Vivaldi y Boccherini, frente a frente

Con asistencia de la Reina, clausuraron las Juventudes Musicales de Madrid el ciclo barroco encomendado a la Orquesta de C¨¢mara que dirige Nicol¨¢s Chumachenko. El programa, dedicado al gran veneciano Antonio Vivaldi y al italiano-madrile?o Luigi Boccherini, provoc¨® un lleno en el Auditorio. No en vano, adem¨¢s de la formaci¨®n se contaba con la colaboraci¨®n del violonchelista ruso Mischa Maisky, un maestro heredero del arte y la t¨¦cnica de Rostrop¨®vich, y del espa?ol Dami¨¢n Mart¨ªnez Marco, valor ya contrastado y en alza. Pudimos disfrutar as¨ª de una bella versi¨®n del Concierto para violonchelo en re mayor, de Boccherini, y del doble, en sol menor, de Vivaldi, entendidos y expuestos con maestr¨ªa y gran vitalidad por tan singulares artistas, antes de seguir la aventura po¨¦tico-musical de Las cuatro estaciones, m¨²sica feliz donde las haya y encendida muestra de un estilo particularizado y perdurable como es el barroco de Italia. Ese espl¨¦ndido resumen de pintura, arquitectura en movimiento, lirismo cantabile y palpitaci¨®n r¨ªtmica, perdura en el ¨¢nimo de int¨¦rpretes y audiencias si se expone con esa s¨ªntesis de idealismo y racionalismo, caracter¨ªstica de Chumachenko.

Anotar las oleadas de aplausos, prolongados en los bises familiares de Boccherini y Mozart o en el pizzicato del argentino Stelmann, ser¨ªa ocioso cuando el p¨²blico se entreg¨® desde los primeros compases.