Sex o no sex
Har¨¢ 25 a?os se desat¨® una epidemia editorial. Al hilo del ¨¦xito de Zen en el arte del mantenimiento de la motocicleta, de Robert M. Pirsig, fueron apareciendo libros y m¨¢s libros cuyos autores abordan materias variopintas desde id¨¦ntica perspectiva filos¨®fica: Zen en el arte del tiro con arco, Zen en el arte de escribir... Jacopo Fo, hijo del premio Nobel Dario Fo y de la actriz Franca Rame, parodi¨® esta moda en Lo zen e l'arte di scopare (literalmente El zen y el arte de follar), publicado en 1993. Sus padres lo convirtieron en un mon¨®logo teatral.
Charo L¨®pez se fue a Italia a ver c¨®mo lo interpretaba la Rame, compr¨® los derechos, y lo hizo suyo, con ayuda del director Jos¨¦ Carlos Plaza, y de Carla Matteini, traductora fiel de Fo. Lo titularon Tengamos el sexo en paz, y fue un ¨¦xito. Re¨ª este espect¨¢culo hace ocho a?os en el Teatro Lara. Ahora la actriz y Plaza lo han remontado. La puesta en escena es la misma, con algunas actualizaciones: alusiones a la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s, un texto de Benedicto XVI...
Tengamos el sexo en paz
De Dario Fo, Franca Rame y Jacopo Fo. Adaptaci¨®n: Carla Matteini. Int¨¦rprete: Charo L¨®pez. Vestuario: Elena Benarroch. Iluminaci¨®n y espacio esc¨¦nico: Francisco Leal. Direcci¨®n: Jos¨¦ Carlos Plaza. Madrid. Teatro Infanta Isabel. 24 de marzo.
Como entonces, parte del p¨²blico se sienta en escena. Charo L¨®pez sale estrechando manos, justifica su regreso aludiendo a la corriente de puritanismo que baja por la orilla derecha, lee noticias recientes, tarda en entrar en materia. En otros mon¨®logos, Fo encadena historias con fluidez. En ¨¦ste, rompe el hilo dram¨¢tico: alterna el relato con la lecci¨®n de fisiolog¨ªa, la estad¨ªstica, el testimonio y la opini¨®n personal. Exige un derroche de energ¨ªa.
La actriz trabaja entregada. Habla de su primera menstruaci¨®n, de anorgasmia, de pr¨®tesis masculinas, pide aborto libre y gratuito, busca la complicidad del p¨²blico. Su perspectiva es la de una generaci¨®n que ley¨® a Reich y ensay¨® la revoluci¨®n sexual. Est¨¢ algo profesoral con sus apuntes en la mano. La prefiero cuando narra, o cuando habla de su experiencia, que cuando da cifras y vierte opiniones: resulta m¨¢s cercana. Advierto esta vez en el mon¨®logo un punto de suficiencia: el narrador se pone por encima del p¨²blico. Por ejemplo cuando dice: "El 90% de los hombres no encuentran el cl¨ªtoris, y el 10% lo est¨¢n buscando". Ser¨¢ en Italia. Recordaba este espect¨¢culo m¨¢s proteico y empinado, m¨¢s sensual. M¨¢s divertido.
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