El 'botell¨®n' que viene

Parece que todav¨ªa nadie se ha enterado de qu¨¦ va todo esto. A los j¨®venes lo que nos gusta no es ponernos como cubas, vomitarnos encima, mear las casas de los vecinos, estamparnos con el coche, o ponernos hasta arriba de pastillas. Todo eso son puras chorradas. Es cierto que hay problemas, hay gente poco respetuosa con los vecinos de las zonas de salir, hay inconscientes que beben y conducen e insensatos que les gusta comerse pastillas de talco con Gelocatil. Esos problemas debieran de ser combatidos y resueltos, pero hay que ir m¨¢s all¨¢.

?De d¨®nde viene el botell¨®n? De toda la vida, siempre se ha ido de ca?as, de tintos, etc¨¦tera. Pero resulta que, al igual que anta?o mis padres iban al cine con cinco duros y les daba para la entrada y palomitas, ahora una ca?a dif¨ªcilmente baja del euro, y en la mayor¨ªa de los bares (de salir) est¨¢ cerca ya de tres euros (?500 pesetas!).

?Todav¨ªa les extra?a que los j¨®venes bebamos en la calle? Porque todav¨ªa queda otro tema: a los que nos gusta conversar, re¨ªrnos y entender lo que nos dice nuestro amigo a un metro de nosotros, s¨®lo nos resta quedarnos fuera de los bares para no acabar sordos de reguetones y dem¨¢s desechos musicales que nos inundan los o¨ªdos. Y, por cierto, si tanto les importan los accidentes de tr¨¢fico, ?a qu¨¦ esperan para poner un transporte p¨²blico nocturno de calidad?

Lo que ocurre estos d¨ªas en Espa?a no son m¨¢s que manifestaciones, quiz¨¢s no en la mejor manera, de reivindicar nuestro derecho a quedar con los amigos, tomar unas copas en un aire no viciado por el humo, la "m¨²sica", el ruido y las aglomeraciones.