Individualidades sin rumbo
Si se solicitara a media docena de cr¨ªticos de arte que hicieran una lista con treinta nombres de artistas espa?oles que resumieran el panorama de la d¨¦cada de los a?os noventa, lo m¨¢s seguro es que no se repitieran ni dos nombres m¨¢s de tres veces. Por tanto, no es la selecci¨®n de artistas en esta exposici¨®n dedicada a la d¨¦cada de los noventa lo que ser¨¢ objeto de esta cr¨ªtica. Aceptando como premisa que todos los artistas que participan en ella son oportunos y que las obras elegidas para representarlos les caracterizan, el problema que se hace evidente es la escasa cohesi¨®n, la miseria est¨¦tica y la falta de sentido que destila este grupo de obras o, dicho de otra manera, ofrece argumentos para justificar el desinter¨¦s sobre el arte actual espa?ol que se detecta en las grandes muestras y eventos internacionales.
IDENTIDADES CR?TICAS
Museo Patio Herreriano
Jorge Guill¨¦n, 6. Valladolid
Hasta el 30 de abril
Esta exposici¨®n parece apun
tar hacia una tesis que se expresa en su t¨ªtulo, que es Identidades cr¨ªticas. Aqu¨ª, sin embargo, s¨ª es necesario entrar a enjuiciar ya que no queda claro con qu¨¦ o con qui¨¦nes se "identifican" estos artistas o sus obras, ya que, por el contrario, parecen apuntar hacia la dispersi¨®n y la pluralidad. La sensaci¨®n que provoca la exposici¨®n es que en Espa?a, durante los a?os noventa, se ha abolido cualquier idea de corriente o tendencia, y cada artista, desde posiciones individuales, corre o tiende sin rumbo ni destino hacia cualquier punto inespec¨ªfico. El t¨¦rmino "identidad" no es, por tanto, empleado como identificaci¨®n con unos ideales, un grupo o una forma de comprender el arte o la vida, sino como el DNI que nos individ¨²a frente al resto. Es, precisamente, el car¨¢cter individual, tal como se presenta en esta exposici¨®n, lo que impide que el arte que se hace en Espa?a haya perdido el cr¨¦dito fuera del patio de vecinos. Confundir individualidad con identidad no ayuda precisamente a resolver el problema de credibilidad por el que atraviesa el arte espa?ol.
La individualidad es una cualidad que impide o hace dif¨ªcil la comparaci¨®n y, por tanto, anula la objetividad cr¨ªtica. ?ste es el tal¨®n de Aquiles de esta exposici¨®n: la falta de criterio con que se han reunido las obras. El t¨ªtulo parece inducir a creer que estos artistas son cr¨ªticos o que sus obras pueden ser entendidas como elementos de denuncia, pero el t¨¦rmino "cr¨ªtica" aqu¨ª hace referencia a un mero asunto de procedimientos, se reduce a un problema t¨¦cnico, cual es que ninguno de los artistas seleccionados pinta cuadros o talla esculturas, dedic¨¢ndose a las otras artes, como la "instalaci¨®n", el v¨ªdeo, la construcci¨®n de objetos, la proyecci¨®n de im¨¢genes, la tipograf¨ªa o la fotograf¨ªa. El que a estas alturas del siglo XXI estos asuntos sean determinantes a la hora de organizar una exposici¨®n pone en evidencia la penuria "cr¨ªtica" del panorama espa?ol.
Por ¨²ltimo, hay que se?alar que no todo resulta bald¨ªo ya que, el arte es un reflejo bastante fiel de la ¨¦poca y la sociedad en las que se gesta. En este sentido, y a¨²n con su t¨ªtulo equ¨ªvoco, la exposici¨®n resume acertadamente lo acaecido en esos a?os en una Espa?a que ha experimentado el bienestar econ¨®mico y de la modernidad t¨¦cnica mientras acepta sumisa las condiciones consumistas de la sociedad globalizada del espect¨¢culo, generando individuos satisfechos e indiferentes que aceptan un destino en el que no tienen grandes posibilidades de intervenir.
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