Antiquaris 2006 celebra 30 a?os en plena euforia del mercado del arte

La clausura por parte de la organizaci¨®n de la caseta de la galer¨ªa francesa Asibelle por exhibir obras falsas no ha logrado empa?ar el clima de satisfacci¨®n que se respiraba el pasado viernes en la inauguraci¨®n del sal¨®n de antig¨¹edades y arte moderno Antiquaris 2006, abierto hasta el 2 de abril en el recinto ferial de Montju?c. Satisfacci¨®n por celebrar 30 a?os de vida y tambi¨¦n por el excelente estado del sector. "Incluso la decisi¨®n tan dif¨ªcil que tom¨® el comit¨¦ de admisi¨®n atestigua el nivel alcanzado por la feria, as¨ª como su seriedad y rigor", se?al¨® Marc Calzada (Barcelona, 1966), nuevo presidente del sal¨®n, que ha inaugurado su edici¨®n m¨¢s internacional y concurrida con 114 galer¨ªas, de las que 26 son extranjeras.

Entre los nuevos fichajes destaca la galer¨ªa G¨¹nter Puhze, especializada en arqueolog¨ªa, con clientes como el Metropolitan de Nueva York y el British Museum, que expone dos figuritas en bronce de Osiris e Isis (48.000 y 90.000 euros), con el valor a?adido de lucir ojos de plata, material que en el Antiguo Egipto era m¨¢s preciado del oro. Todas son piezas de procedencia prestigiosa, como una copa en forma de cabeza de cabra del siglo IV a. C. (42.000 €

), de una c¨¦lebre colecci¨®n suiza centrada en la iconograf¨ªa zoom¨®rfica o una falsa puerta egipcia exquisitamente labrada, que serv¨ªa de conexi¨®n con la ultratumba. Se estrena tambi¨¦n la galer¨ªa de Mil¨¢n I Segni del Tempo, cuyo espacio est¨¢ concebido como una WunderKammer, los cuartos de las maravillas del siglo XVII, colecciones privadas de objetos raros, creadas para el deleite de los arist¨®cratas. Entre sus piezas m¨¢s curiosas, una serie de pipas de espuma austriacas de 1870 con atrevidas formas er¨®ticas (3.500 €) y un extraordinario joyero con decoraciones en esmalte, plata y tortuga (90.000 €).

Repiten la francesa Aminian, especializada en alfombras, y las alemanas Kotobuki, en grabado japon¨¦s; Basedau, en bastones, y Peter Hardt, en arte asi¨¢tico y tibetano, que expone una curiosa escultura hecha por termitas. "La feria como reflejo del sector pone de manifiesto un aumento de la especializaci¨®n, los anticuarios generalistas van desapareciendo porque el mercado pide un conocimiento cada vez m¨¢s profundo", explic¨® Calzada, que centra su actividad en las artes decorativas y el mobiliario y, entre otros, expone una espectacular l¨¢mpara art d¨¦co en forma de barco, una mesa de arquitecto de 1820 y un bur¨® doble faz Luis XV. "El mueble se ha debido adaptar a las tendencias minimalistas de la decoraci¨®n actual. Se compran menos piezas, pero cada vez de m¨¢s calidad e importancia", indic¨®.

Las artes decorativas mallorquinas son las protagonistas en la caseta de Pepe Rubio, donde se exhiben una serie de muebles Carlos IV y un conjunto de bodegones de los que sol¨ªan decorar los comedores burgueses de las islas. Entre los veteranos se encuentran los sevillanos F¨¦lix e Hijo, especializados en arqueolog¨ªa, y el barcelon¨¦s Federico Benthem, en arte ¨¦tnico, que presenta cabezas Nok de Nigeria, un tejido nazca del siglo IV perfectamente conservado y una curiosa escultura indonesia de un Dayak, un guardi¨¢n de los campos de arroz.

Aunque Antiquaris se caracteriza por una amplia variedad de objetos y estilos, la pintura mantiene su predominio. En un espacio musealizado, Gothsland presenta una serie de Mir¨® sobre soportes diversos y los grandes nombres del arte catal¨¢n; ¨¦stos se hallan tambi¨¦n presentes en las casetas de Dolors Junyent y de Arturo Ram¨®n, quien fue director del sal¨®n durante los cuatro ¨²ltimos a?os y es el padre de la nueva f¨®rmula que lo ha conducido al ¨¦xito actual. Su sala presenta, entre otras, una pintura de Ram¨®n Gimeno, cuya obra es objeto de una exposici¨®n en el Museo Nacional de Arte de Catalu?a. Las vanguardias hist¨®ricas est¨¢n representadas por Manuel Barbi¨¦ -con una pieza de T¨¤pies de 1968, una tela cubofuturista de Alexandra Exter y la escultura de ?ngel Ferrant que gan¨® el premio de la Bienal de Venecia de 1960- y Manel Mayoral, con un vestido pintado por Barcel¨® (300.000 €), un ¨®leo de Mir¨® acompa?ado por cuatro fotograf¨ªas que inmortalizan al pintor mientras realiza la obra (un mill¨®n de euros) y sendos grandes formatos de Vald¨¦s y Saura.