T¨²nel de O'Donnell: "De Alcal¨¢ a Nueva York sin sem¨¢foros"
Los vecinos esperan que el sufrimiento de 17 meses de polvo y ruido "haya merecido la pena"
Piedad acaba de recoger a su nieto, de tres a?os, de la guarder¨ªa. El ni?o ya camina solo, de la mano de su abuela, pero hasta las pasadas navidades no dej¨® el cochecito. Y aquello fue un suplicio durante meses. "Es un trayecto corto, pero recorrer O'Donnell a pie, entre la maternidad y el Retiro, me llevaba un buen rato. Ten¨ªa que ir sorteando boquetes, cambiando de acera cada dos por tres. Uffff...". Piedad lo recuerda ahora con una sonrisa, porque sabe que, aunque parezca mentira, se ha acabado. "Parece que ya terminan esta obra, ?no? ?Pues menos mal!", exclama, mientras se?ala las aceras a¨²n abiertas con una mano y alarga un bocadillo al peque?o con la otra.
El nuevo t¨²nel de O'Donnell, que multiplica por cinco la longitud del original -de 290 metros a 1.441- y se convierte en el segundo t¨²nel urbano m¨¢s largo de Espa?a (s¨®lo por detr¨¢s del de Mar¨ªa de Molina), ser¨¢ inaugurado por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, el pr¨®ximo 5 de abril. "Con ese t¨²nel se podr¨¢ ir desde la puerta de Alcal¨¢ hasta Nueva York sin sem¨¢foros", afirm¨® con una sonrisa el regidor el pasado jueves, tras anunciar la fecha del estreno.
Y la broma tiene su sentido, porque el nuevo subterr¨¢neo, que nace en la esquina de Alcal¨¢ con O'Donnell -a petici¨®n de los vecinos se alarg¨® a¨²n m¨¢s de lo previsto inicialmente- recorre toda esta calle bajo tierra y sale a la superficie ya pasada la del Doctor Esquerdo, para conectar con la M-30. De ah¨ª a Nueva York habr¨ªa que coger un avi¨®n, pero eso ya no es responsabilidad del Ayuntamiento.
El t¨²nel sigue siendo de dos carriles en un ¨²nico sentido -salida de Madrid-, y por ¨¦l circular¨¢n cada d¨ªa, seg¨²n calculan los t¨¦cnicos, los 35.000 veh¨ªculos que ya usaban el original. Pero ahora penetrar¨¢n mucho antes en el subsuelo, lo que, te¨®ricamente, descongestionar¨¢ el tr¨¢fico. En superficie se mantendr¨¢n los cuatro carriles actuales (dos por sentido) y se dejar¨¢ espacio para un carril-bici.
Bicis 'versus' bulevar
Ese carril-bici se come el espacio que, en el proyecto original, estaba reservado a un gran bulevar, ahora reducido a una "mediana ajardinada" apenas visible, seg¨²n denuncian algunos vecinos. La Concejal¨ªa de Urbanismo asegura que el carril-bici lo pidieron los residentes, pero todos los consultados por este peri¨®dico el pasado jueves lo negaron. "Aqu¨ª precisamente se recogieron firmas para lo contrario: ped¨ªamos que no quitaran el bulevar. En estas casas vive sobre todo gente mayor, lo que quieren es ver algo de verde, no montar en bici", explicaba Juan Ram¨ªrez desde su porter¨ªa del n¨²mero 49.
Salvada esa traici¨®n, Ram¨ªrez cree que el nuevo t¨²nel mejorar¨¢ la calidad de vida en su calle. Con un matiz: "Se reducir¨¢ el tr¨¢fico de salida, claro, pero no el de entrada. Eso seguir¨¢ igual". Muchos vecinos se preguntan lo mismo: ?por qu¨¦ no soterrar la circulaci¨®n en ambos sentidos? Javier, un taxista que pasa por all¨ª, la responde muy serio: "Los t¨²neles de entrada a Madrid no tienen sentido: terminan siempre en un sem¨¢foro, as¨ª que lo que acaba ocurriendo es que el t¨²nel se atasca igual. Para eso es mejor no hacerlo. S¨®lo para salir de aqu¨ª tiene l¨®gica un t¨²nel".
Durante los 17 meses de obras, al portero Juan Ram¨ªrez le ha pasado de todo: "Ha habido cortes de agua, de tel¨¦fono, de luz... Aver¨ªas, todas. Y, de repente, un d¨ªa un pestazo tremendo a pozo. Dur¨® una semana. Los vecinos protestaron, no pod¨ªan m¨¢s", cuenta. Las aceras tuvieron que levantarse y volver a ponerse en condiciones, y la calle se llen¨® de vallas. "M¨¢s de un d¨ªa he tenido que salir a rescatar a alg¨²n se?or mayor que no sab¨ªa c¨®mo entrar al edificio. A los del [banco] Vitalicio los dejaron cercados, y yo acab¨¦ haci¨¦ndome un esguince: sal¨ª a hablar con el fontanero y met¨ª el pie en un hoyo. Un mes de baja", prosigue con sus peripecias el portero del n¨²mero 49.
Algo m¨¢s arriba, en su garita del n¨²mero 41, Mariano D¨ªaz corrobora todo lo dicho. "M¨¢s de un a?o recogiendo polvo. Y la casa retumbaba, de verdad. Aunque nos aseguraron que no pod¨ªa pasar nada, y pusieron testigos en las paredes para controlar si aparec¨ªan grietas. Pero, en fin, esperamos que sea para bien. Menos coches en superficie, eso siempre es para bien", sentencia.
En el Hospital Materno Infantil, frente a cuya puerta sal¨ªa antes la boca del t¨²nel, no han notado mucho el cambio porque una gran fachada de dobles cristales amortigua el ruido. Pero en el hotel Convenci¨®n, casi en el cruce con Doctor Esquerdo, las an¨¦cdotas han sido diarias. "Alguna vez nos ha llamado un cliente desde el m¨®vil diciendo que ya estaba en O'Donnell, pero que no era capaz de encontrar la manera de entrar al hotel", recuerda Jos¨¦, uno de los trabajadores. Y a?ade: "De todas formas, yo estoy convencido de que esto va a quedar bonito, a pesar de que nos han dejado sin bulevar... Si queda bien, lo daremos todo por bien empleado".
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