El juez impone a Otegi una nueva fianza de 250.000 euros para evitar la c¨¢rcel
El fiscal cambi¨® de postura y renunci¨® a pedir prisi¨®n incondicional para el l¨ªder de Batasuna
El juez Grande-Marlaska decret¨® ayer prisi¨®n para el l¨ªder de Batasuna, Arnaldo Otegi, pero eludible con una fianza de 250.000 euros, que se suman a los 400.000 que ya ten¨ªa impuestos. Otegi, que comparec¨ªa en la Audiencia Nacional como inductor de los 108 actos vand¨¢licos cometidos en la huelga general del 9 de marzo, fue trasladado anoche a la prisi¨®n de Soto del Real, hasta que deposite la fianza. En un auto de 25 folios, el juez cambi¨® tambi¨¦n la situaci¨®n de Juan Mari Olano y Juan Jos¨¦ Petrikorena y ambos podr¨¢n salir de la c¨¢rcel tras pagar 200.000 euros de fianza.
Los tres imputados por los incidentes de la huelga en el Pa¨ªs Vasco tendr¨¢n que comparecer a diario en la comisar¨ªa de la Ertzaintza. El auto les proh¨ªbe adem¨¢s abandonar territorio espa?ol.
La resoluci¨®n caus¨® profunda sorpresa en la Audiencia Nacional y entre los representantes de los medios de comunicaci¨®n que segu¨ªan la noticia. Ni en el auto del juez, ni en el discurso del fiscal se mencion¨® en ning¨²n momento el alto el fuego permanente de ETA, ni el papel que Arnaldo Otegi ha jugado como interlocutor y mediador para conseguir esa decisi¨®n, pero sin duda estuvo presente en la Audiencia.
De entrada, el fiscal modific¨® su anunciada postura de exigir la prisi¨®n incondicional del dirigente de Batasuna, por la de prisi¨®n eludible con fianza de 100.000 euros. Luego, el juez, en su resoluci¨®n, llega a decir que se han incrementado los indicios racionales de criminalidad de Otegi y por tanto el riesgo de fuga, para, a continuaci¨®n, se?alar que ese riesgo y la posible reiteraci¨®n delictiva se puede paliar con la fianza y las comparecencias ante la Ertzaintza. Por hechos m¨¢s leves, hace una semana orden¨® la prisi¨®n de Olano y Petrikorena.
Por ello, para ser coherente, el juez, al permitir a Otegi eludir la c¨¢rcel por hechos m¨¢s graves, tuvo que rectificarse a s¨ª mismo y decretar la libertad bajo fianza del jefe de Gestoras Pro Amnist¨ªa y del responsable de comunicaci¨®n de Batasuna.
No deja de ser curioso que el propio juez diga: "Estas mismas medidas cautelares podr¨¢n garantizar, caso de verificarse nuevos hechos criminales en el entorno ETA-KAS-Ekin-Batasuna, as¨ª el denominado impuesto revolucionario, kale borroka como la verificada el 9 de marzo de 2006, analizar posibles participaciones del imputado; considerado en nuestras resoluciones como dirigente de ese entramado terrorista, y como tal con aptitud de capitalizar las intenciones criminales de otros miembros". Es decir, que el juez le anuncia que estar¨¢ vigilante por si pudiera tener responsabilidad, dada su cualidad de dirigente, en cualquier actuaci¨®n criminal achacable al entorno etarra.
Por lo dem¨¢s el juez es muy duro respecto a la conducta de Otegi y tras recordar que est¨¢ procesado por pertenencia a organizaci¨®n terrorista en grado de dirigente, le considera inductor de distintos delitos de des¨®rdenes p¨²blicos, coacciones, y estragos terroristas, o sea, los actos vand¨¢licos de la jornada de huelga convocada por Batasuna para protestar por las muertes de los presos de ETA Igor Angulo y Roberto Sainz.
El magistrado llega a decir que se consolidan los "indicios de criminalidad" contra Otegi y de su "actuaci¨®n como inductor en los hechos verificados el 9 de marzo. Y en concreto, de c¨®mo obedecieron a una decisi¨®n adoptada primeramente por el frente militar (ETA), y posteriormente asumida, dirigida y coordinada por los frentes pol¨ªtico-institucional y de masas del entramado terrorista y de los cuales, Arnaldo Otegi, forma parte integrante, y como ¨¦ste ¨²ltimo, particip¨® en la decisi¨®n finalmente adoptada y asumi¨® los resultados criminales".
Durante su comparecencia ante el juez, Otegi no quiso contestar a preguntas de ning¨²n tipo y se limit¨® a hacer una declaraci¨®n en la que se?al¨® que es pol¨ªtico, y que su ¨¢nimo no ha sido ligar su futuro a los acontecimientos que han sucedido. "En t¨¦rminos humanos", dijo, "todos sabemos que construir un modelo de soluciones y de paz es muy dif¨ªcil, pero estoy absolutamente convencido de que estamos ante una oportunidad real de solucionar los problemas". A?adi¨® que "el sufrimiento existe en todas las partes, y que hay que entender que este es un entramado muy delicado, y que por ello hay que tener en cuenta que apenas hemos empezado a construir un proceso de soluci¨®n", seg¨²n el auto.
Los abogados de la AVT y de Dignidad y Justicia solicitaron la prisi¨®n incondicional para Otegi, y su abogada defensora, Jone Goirizelaia, se opuso a todas las peticiones y reclam¨® la libertad de su cliente.
Otegi lleg¨® a la Audiencia a las 17.15, acompa?ado por un nutrido grupo de simpatizantes, pero la polic¨ªa impidi¨® el acceso de todos a la sede judicial, a excepci¨®n del dirigente de Batasuna y de sus abogados Jone Goirizelaia, Arantza Zulueta y Zigor Reizabal. Mientras Otegi caminaba por la calle de Garc¨ªa Guti¨¦rrez, un grupo de una veintena de ultraderechistas que portaba una bandera espa?ola preconstitucional y s¨ªmbolos falangistas y que estaba situado en la calle de G¨¦nova, al otro lado del cord¨®n policial, le increparon con gritos de "asesino", al tiempo que le lanzaban objetos como una botella de agua o mecheros.
Otegi sonri¨®, salud¨® pu?o en alto y sigui¨® su camino hasta la entrada de la Audiencia. Los ultraderechistas -que previamente hab¨ªan coreado consignas como "euskal presoak, c¨¢mara de gas"-, frustrados, la emprendieron entonces con los fot¨®grafos y c¨¢maras de televisi¨®n a algunos de los cuales agredieron.
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