Romy en Tur¨¦gano
Hace 40 a?os, un joven fot¨®grafo espa?ol se acerc¨® a Segovia para realizar un reportaje sobre una de las grandes bellezas del cine mundial, Romy Schneider. Ella rodaba all¨ª una pel¨ªcula sobre una obra de Marguerite Duras. Aquellas fotograf¨ªas se exhiben ahora en Barcelona.
Segovia, 23 de septiembre de 1966. Un joven fot¨®grafo espa?ol se acerca al rodaje de 10.30 pm. Summer en Tur¨¦gano. Dirige Jules Dassin, un miembro de la di¨¢spora estadounidense que provoc¨® el delirante senador McCarthy y su caza de brujas. Act¨²an Romy Schneider, Melina Mercuri -esposa de Dassin- y Peter Finch. Juli¨¢n Mateos cubre la cuota nacional. El filme se basa en la novela hom¨®nima de una mujer baja y con gafas que tambi¨¦n asiste al rodaje en calidad de guionista: Marguerite Duras. Una historia que trata sobre el triunfo de la juventud y la pasi¨®n sobre la decrepitud y la p¨¦rdida del amor a trav¨¦s de un tri¨¢ngulo amoroso. Durante la filmaci¨®n, Romy Schneider cumple 28 a?os. C¨¦sar Lucas tiene 25, y poco antes hab¨ªa fundado Cosmo Press, una agencia fotogr¨¢fica que colaboraba con diversas publicaciones nacionales y extranjeras. Eran otros tiempos y otra forma de trabajar. El fot¨®grafo asiste durante varios d¨ªas al rodaje, es uno m¨¢s del grupo, de tal forma que puede inmortalizar a la estrella de muchas maneras: toreando, tomando caf¨¦, charlando con los compa?eros, con sombrero cordob¨¦s, con sombrero folcl¨®rico regional, cortando la tarta de cumplea?os o enrabietada con un pesado hasta el punto de se?al¨¢rselo inquisitorialmente a un guardia civil. En su mano izquierda, la actriz luce un anillo de ¨¦bano y brillantes que le hab¨ªa regalado Luchino Visconti. Siempre quedar¨¢ la duda de si era un regalo o una compensaci¨®n por las escapadas que hizo en compa?¨ªa de Alain Delon y Burt Lancaster a Jamaica. Cuarenta a?os despu¨¦s se exhibe en Barcelona una selecci¨®n de las 57 fotograf¨ªas que C¨¦sar Lucas realiz¨® en Segovia.
Toreando, tomando caf¨¦, cortando la tarta de cumplea?os o paseando por Segovia, Romy Schneider fue feliz en Espa?a
Cualquier tema sobre Romy Schneider siempre remite a un paseo por la belleza, el amor y la muerte. Las fotograf¨ªas nos muestran la belleza de una mujer en la que el sufrimiento apenas era un esbozo. En 1965, un a?o antes, filma la comedia ?Qu¨¦ tal, Pussycat?, junto a Woody Allen, Ursula Andress y Peter Sellers. La apasionada relaci¨®n que hab¨ªa mantenido con Alain Delon desde 1959 ya se hab¨ªa roto, por m¨¢s que en 1969 volvieran a trabajar juntos en La piscina, de Jacques Deray. Eran dos animales cinematogr¨¢ficos demasiado bellos para aceptar que la pasi¨®n se convirtiera en rutina. C¨¦sar Lucas, por su parte, ten¨ªa la sensaci¨®n de haber cumplido un sue?o que recuerda as¨ª: "Cuando ten¨ªa 15 o 16 a?os, al volver a casa desde el instituto Cisneros pasaba siempre por la Gran V¨ªa, por el portal en el que hab¨ªa dos vitrinas con fotograf¨ªas de Ib¨¢?ez, que era el fot¨®grafo de las estrellas de entonces. Unos d¨ªas estaba Ava Gardner; otros, Gary Cooper o Grace Kelly?, para m¨ª era el para¨ªso. Unos a?os m¨¢s tarde, cuando yo empezaba a trabajar en Pueblo, fuimos a Barajas a recibir y fotografiar a Romy Schneider, que ven¨ªa a promocionar Sissi. All¨ª est¨¢bamos al pie de la escalerilla -entonces te dejaban pasar hasta la pista- un grupo de fot¨®grafos entre los que destacaba un se?or con un espl¨¦ndido abrigo de pelo de camello y una c¨¢mara Rollei cuando el resto ten¨ªamos una c¨¢mara de andar por casa. Cuando Romy Schneider bajaba la escalerilla del avi¨®n, todos pudimos o¨ªr: 'Hombre, Visente?'; saludaba a Ib¨¢?ez, para envidia del resto. Cuando cinco o seis a?os despu¨¦s me mov¨ªa por el rodaje con Romy Schneider y los dem¨¢s con total familiaridad, me acord¨¦ de aquel 'hombre, Visente?', y ten¨ªa la sensaci¨®n de haber conseguido lo que anhelaba, mi sue?o. Ahora no se podr¨ªa hacer ese tipo de reportajes. Se busca la foto robada o de rueda de prensa".
Otros tiempos, otro estilo. C¨¦sar Lucas hab¨ªa comenzado su carrera profesional colaborando con Europa Press y, poco despu¨¦s y de una forma m¨¢s regular, con Pueblo. Su etapa en el diario de la tarde se enmarca con dos fechas y dos reportajes memorables. En 1959 acompa?a a Ernesto Che Guevara en una fugaz visita a Madrid. El diario publica una peque?a fotograf¨ªa del l¨ªder revolucionario, pero C¨¦sar Lucas le hace muchas m¨¢s; entre otras, una famosa del Che Guevara en la Ciudad Universitaria ante la escultura que preside los jardines de la Facultad de Medicina. Ahora, 37 a?os despu¨¦s, se exhiben en la exposici¨®n La fuente de la memoria, que patrocina La Caixa en Barcelona; 37 a?os en el caj¨®n de alg¨²n archivo. La segunda fecha esencial es la del 1 de mayo de 1965. En Aranjuez se celebra una corrida de toros con El Cordob¨¦s y Paco Camino en el cartel, y, los dos, en la cresta de la ola. El fot¨®grafo acompa?a a Dominique Lapierre, que est¨¢ preparando su libro-reportaje O llevar¨¢s luto por m¨ª, dedicado a Manuel Ben¨ªtez.
Hac¨ªa tiempo que los dos maestros manten¨ªan una rivalidad profesional que iba en aumento. En Aranjuez, de lo profesional pasaron a lo personal: Paco Camino aprovech¨® un quite que fue ovacionado mientras que El Cordob¨¦s no cuaj¨® faena con ese mismo toro. En un momento dado, entre toro y toro, el de C¨®rdoba se acerc¨® a Paco Camino completamente enfurecido e insult¨¢ndole. Camino, sin mediar palabra, le propin¨® un pu?etazo que s¨®lo fotografi¨® C¨¦sar Lucas. La monumental bronca que se mont¨® a continuaci¨®n con la colaboraci¨®n de las respectivas cuadrillas la fotografiaron todos los profesionales presentes, pero el primer pu?etazo, el origen, era de C¨¦sar Lucas. Al d¨ªa siguiente de publicarlas el diario Pueblo, S¨¢bado Gr¨¢fico lanz¨® una edici¨®n especial con 16 p¨¢ginas dedicadas a la ins¨®lita historia taurina. El fot¨®grafo se las hab¨ªa vendido al semanario con la condici¨®n de que las publicar¨ªa antes en el diario en el que colaboraba, lo que as¨ª hizo. Nunca m¨¢s volvi¨® a Pueblo porque su director, Emilio Romero, dijo que no quer¨ªa volver a verle. Al parecer le hab¨ªa prometido a otro semanario el reportaje taurino sin saber de su venta a S¨¢bado Gr¨¢fico. Fueron dos grandes reportajes que marcaron en buena medida su vida profesional.
"La verdad es que nunca se sabe las vueltas que da la vida. Si no me hubieran echado de Pueblo, no hubiera fundado Cosmo Press y, probablemente, tampoco hubiera entrado en EL PA?S?, nunca se sabe. Y he de reconocer dos cosas: que Emilio Romero me ense?¨® casi todo lo que s¨¦ de periodismo y que EL PA?S fue en el primer diario en el que me sent¨ª importante, un redactor con cierto peso y no el chico de los recados". C¨¦sar Lucas fue el primer redactor-jefe de fotograf¨ªa de este diario y miembro de su equipo fundacional.
Y mientras en Tur¨¦gano y en Segovia trabajaba y se divert¨ªa un selecto grupo de la cultura y el espect¨¢culo europeos, en el mundo y en Espa?a pasaba de todo, aunque, ciertamente, con un toque m¨¢s surreal en la llamada piel de toro. Por ejemplo: Radio Requet¨¦ de Navarra prohib¨ªa a los Beatles en sus emisiones; Los Bravos triunfaban con su Black is black; Los Brincos, con Un sorbito de champ¨¢n, y Raphael quedaba en s¨¦ptimo lugar en el Festival de Eurovisi¨®n con su Yo soy aqu¨¦l. En cine se estrenaron, entre otras, En bandeja de plata, de Billy Wilder, y La jaur¨ªa humana, de Arthur Penn. Murieron Jos¨¦ Isbert y Buster Keaton. Jackie Kennedy fue fotografiada en minifalda, y a los curas se les permiti¨® el uso del clergyman. Manuel Santana, por su parte, gan¨® en Wimbledon, y la Seat dio un salto cualitativo y del 600 pas¨® al 850. Ya llevaban un tiempo aplic¨¢ndose los Planes de Desarrollo y disfrutando de ciertas parcelas de poder los tecn¨®cratas del Opus Dei. Fraga Iribarne promovi¨® ese mismo a?o la Ley de Prensa e Informaci¨®n, a la vez que sonaban los tambores de propaganda para el refer¨¦ndum sobre la Ley Org¨¢nica del Estado de diciembre de 1966, unos tambores bastante innecesarios, pues estaba previsto un triunfo arrollador del s¨ª, como as¨ª ocurri¨® para solaz del coro de corifeos y desesperaci¨®n de algunos soci¨®logos que hab¨ªan contabilizado bastantes votos afirmativos de difuntos.
Como suele ocurrir en los buenos reportajes fotogr¨¢ficos, el autor deja constancia del hecho que lo justifica, pero tambi¨¦n levanta acta gr¨¢fica del tiempo y el pa¨ªs en el que ocurre. Son virtudes o da?os colaterales. Espa?a, en 1966, ya recib¨ªa cientos de miles de turistas y comenzaba a desperezarse de una larga y cruel posguerra que hab¨ªa potenciado su secular subdesarrollo. En esas 40 fotos de C¨¦sar Lucas surgen espor¨¢dicamente ni?os, camareros, paseantes, taurinos, mirones?, que nos remiten a un secarral eterno y profundo. En realidad, lo que el talento del artista nos muestra es la distancia que va de las blancas botas de Courr¨¨ges a los zapatos de Segarra.
La exposici¨®n, comisariada por Adolfo Fern¨¢ndez-Punsola,'Romy Schneider por C¨¦sar Lucas' puede verse en la galer¨ªa Hartmann (Santa Teresa, 8. Barcelona) hasta el pr¨®ximo d¨ªa 17 de abril.
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