Un m¨¢s all¨¢ de las palabras
Para una tumba de Anatole nunca lleg¨® a escribirse. Lo que conocemos son los 202 fragmentos y notas de un extenso poema f¨²nebre en el que Mallarm¨¦, impulsado por el sentimiento de culpa, trabaj¨® gran parte de su vida, desde que en 1879 falleci¨® su hijo de ocho a?os. Como expresa Mario Campa?a en el pr¨®logo a una traducci¨®n impecablemente ce?ida al texto, Anatole muri¨® sin tener conciencia de su propia muerte, y el padre-poeta concibe un "contragolpe" que consiste en "arrebatar al ni?o del dominio absoluto de la muerte", permaneciendo as¨ª vivo e inmortal en la presencia que ordena el poema.
Estas notas no son s¨®lo el sonido conmovedor de un hecho tr¨¢gico, sino que en su el¨ªptica disposici¨®n representan una parte esencial de la escritura po¨¦tica de Mallarm¨¦, un eslab¨®n de esa cadena discontinua que conecta sus obras. Este boceto, esa tentativa de escritura, sirve para mostrar caminos de entrada a ese "drama de la vida" que el poeta so?¨® largos a?os. Un sue?o que, de no existir Para una tumba de Anatole, no hubiera encontrado sitio en las filigranas y obsesiones de Igitur, de Un coup de d¨¦s o de los ?crits sur le livre, todos lugares decisivos de una totalidad que se erige entre la lengua y el mundo.
PARA UNA TUMBA DE ANATOLE
St¨¦phane Mallarm¨¦
Traducci¨®n de M. Campa?a
Bassarai. Vitoria, 2005
220 p¨¢ginas. 14 euros
El coraz¨®n de esta escritura salvadora es una muerte que discurre paralela a la muerte de un lenguaje que aqu¨ª se anuncia. Estas notas son parte del duelo, de ese relato que sostiene el mundo y su escritura. Una po¨¦tica en cierta medida nueva, donde el "oro ido", el "viento de nada / que sopla" y "una ola que te lleva", se conjugan frente al secreto de una deriva piadosa, de una esperanza que "rompe esta ficci¨®n / de muerte", y que as¨ª la transfigura. Mallarm¨¦ no escribi¨® este libro porque al hacerlo perder¨ªa ese duelo que le da sentido: "te lo dir¨¦ / no -porque entonces / desaparecer¨ªas- / y yo me quedar¨ªa solo / llorando, t¨², yo / mezclados". El fragmento final anota as¨ª una duda abreviada y abierta al futuro. Pero estas notas son el poema, y lo son porque asistimos a lo sentido a trav¨¦s de esa constelaci¨®n de palabras que es Para una tumba de Anatole. A ese m¨¢s all¨¢ que podr¨ªa haber sido.
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