Bruselas quiere bajar m¨¢s del 40% la tarifa del m¨®vil entre pa¨ªses de la UE

La Comisi¨®n Europea considera abusivos los precios que se aplican a las llamadas realizadas desde el extranjero con tel¨¦fonos m¨®viles, la llamada itinerancia. El objetivo es conseguir un recorte de entre el 40% y el 60% en las tarifas aplicando el principio del pa¨ªs de origen: un espa?ol que viaje por otro pa¨ªs de la UE y haga una llamada local con su m¨®vil pagar¨ªa lo mismo que por una llamada desde Espa?a.

"S¨®lo se da uno cuenta de que todav¨ªa existen fronteras en Europa cuando utiliza el m¨®vil", dijo ayer la comisaria de Sociedad de la Informaci¨®n, Viviane Reding. "He dicho en varias ocasiones a los operadores que deben bajar los precios, pero parece que tienen dificultades para entender", indic¨®.

Ahora lo van a entender porque en juego hay buena parte de los 10.000 millones de euros que cada a?o mueven por la itinerancia las compa?¨ªas de m¨®viles europeas, entre el 7% y el 10% de su facturaci¨®n global.

Lo que se busca es una reducci¨®n en los costes que se aplican al por mayor los interoperadores (lo que paga una compa?¨ªa a otra por el uso de su red) y obligar a que esa reducci¨®n repercuta sobre las tarifas al consumidor.

Se pretende tambi¨¦n acabar con las facturas por llamadas de itinerancia recibidas en cualquier pa¨ªs de la Uni¨®n y, sobre todo, introducir el principio del precio nacional: se pagar¨¢ con la tarifa local del pa¨ªs de origen las llamadas locales realizadas all¨ª donde se est¨¦ y se aplicar¨¢ la tarifa internacional contratada en el propio pa¨ªs cuando se hagan llamadas internacionales desde el exterior.

Bruselas ha podido establecer variaciones de facturaci¨®n que oscilan, para una llamada est¨¢ndar de cuatro minutos, entre los 20 c¨¦ntimos que un finland¨¦s paga por llamar a su pa¨ªs desde Suecia y los 13,05 euros que le cuesta a un malt¨¦s llamar a la isla desde Letonia. Y ello pese a que los costes de itinerancia son pr¨¢cticamente despreciables en ambos casos. El promedio en la UE para una llamada de cuatro minutos entre dos pa¨ªses ronda los cinco euros.

Pese a las advertencias de la comisaria, la mayor¨ªa de los precios se han mantenido estables y ha habido casos en que han subido, como ha ocurrido con Vodafone en Espa?a, que ahora carga 8,35 euros por llamadas realizadas desde Chipre y Letonia, cuando en septiembre eran 7,20.

"La Comisi¨®n tiene la responsabilidad de que los beneficios lleguen al consumidor", se?al¨® Reding y como los Estados no pueden abordar en solitario la reforma en las tarifas porque hay otros pa¨ªses implicados, Bruselas se propone elaborar una nueva regulaci¨®n de obligado cumplimento en los Veinticinco desde el mismo momento en que se apruebe, que podr¨ªa ser para el verano de 2007.

Algunas compa?¨ªas han venido advirtiendo de que la nueva pol¨ªtica pondr¨ªa en peligro su existencia, lo que la Comisi¨®n no termina de creerse. "No hay datos que lo prueben. No van a perder beneficios sino los beneficios excesivos que consiguen por sus excesos en las tarifas que aplican", comenta una fuente comunitaria. Seg¨²n los c¨¢lculos de Bruselas, la ambicionada rebaja del 60% en las tarifas que se aplican entre s¨ª las compa?¨ªas podr¨ªa traducirse en una rebaja de entre el 40% y el 60% para los consumidores.

El presidente de los reguladores europeos, el brit¨¢nico Kip Meek, revel¨® que s¨®lo la Comisi¨®n del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), el regulador espa?ol, no estuvo de acuerdo con las medidas propuestas. Espa?a recibe decenas de millones de turistas que, al usar sus m¨®viles, permiten a las telef¨®nicas espa?olas cargar a las de origen de los viajeros cantidades por el uso de la red, que no se ven compensadas por las que los mucho menos numerosos turistas espa?oles reportan a las compa?¨ªas de sus pa¨ªses de destino cuando llaman a casa.

La CMT aclar¨® que esa oposici¨®n responde a que considera que la medida no ser¨¢ eficaz porque se trata de una rebaja de precios mayoristas (lo que se cobran las compa?¨ªas entre s¨ª), que no repercutir¨¢ en el usuario final.

La CMT pide que sean los reguladores nacionales los que establezcan esas tarifas mayoristas, y que Bruselas se encargue de regular y rebajar directamente las que paga el usuario final. Las tres compa?¨ªas espa?olas tiene unos ingresos de cerca de 700 millones de euros por la itinerancia.