La masiva protesta en Francia contra el contrato para j¨®venes acorrala a Villepin
Chirac cancela sus citas fuera de Par¨ªs tras unas marchas que superaron el mill¨®n de personas
Entre uno y tres millones de personas, seg¨²n las fuentes, salieron a la calle en Francia contra el pol¨¦mico contrato de primer empleo (CPE), que precariza el trabajo de los j¨®venes. La cuarta jornada de movilizaci¨®n en un mes contra la t¨ªmida reforma laboral del Gobierno -esta vez con huelgas en los transportes p¨²blicos incluidas- ha puesto al primer ministro, Dominique de Villepin, definitivamente contra las cuerdas. Un portavoz del presidente, Jacques Chirac, anunci¨® ayer que ¨¦ste anulaba sus compromisos fuera de Par¨ªs porque hab¨ªa decidido "no alejarse del palacio del El¨ªseo".
Los sindicatos rechazan cualquier negociaci¨®n si previamente no se retira la ley
El temor a que los grupos de casseurs (reventadores) se adue?aran de las calles, como sucedi¨® en las dos ¨²ltimas manifestaciones, especialmente el pasado jueves en Par¨ªs, no era infundado, en vista del rosario de peque?os incidentes que siguieron al cortejo parisiense, ya desde el lugar de concentraci¨®n en la plaza de Italia. Pero ayer tanto la polic¨ªa como los servicios de orden de los sindicatos no se dejaron desbordar por estas bandas de delincuentes adictos a la violencia extrema y gratuita, que aprovechan la ocasi¨®n para cometer agresiones y robos.
Lo intentaron, ciertamente; incluso se atrevieron en un momento determinado con la cabeza de la marcha, en la que estaban los principales l¨ªderes sindicales, pero fueron repelidos y perseguidos por los sindicalistas. M¨¢s de 4.000 agentes antidisturbios de las CRS vigilaron la marcha en la capital, utilizando todo tipo de t¨¢cticas, desde polic¨ªas infiltrados que detectaban a los provocadores hasta fusiles que disparaban rachas de tinta indeleble para identificarlos. Las paradas del metro cercanas al cortejo estaban literalmente tomadas por las fuerzas del orden. A las siete de la tarde la polic¨ªa anunciaba que se hab¨ªan producido 387 detenciones en todo el pa¨ªs, de las que casi 200 correspond¨ªan a Par¨ªs.
La jornada fue un ¨¦xito absoluto del frente anti-CPE. La Confederaci¨®n General del Trabajo, el principal sindicato, cifra en tres millones el total de manifestantes en 135 ciudades de todo el pa¨ªs. La polic¨ªa lo divide por tres, como viene siendo habitual ¨²ltimamente. En cualquier caso todos coinciden en que es el doble que el pasado s¨¢bado d¨ªa 18. Fuera de la capital la asistencia tambi¨¦n fue masiva. En Marsella hubo entre 25.000 y 250.000 personas; en Nantes, entre 42.000 y 60.000; en Rouen, entre 18.000 y 40.000; en Grenoble, entre 26.000 y 60.000; en Rennes entre 8.000 y 12.000 y en Dijon, entre 10.000 y 12.000, entre otras.
Las huelgas en el transporte p¨²blico se han hecho notar, pero no han paralizado el pa¨ªs. Funcionaron dos de cada tres trenes de alta velocidad y un 40% de los trenes regionales. El tr¨¢fico a¨¦reo se vio bastante afectado: se cancelaron un tercio de los vuelos previstos en toda Francia. En Par¨ªs, gracias al acuerdo de servicios m¨ªnimos firmado antes del verano entre los sindicatos y la empresa municipal de transportes, el metro y los autobuses funcionaron en un 75% de su frecuencia habitual y los trenes de cercan¨ªas en un 50%. En la Educaci¨®n el paro se sit¨²a en un 50%. No hay cifras de la incidencia en el sector privado.
Mientras el interminable cortejo atravesaba el puente de Austerlitz camino de la plaza de la Bastilla, bajo un cielo plomizo y rachas de lluvia intermitentes, el primer ministro, Dominique de Villepin, hablaba en la Asamblea Nacional. En un ambiente crispado, soportando los abucheos de la oposici¨®n, el jefe del Ejecutivo defendi¨® de nuevo el contrato para menores de 26 a?os que permite el despido sin justificar durante los primeros 24 meses, y acus¨® a los sindicatos de haber rechazado la invitaci¨®n que les hizo para sentarse hoy a negociar. "No permanezcamos inm¨®viles", se justific¨® Villepin, "nadie ha conseguido avanzar hasta ahora contra el problema del paro juvenil".
Por la ma?ana, el primer ministro se hab¨ªa reunido con un grupo de diputados de su partido, la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), para explicarles que no pensaba retirar el CPE, aunque estaba abierto a introducir modificaciones, siempre que no fueran "de orden legislativo". Concretamente, reducir la duraci¨®n del periodo de prueba e introducir la necesidad de que haya una entrevista entre el joven y el empleador a la ruptura del contrato.
El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, que tambi¨¦n es presidente de la UMP y su principal rival en el campo de la derecha como eventual candidato presidencial, propuso "una suspensi¨®n en la aplicaci¨®n" del CPE mientras se negocia "un compromiso", seg¨²n explic¨® Bernard Accoyer, presidente del grupo parlamentario de la UMP. Sarkozy se ha ido desmarcando cada vez m¨¢s del pol¨¦mico contrato y propugna una reforma laboral que contemple un solo tipo de contrato y que no discrimine a los j¨®venes respecto al resto de los trabajadores.
Una de las posibles salidas a la crisis podr¨ªa llegar del Consejo Constitucional, que el jueves se pronunciar¨¢ sobre el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Partido Socialista a la ley que incluye el CPE. El Gobierno y los sindicatos tendr¨ªan 15 d¨ªas para negociar antes de que el presidente Chirac promulgue la ley, si es que decide hacerlo.
Los sindicatos, por su parte, rechazan cualquier invitaci¨®n a negociar si previamente el Gobierno no retira el CPE y hoy tienen previsto reunirse a las dos de la tarde para decidir qu¨¦ acciones tomar en el futuro e intentar mantener la unidad del movimiento que ha puesto en jaque a Villepin.
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