mexicana. "El culto a la Santa Muerte se extiende, sobre todo en el DF, donde el cristianismo no lleg¨® a todos los estratos". En definitiva, una personal visi¨®n de la urbe mexicana. "Y de una realidad verdaderamente surrealista".
Ciudad Perro. Casa de Am¨¦rica (paseo de Recoletos, 2). Del 17 de marzo al 14 de mayo. Entrada libre, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00. Lunes, cerrado; domingos, s¨®lo ma?anas.
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