Gobierno fantasma
El Gobierno m¨¢s fantasmal y con menos facilidades materiales para ejercer su autoridad entre los palestinos ha entrado, llam¨¦mosle, en funcionamiento. Ham¨¢s gan¨® el 25 de enero unas elecciones legislativas que fueron consideradas las m¨¢s democr¨¢ticas celebradas nunca en el mundo ¨¢rabe, y en ellas, contra pron¨®stico, el movimiento integrista y terrorista obtuvo una mayor¨ªa absoluta, 74 de 132 esca?os, derrotando a Al Fatah, fundador de la autonom¨ªa palestina, que a¨²n controla la presidencia que ejerce Mahmud Abbas.
La llegada al poder de Ham¨¢s era un problema para todos: Israel, la Autoridad Palestina, la comunidad internacional y hasta para la propia Ham¨¢s. Estados Unidos, la UE y no digamos Israel califican a la organizaci¨®n de terrorista, por lo que se han juramentado para no entablar negociaciones ni ayudar econ¨®micamente al nuevo Gobierno palestino, al menos mientras no haya renunciado a la violencia y est¨¦ dispuesto a reconocer al Estado sionista. Para Ham¨¢s, y habida cuenta de que no tiene la m¨¢s m¨ªnima intenci¨®n de negociar con Israel, era imperativo formar un Ejecutivo de la mayor base nacional posible, y lo ideal era que Al Fatah aceptase integrarse en el Gobierno, lo que quiz¨¢ habr¨ªa permitido a la UE hallar alguna f¨®rmula de no interrumpir del todo la financiaci¨®n de la AP.
Al Fatah, sin embargo, ha escuchado a Israel y Estados Unidos, que no quer¨ªan que se le diera esa hoja de parra a los terroristas, e Ismael Haniye se encuentra desde el lunes presidiendo un Gobierno monocolor palestino, del que una mitad se halla en Gaza y la otra en Cisjordania, imposibilitadas ambas para reunirse m¨¢s que por videoconferencia, puesto que Israel no tolera la libre circulaci¨®n ni de los 24 nuevos ministros. Pero como a pesar de todo hay que evitar la cat¨¢strofe sin m¨¢s, la UE se halla estudiando f¨®rmulas para que la ayuda a los palestinos llegue sobre el terreno, es decir, que no pase por las manos de su Gobierno, mientras cruza los dedos a la espera de tiempos mejores. Porque cualesquiera que sean los pecados de Ham¨¢s, y los tiene, no se puede dejar morir de hambre a tres millones de palestinos.
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