Sue?os de hero¨ªsmo pol¨ªtico

Olivier Rolin (Par¨ªs, 1947) vivi¨® una juventud entusiasta e impetuosa en las filas del mao¨ªsmo franc¨¦s, y se convirti¨® en una figura notoria en los acontecimientos de Mayo del 68. En su primera novela, Ph¨¦nom¨¨ne futur (1983), intent¨® expresar esa experiencia, situando la acci¨®n en un pa¨ªs imaginario y en una ¨¦poca indefinida. El resultado fue una obra m¨¢s reflexiva que narrativa, metaf¨ªsica, ecl¨¦ctica y muy pesimista. En sus obras posteriores sus intereses han derivado hacia asuntos m¨¢s propios de la mitolog¨ªa literaria: la condici¨®n err¨¢tica del escritor, la redenci¨®n por la escritura, los territorios fundacionales de la memoria, la experiencia de los viajes. Periodista, cr¨ªtico literario y editor, Rolin ha publicado casi una decena de libros y hoy est¨¢ considerado uno de los escritores franceses m¨¢s meritorios. Due?o de una prosa acerada, ¨¢gil y tumultuosa, ha encontrado el momento de volver a valorar aquella experiencia de radical militancia pol¨ªtica, a trav¨¦s de una meditaci¨®n sarc¨¢stica -por momentos arr¨ªtmica y descontrolada-, donde aquella aventura de "la ¨²ltima generaci¨®n que ha tenido sue?os de hero¨ªsmo" es sometida a una suerte de autopsia moral que deja ver tanto el rid¨ªculo -o el desinter¨¦s- que suscita en las nuevas generaciones como la burla que provoca en quienes, con un pasado de atolondrada rebeli¨®n contra el orden burgu¨¦s, cre¨ªan entonces "ver movi¨¦ndose en la oscuridad los grandes estandartes de la Historia".

Contada como una purga de la memoria, la novela es una larga perorata de Martin -trasunto del autor- a Marie, nacida en 1976, hija de su mejor amigo, muerto a principios de los ochenta. Embutidos en un coche al que llaman "nave Remember", mientras ven pasar las se?ales de tr¨¢fico y los letreros luminosos del Estado de bienestar, Martin va encadenando las andanzas, las acciones -en general m¨¢s pat¨¦ticas y risibles que efectivas-, la dimensi¨®n ¨¦tica y el embrollo emocional y pol¨ªtico -"el embrollo forma parte de la historia"- del grupo mao¨ªsta al que perteneci¨®, retratando a cada uno de sus miembros, y describiendo su car¨¢cter burdamente exaltado, la estupidez y el sectarismo ideol¨®gico que los guiaba, en una rememoraci¨®n que se desv¨ªa irremediablemente a la iron¨ªa: "El instrumento de nuestro castigo ha sido la iron¨ªa".

A medio camino entre la cr¨®

nica y el testimonio, en Tigre de papel confluyen dos l¨ªneas discursivas que dotan a la novela de una peculiar convicci¨®n, m¨¢s all¨¢ de los imperativos de veracidad autobiogr¨¢fica -Rolin desaprueba las t¨¦cnicas de ¨¦nfasis del yo-. Por un lado, la interpelaci¨®n a los propios recuerdos, que aparecen con su correspondiente dosis de autoagravio -"¨¦ramos el colmo de convencionales y puritanos"-, y, por otro, la necesidad de transmitir a los j¨®venes actuales las vivencias de fraternidad que, al margen de la sumisi¨®n dogm¨¢tica, mantienen su vigencia en esta ¨¦poca de individualismo exacerbado. De ah¨ª que, aun siendo decisivo el an¨¢lisis, elaborado sin ninguna conmiseraci¨®n, de los errores, extrav¨ªos y necedades -que, por otro lado, corresponden a cierta memoria vergonzante de la izquierda-, lo que se impone es una perdurable melancol¨ªa, la constataci¨®n de que aquella atropellada militancia emulaba de alg¨²n modo la condici¨®n m¨ªtica del h¨¦roe: "Un h¨¦roe", aclara Martin con orgullo, "no es otra cosa que un hombre plenamente humano, lo contrario del hombre mercanc¨ªa".

Tigre de papel es as¨ª una propuesta de revisi¨®n de la historia desde la madurez reflexiva y una advertencia sobre las artima?as de la ret¨®rica pol¨ªtica, pero tambi¨¦n es una reprimenda generacional, realizada con mucho desparpajo verbal, a la efervescencia de aquel momento hist¨®rico, acaso ya irrepetible. Rolin, no obstante, tiende a la desmesura, aunque no alcanza el desenfreno de La invenci¨®n del mundo, escrita una d¨¦cada antes, una novela desaforada que se justifica m¨¢s por su ambicioso proyecto que por su resultado. Rolin utiliz¨® el material de casi 500 diarios, en 31 idiomas diferentes, para describir un d¨ªa de nuestro planeta -en concreto, el 21 de marzo de 1989- y ofrecer as¨ª "una idea de la multiplicidad del espacio". ?Es necesario decir que Rolin consigue, en efecto, plasmar esa idea, pero a costa de aturdir con su incontinencia verbal? El despliegue de historias que se cruzan y solapan, o no fructifican y se abandonan, y la aparatosa exhibici¨®n de profesiones, climas, cotizaciones, enumeraciones y noticias de toda ¨ªndole... acumulan p¨¢ginas de una incesante trivialidad, hasta vincular "la imbecilidad con el ingenio". La lib¨¦rrima consigna de que "en literatura todo es posible" alcanza aqu¨ª, por exceso, un hervidero de tal magnitud que sorprendentemente empobrece la riqueza del mundo.