Ciudad de la libertad
Ayer se celebraron en la ciudad de C¨¢diz numerosos actos conmemorativos del 194 aniversario de la proclamaci¨®n de la primera Constituci¨®n espa?ola: la inauguraci¨®n del pebetero frente al magn¨ªfico monumento que conmemora el primer centenario de la Constituci¨®n o el D¨ªa de la Provincia, que va ya por su d¨¦cima edici¨®n. Aparte queda el premio que le entreg¨® "el sedicente club liberal" (como lo llam¨® el a?o pasado Javier Pradera) a Esperanza Aguirre su predecesor en el galard¨®n, Eduardo Zaplana, muy nacionaliberalista. Este a?o se han adoptado diversos acuerdos para crear una comisi¨®n local y otra nacional que prepare los actos del bicentenario de la Constituci¨®n. A la par, Mariano Rajoy quiso hacer un gesto simb¨®lico y situ¨® en C¨¢diz el lugar donde comenz¨® su recogida de firmas contra el proyecto de Estatuto catal¨¢n sobre la base de que la Constituci¨®n del 12 estableci¨® la existencia de una naci¨®n espa?ola, al parecer en peligro. Se ve que la historia cabe revisarse en el sentido que a uno le convenga, en este caso para que los diputados docea?istas se opongan al proyecto de Estatuto catal¨¢n. Es lo bueno que tiene la revisi¨®n hist¨®rica, que Mej¨ªa Lequerica, Ram¨®n Power, Quintana o Arg¨¹elles no se pueden levantar de sus tumbas para llamar la atenci¨®n a nadie.
La ciudad de C¨¢diz y la de San Fernando se preparan para organizar el 200? aniversario de la reuni¨®n de las Cortes en la Isla de Le¨®n e id¨¦ntica efem¨¦ride de la proclamaci¨®n de la Constituci¨®n que se dec¨ªa "la reuni¨®n de los espa?oles de los dos hemisferios". Desde hace ocho a?os se lleva hablando de la preparaci¨®n de este acontecimiento sin que se conozca un proyecto claro de qu¨¦ se quiere hacer, qu¨¦ medios son necesarios y cu¨¢les son los objetivos que se buscan. Muchas palabras, alg¨²n peque?o cruce dial¨¦ctico entre pol¨ªticos y poco m¨¢s. Cuando empiecen los trabajos de las comisiones sabremos qu¨¦ se pretende conseguir, m¨¢s all¨¢ de una peque?a carta a los Reyes Magos hecha por el Ayuntamiento de C¨¢diz donde se inclu¨ªa el arreglo de alg¨²n colegio y un nuevo campo de deportes para el f¨²tbol base. Lo cierto es que la poblaci¨®n est¨¢ a la expectativa de las transformaciones que puede conseguir la ciudad y la Bah¨ªa de C¨¢diz. El modelo de crecimiento basado en grandes citas ha provocado que todas las ciudades quieran albergar alg¨²n acontecimiento singular. La Exposici¨®n Universal de Sevilla, las Olimpiadas de Barcelona, la Expo del Agua de Zaragoza y el proyecto de olimpiadas para Madrid han significado un impulso para cada ciudad y es justo que todas tengan el mismo derecho a plantear actuaciones. Para conseguir este efecto es importante establecer objetivos claros, conseguir que las instituciones y la ciudadan¨ªa se impliquen y que se arbitren los mecanismos necesarios para su ejecuci¨®n. Desde mi punto de vista los dos ejes b¨¢sicos para la celebraci¨®n del bicentenario son la libertad y Am¨¦rica. La libertad porque fue la primera Constituci¨®n espa?ola, sirvi¨® de ejemplo a numerosas constituciones posteriores y en el momento de su aprobaci¨®n era de aplicaci¨®n a lo que hoy son 22 pa¨ªses diferentes. Las ideas liberales que cruzaron de un lado a otro el Atl¨¢ntico a finales del XVIII y principios del XIX tomaron carta de naturaleza en la Constituci¨®n de Estados Unidos, en la Declaraci¨®n de los Derechos del Hombre de Francia y en el texto gaditano. Como dec¨ªa Carlos Marx, mientras C¨¢diz estaba asediada por las tropas francesas sus ideas triunfaban en la ciudad que resist¨ªa al invasor.
El otro gran eje deber¨ªa ser Am¨¦rica, donde se est¨¢n constituyendo ya las comisiones nacionales del bicentenario de la independencia en cada pa¨ªs. Ya lo han hecho Chile, Argentina, Venezuela y M¨¦xico. Hay que conmemorar el bicentenario con todos estos pa¨ªses para los cuales tambi¨¦n se aprob¨® la Constituci¨®n y cuyos diputados participaron en las luchas independentistas. Para Am¨¦rica, C¨¢diz es tambi¨¦n el germen de su emancipaci¨®n. A mi juicio estos son los dos pilares sobre los que basar la actuaci¨®n. Es incluso aceptable que alguien quiera jugar al oportunismo de apropiarse para el debate partidario las ideas de la Constituci¨®n gaditana. Lo que no se puede permitir es que este acontecimiento singular no sirva para mejorar la vida de los ciudadanos de la bah¨ªa y reforzar los valores que forjaron la Constituci¨®n de 1812.
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