C¨¦sar Jim¨¦nez se hace el amo
C¨¦sar Jim¨¦nez se los merend¨®, creo que hasta con fruici¨®n. Bueno, para ser justos, a Rinc¨®n lo borr¨® del mapa y a Morante se lo comi¨®. As¨ª como suena. Jim¨¦nez fue, ante todo, un ejemplo para tanto conformismo y mediocridad que camina a sus anchas por el escalaf¨®n. Jim¨¦nez fue un ejemplo de actitud, de amor propio, de buen toreo, de verg¨¹enza, de saber estar..., de c¨®mo querer ser figura del toreo y no palidecer en el intento.
Para C¨¦sar Jim¨¦nez fueron dos de los tres superiores toros de Las Ramblas que saltaron al ruedo. M¨¢s completo y alegre el tercero, aunque el sexto se empleara m¨¢s en varas. En aqu¨¦l, una comuni¨®n entre ambos. El primer saludo con la muleta fue un intento de rodillas, en el platillo, del que sali¨® atropellado. No entreg¨® las armas. Volvi¨® al mismo sitio y repiti¨® trance. En esta ocasi¨®n, con gran limpieza y temple, le peg¨® cuatro muletazos que encendieron la tarde. Clamor. Al buen toro de Las Ramblas le dio distancia, lo dej¨® reposar, reponerse entre serie y serie. La faena, bien medida y meditada, paus¨¢ndola cuando era necesario, no tuvo altibajos. Un tuya y m¨ªa entre toro y torero. Una relaci¨®n fiel y sincera. El toro pon¨ªa la alegr¨ªa de su bravura; Jim¨¦nez la administraba. Con la mano izquierda algo m¨¢s forzado, pero siempre impuesto. Una labor fresca, adem¨¢s, que tuvo en un improvisado molinete la guinda imaginativa.
Ramblas / Rinc¨®n, Morante, Jim¨¦nez
Toros de Las Ramblas. Correctos de presentaci¨®n. 3?, 5? y 6?, excelentes. Al ¨²ltimo se le dio la vuelta al ruedo en el arrastre. C¨¦sar Rinc¨®n: pinchazo, media -aviso- y dos descabellos (bronca); entera tendida -primer aviso-, dos descabellos -segundo aviso- (silencio). Morante de la Puebla: media trasera y dos descabellos (pitos); casi entera perdiendo la muleta (oreja). C¨¦sar Jim¨¦nez: pinchazo y estocada perdiendo la muleta (oreja); casi entera (dos orejas). Plaza de Valencia, 17 de marzo de 2006. 8? de feria. Lleno.
El sexto, el m¨¢s toro de una corrida muy correcta, fue el que mejor se emple¨® en el caballo. Plantados toro y torero en el centro del ruedo, la faena creci¨® sin altibajos. Justa en muletazos. Ni faltaron ni sobraron. En ¨¦sta, la mano izquierda fue manejada con mando y seguridad. Con la derecha, la muleta a c¨¢mara lenta y el cuerpo abandonado. De vuelta a la mano izquierda, con la pierna contraria adelantada, una serie final que tuvo un sonoro y visible plus de valor. Un triunfo incontestable.
Por cierto, Jim¨¦nez no perdon¨® un quite en toda la tarde. Incluso ocup¨® el turno de Morante, inhibido, en los toros de Rinc¨®n. Un capote variado y alegre, desterrando las socorridas y ya cansinas chicuelinas.
Morante le cort¨® una oreja al quinto por un trabajo a golpes de est¨¦tica. De chispazos a punto de genialidad. De inspiraci¨®n a medias. Pero suelta. De retales. Tambi¨¦n de personal aguante. Muy apoyada desde el tendido. Con el segundo, al que tore¨® muy bien con la capa, la musa de turno le dio plant¨®n. Morante, desenga?ado, abandon¨® la cita y opt¨® por la brevedad.
Rinc¨®n no se confi¨® en el primero y se esforz¨® en el cuarto. En aqu¨¦l fue superado por la raza del de Las Ramblas, en ¨¦ste quiso y no pudo.
Novillada matinal
En la novillada matinal cort¨® una oreja David Esteve, tras una faena en la que llev¨® muy bien toreado al segundo novillo de Guadalmena. Una faena que no baj¨® de nivel, de marcada calidad. En el quinto mostr¨® su cara m¨¢s valiente. Se llev¨® una fuerte voltereta, pero no se entreg¨®. Fue ovacionado. Julio Ben¨ªtez, con muchas carencias t¨¦cnicas, fue silenciado en sus dos novillos. ?ngel Teruel, que debutaba con caballos, mostr¨® un cl¨¢sico concepto del toreo. Algo fr¨ªo en el tercero, mejor¨® mucho en el sexto y cuaj¨® buenos muletazos con la derecha.
La novillada de Guadalmena, justa de presentaci¨®n, result¨® manejable aunque de poca fuerza. El mejor fue el segundo.
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